Cuba

Una identità in movimento


Entrevista a Emilio Kúng: la mejor manera de decir

Froilán González Adys M. Cupull Reyes


Emilio Kúng, es un suizo abanderado en la defensa de la vida y la humanidad. Tiene 81 años, se mantiene enérgico y vital. Cuando camina se apoya con elegancia en su bastón. Es un hombre de leyendas.


Emilio Küng y Salaria Chinea junto a
los autores. Foto: Froilán González y Adys CupullLa primera vez que lo vimos fue en Basilea, Suiza, nos esperó puntual en la Terminal de trenes. Se apareció risueño y llevaba puesta una boina roja con un pom-pom para la identificación.

Ha visitado a Cuba varias veces y en esta última, vino como Delegado a la Conferencia Internacional contra las Bases Militares Extranjeras, que sesionó en el Memorial José Martí, en el mes de noviembre.

Nació en Zurich, en el año 1924. De padre suizo alemán y madre austriaca.Vive en Lucarno. Ciudad de gran desarrollo turístico donde se celebra cada año el Festival Internacional de Cine.

Emilio estudió en la Escuela Superior de Comercio en la Suiza francesa; y en la Escuela de Bellizona, en la Suiza italiana; es miembro fundador del Partido del Trabajo en su país.

Ahora administra la "Casa Gaby", y explica:

    ... era propiedad de una valiosa compañera del Partido Comunista del Trabajo, ya fallecida, se llamaba Gaby Antonini. Es un lugar de reuniones y eventos nacionales e internacionales, actividades culturales y de solidaridad. Siempre fue un punto de referencia para los que llegaban a Suiza por las diferentes fronteras.

Comentó acerca de nuestra investigación sobre la vida de la artista italiana Tina Modotti, de su amistad con el arquitecto suizo Hannes Meyer, que también fue su amigo. Fue una de las últimas personas que vio a Tina con vida, ella estuvo en su casa esa noche, y hablaron sobre el genio de Simeon Timoshenko, el Quinteto Op.57 de Shostacovich, y discutieron sobre la posibilidad de un viaje a Moscú, vía Madrid, Ginebra, Udine.

Emilio, explica que Meyer

    ... pertenecía a la izquierda, construyó un barrio muy conocido en la Cooperativa Suiza de Basilea, ciudad donde nació. Igual que muchos compañeros, estuvo dificultades al saberse que era comunista. Fue llevado a Alemania, a un Centro de Arquitectura, y en un año lo hicieron director del Centro. Por sus ideas, y represión del nazismo, se dirigió a Praga y después cuando la II Guerra Mundial se acercaba, se trasladó a Moscú para realizar trabajos de urbanismo. A principio de la década del 40 fue a México, solicitado por el General Lázaro Cárdenas, presidente de ese país, lo reclamaba como arquitecto, trabajo en el Taller Popular de Artes Gráficas. En los años 53-54 retornó a Suiza.

Aclaró que Meyer vivió cerca de su casa. Residía con su esposa, una hija y otra persona más. Y que murió en 1954 en Lugarno.

    Conversábamos mucho, pero nunca me habló acerca de Tina.

Afirmó.


Un combatiente de siempre

Le pedimos que hablara sobre su vida y expresó que él no es buen comunicador que nunca ha sido buen orador; y que es mejor haciendo, que hablando:

    En la década de 1940 trabajé como empleado de Banco en Lugarno, contrataba los haberes, depósitos, la industria del oro y diamante que venían de África. Depósitos de fascistas y otros que robaban. Yo denuncié ocho casos de estos robos.

    En 1951 participé con cuatrocientos jóvenes en el Festival Mundial de la Juventud que se celebró en Berlín, teníamos en cuanta la ocupación de una parte de Alemania por los Estados Unidos.

Al retornar de Alemania del Este, la dirección del Banco me llamó y me dijo que me licenciaban del trabajo. Eso provocó una protesta de los trabajadores y empleados. Ante tal reclamación me restituyeron por tres meses".

Recorrimos el laberinto de la vida laboral de Emilio, se desempeñó como corrector y encuadernador en el periódico del Partido. En 1955 pasó a trabajar a una oficina de venta de automóviles y luego en una empresa hidroeléctrica. Después, en una empresa de útiles para la elaboración de metales hasta 1969, siempre en oficinas; y realizó un trabajo con grupos de estudiantes de la Universidad Popular de Francia. Comentó que trataba de reducir y aplacar las contradicciones que existían entre franceses y alemanes, porque durante la II Guerra Mundial muchos franceses tuvieron que trabajar en Alemania y alemanes fueron capturados en Francia.

    La primera vez que Mitterand se presentó para la presidencia, fue a Niza, Yo tenía un grupo de alemanes que estaban en Wupertal, una parte eran amigos de la naturaleza; otros eran de izquierda; y otros comunistas. Entonces yo le digo: ¿Ustedes quieren participar en la manifestación? Y dijeron que sí.

    Les expliqué que se tenían que aprender la Internacional y La Marsellesa. Donde estábamos había un teatro, el Yocoteau, nombre de un escritor, y allí ensayábamos cada tarde para estar listos el sábado en el encuentro con Mitterand. Cuando llegamos, los franceses dijeron:¿Emilio, y tú qué haces aquí? Y les respondí: "Estoy aquí con un grupo de alemanes, estamos buscando un buen lugar para observar a Mitterand".

    Ahí había personas que hablaban alemán y francés y se produjo una buena discusión política. Luego llegó Mitterand y habló durante una hora y media y finalmente dijo: ¡Viva Francia! ¡Viva la República! Yo me levanté y dije: ¡Bah! Me pregunté: ¿Por qué De Gaulle siempre había dicho eso?, y ¿por qué Mitterand tiene que repetir lo mismo?. No dijo nada nuevo.

    Debió haber dicho: "¡Viva la unidad de la izquierda! ¡viva la clase obrera!".

En Berlín fue empleado de oficina, y de la Central Sanitaria de Suiza, una organización de solidaridad creada para ayudar a los combatientes de la guerra española, tanto con el África del Norte como con Francia, trabajó dos años.

Se casó en Zurich y tuvo dos hijos que nacieron en Tichino. En este lugar realizó actividades de solidaridad con Viet Nam.


Cuba, uno de sus desvelos

De Cuba expresó:

    Comencé la solidaridad, prácticamente con el triunfo de la Revolución Cubana, porque comprendí su importancia en el ámbito internacional. Por eso me ha preocupado mucho la desinformación que había y hay sobre este pueblo. Hemos trabajado con la prensa, la radio, con las personas, explicando en Suiza los principios y el humanismo que se practica en Cuba.

    He conocido Guantánamo, fui para observar la Base Naval de los Estados Unidos en el territorio cubano. Estar en ese lugar, es una diferencia grande, de lo que se dice por la prensa en Europa. Es muy impresionante conocer que existen prisioneros y torturados en ese territorio ocupado.

    Creo que es importantísimo que se visite Guantánamo, llevar esta experiencia, a otros encuentros, para que se conozca qué cosa significa ese enclave para el pueblo cubano y para todos. Esta es una de las tantas bases extranjeras que existen en el mundo.

    Pero es muy importante además, diferenciar entre el Gobierno agresor, la administración, la CIA, con relación al pueblo norteamericano. Porque tenemos la costumbre de decir: los americanos; pero debemos diferenciar los que están de una parte, los que declaran la guerra; y los que están en la otra parte, el pueblo norteamericano...


Sobre la paz mundial

No podíamos omitir esta pregunta ante el combatiente íntegro que durante toda su vida ha luchado por ella.

    La guerra del Golfo, Irán, Irak, Afganistán, es todo un círculo vicioso para dominar al mundo. Yo soy un pragmático, no soy muy bueno hablando sino haciendo. Yo pienso que esta Conferencia en La Habana, nos da la posibilidad de dar a conocer ¿Qué es la lucha por la paz? ¿Cómo se debe luchar por la paz?

    En 1925 se realizó una Conferencia Internacional en Lucarno, asistieron representantes de Francia, Alemania, Checoslovaquia y la Italia de Mussolini, y hablaban de que se trataba de una "Conferencia por La Paz".

    Era la primera conferencia para organizar contra la URSS un cordón sanitario, entonces era la alianza de la Europa Occidental contra la Unión Soviética. En 1965, cuarenta años después de esa conferencia quisieron festejar el aniversario de aquel encuentro y le propusieron al Consejo Comunal destinar un crédito para eso, de trescientos mil francos; y ciento cincuenta mil para un parque de la Paz. En el Consejo yo era el único que pertenecía al Partido. Entonces fue cuando denuncié que aquella conferencia era como un cordón sanitario para actuar contra la URSS y fui el único que voté contra los trescientos mil francos para festejar el cordón; pero sí voté por los francos a favor del Parque de la Paz.

    Para llegar a conquistar la Paz es necesario combatir al mundo capitalista, porque son ellos los que le dan el apoyo a la CIA, a los Gobiernos del Estado Norteamericano. Es importante el trabajo que realiza el Movimiento Mundial por La Paz, pero importante es que la información llegue a todos los pueblos del mundo.







    17 de Diciembre del 2005/17:55




    Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
    (18 de diciembre de 2005)


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