La apertura en La Habana del nuevo Museo Nacional de Bellas Artes, con sus colecciones de Arte Cubano y Arte Universal, tras una reconstrucción capital valorada en 14,5 millones de dólares, es una señal bien clara de la prominencia que da Cuba a la cultura como instrumento de salvación de la especie humana y de herramienta para comprender el mundo en que vivimos.
En presencia del Presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, y de numerosos artistas, escritores, periodistas, constructores y otros invitados, el Comandante en Jefe Fidel Castro explicó cómo se concibió y ejecutó la decisión del Gobierno cubano de evitar la pérdida de estos valores, a pesar de la complicada situación económica, y el hecho de que no se vendieran para paliar el período especial (la crisis económica que sobrevino tras la caída del campo socialista y el arreciamiento del bloqueo económico y comercial de EE.UU. contra Cuba). Fidel afirmó que eso hubiera sido un desastre cultural y en tono jocoso refirió la sorpresa que se llevarían en Miami cuando vieran expuestos mediante la prensa los fondos que allá decían Cuba había vendido.
Los diversos programas que se llevan adelante en estos momentos para lograr un país con una cultura general integral y con acceso pleno a los conocimientos (léase Historia, computación, idiomas, artes plásticas, técnicas narrativas...), fueron explicados por Fidel en su discurso de tres horas. Queremos un país donde nadie tenga que pasar una página por ignorancia, pues en estos tiempos y cada día más, quien no tenga una cultura general integral no podrá comprender el mundo en que vivimos, afirmó.
Frente a los patrones del consumo, derroche y atentado al medio ambiente que impone la sociedad capitalista de hoy, hay un campo donde el hombre puede hacerse rico: con las creaciones culturales, artísticas y espirituales, que no excluyen la tecnología, la ciencia ni la productividad del trabajo, afirmó el Presidente cubano.
Con un patrimonio de 47 628 obras de artes plásticas, valuadas en más de 600 millones de dólares y distribuidas en dos soberbios edificios cercanos al Parque Central de La Habana, el nuevo Museo Nacional de Bellas Artes duplica el área expositora anterior y dispone ahora de un edificio aledaño, en el antiguo Cuartel de Milicias de 1764, que acogerá a restauradores, conservadores y administrativos del Museo, enclavado en el Centro Histórico de La Habana Vieja, declarado por la UNESCO en 1982 Patrimonio de la Humanidad.
Los delegados a los últimos congresos de la Unión de Periodistas de Cuba y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba han tenido el privilegio de participar en la inauguración de las nuevas instalaciones, que disponen de las más modernas tecnologías de climatización, iluminación y seguridad de los mejores museos del mundo.
El Museo Nacional de Bellas Artes quedará a disposición del público cubano y de quienes nos visiten a partir del primero de agosto próximo. Los niños disfrutarán de entrada libre y los cubanos pagarán la módica suma de cinco pesos (0.25 centavos de dólar), mientras que los turistas extranjeros pagarán cinco dólares u ocho dólares si desean recorrer los dos museos, el de Arte Cubano y el de Arte Universal, este último ubicado en el edificio del antiguo Centro Asturiano de La Habana.