Aseguran que la telefonía necesitó siete décadas para contar con 50 millones de usuarios. Dicen que la informática consiguió esa cifra en sólo un lustro. Lo cierto es que una y otra han marcado pautas en el desarrollo humano. A nuestros contemporáneos corresponde la posibilidad de gozar, de una u otra forma, de sus bondades.

En este momento se dan indicios que apuntan hacia el progreso en una rama aún elitista, pero enrutada en el contexto cubano por un camino que dista de ello. En predios nacionales se coincide en que no debemos enfocar el punto de vista principal al riesgo de estas tecnologías, sino a sus utilidades, a sus beneficios.

El surgimiento de la Oficina para la Informatización, una dependencia creada por el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones con el interés de expandir esa posibilidad, deviene evidencia concreta de los pasos que se dan hacia el objetivo de poner ese servicio a favor del ciudadano común, de la gestión del gobierno y del territorio en general.

Pero no resulta un paso aislado. Se alcanza como parte de un contexto en el que inciden otras realidades. La provincia de Sancti Spíritus dispone de alrededor de seis mil computadoras. La formación de técnicos y profesionales en la especialidad se materializa a la par que esta forma parte del objeto de estudio de otras disciplinas mediante su inserción en los programas de cursos regulares, postgrados, diplomados y maestrías.

Cuando el país dispone hoy en total de unos 4 mil informáticos, dentro de un par de años la nueva universidad creada con ese perfil en La Habana comenzará a aportar unos dos mil anualmente, un diez por ciento de los cuales son espirituanos. Además, contamos con un politécnico y la carrera dedicada a la preparación de ellos estará disponible en los cursos regulares de nuestro Centro Universitario.

De forma paralela, la estrategia nacional, que no deja atrás lo relacionado con las facilidades de conectividad, prevé acelerar los pasos en materia de disponibilidad de medios a un ritmo sustentado en el ensamblaje de PC en suelo cubano que, por ejemplo, permitirá en doce meses disponer de alrededor de las dos terceras partes de las atesoradas en los últimos cuatro años en conjunto.

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El reto de hoy

"De lo que se trata es de crear las condiciones que favorezcan la rápida propagación de lo que se derive de esa concepción para responder con eficacia a la proyección del país", asegura Ernesto Martín Rivero, quien se encuentra al frente de la Oficina espirituana de Informatización.

"El empeño de la provincia radica en generalizar lo que ya se consigue en Yaguajay, municipio tomado como referencia nacional en este campo gracias a la conexión de sus empresas fundamentales con ventajas evidentes en su gestión de gobierno".

Bajo esa óptica, se concibe trabajar por consumar esos pasos en otros cuatro municipios — Sancti Spíritus, Trinidad, Cabaiguán y Taguasco — mientras el resto hace explícita su disposición de sumarse con el interés fundamental enfocado en el ciudadano, quien puede encontrar huellas de su materialización en acciones que cobran vida en ramas todavía aisladas, pero que deben multiplicarse para bien de los trámites, esos que muchas veces no logran deshacerse del apellido de engorroso.

Es momento, entonces, de afinar la puntería. Cada paso aquí necesita tiempo. La base material precisa de inversiones que involucran a las comunicaciones. Todavía hay quien tendrá que conseguir mayor eficiencia en el uso de sus medios, pues no pueden persistir aquellos que limitan a su PC a una máquina de escribir. La informatización en favor de la sociedad no está al doblar de la esquina, pero hacia ella avanzamos. De lo que se trata es de acortar la distancia y el ordenamiento de lo que disponemos puede y debe ayudarnos.

Publicado en www.cubaindustria.cu/ 8 de Abril 2005

Página enviada por Isabel González