Cuba

Una identità in movimento


Ifá: sus oráculos

Natalia Bolívar Aróstegui Valentina Porras Potts


Los babalawos utilizan, para dar a conocer el mandato de los orishas, el tablero llamado Até Ifá, que representa la cabeza y también el mundo. Es redondo, de madera dura y señaliza los cuatro puntos cardinales: Norte-Sol-Olorun: Sur-Cruz-Vida y Muerte; Este-Luna (enfermedades) y Oeste-Cuarto Menguante (tragedia). El polvo o yefá se riega sobre el tablero y encima se escriben los oddun que los sagrados ikines marcan.

Entre los atributos usados por los babalawos está el irofá, el iruke, y el ékuele.

El irofá se usa en algunas de las ceremonias para golpear y rezar en el Tablero. El iruke, para limpiar el camino de las malas influencias. Antiguamente el yefá y el iruke se hacian del colmillo y del rabo del elefante que era un animal mitológico de las fábulas de Ifá y amigo y acompañante de Orúnla.

El ékuele es el instrumento de trabajo del babalawo. Al levantarse y moyugbar a Orúnla, orishas, orissas y awós difuntos, lo tira y éste le marca su comportamiento diario, lo que debe y no debe hacer, y a partir de esa orientación recibida y desde el momento de su iniciación en Ifá seguirá sus sabios consejos.

Los babalawos deben tener hasta diez y seis ékueles a similitud de los diez y seis oddun por los cuales Orúnla habla. Al realizar la tirada sabrá, de acuerdo al oddun que salga, cual de ellos deberá usar ese día. Independientemente de que los babalawos deban tener los diez y seis ékueles, por ser muy costosa su adquisición, la liturgia de Ifá plantea esto.

La consulta en Ifá se realiza de la siguiente manera. El babalawo tira el ékuele arriba de una estera donde está sentado con la espalda recostada a la pared, pues ésta es la forma de comunicación más directa con Orúnla y sus vaticinios. En las ceremonias de "bajar" a Orúnla(1) porque se está haciendo Ifá (o sea, nace un nuevo babalawo); por cuestiones de gravedad en algún caso consultado; para saber el orisha tutelar del aleyo o bien por la ceremonia de Fin de Año en que sale el oddun que regirá el venidero, se rinden honores y sacrificios a Olofin, Orúnla, y a todos los orishas y orissas. Para esto se utiliza el Até de Ifá y los ikines que se cogen en una mano y se dejan caer en la otra, marcando en el Tablero, que está cubierto por el yefá, los signos de derecha a izquierda. En este último caso, el babalawo más joven, quien representa el país y el mundo, es "registrado" o consultado por el babalawo más viejo. En esta ceremonia que realizan las casas más prestigiosas participa el mayor número de babalawos e invitados de otras casas. Todos interpretan de acuerdo a su experiencia y antigüedad en este complejo sistema religioso la palabra de Orúnla a seguir en el año que comienza, por ejemplo, los ebbó que hay que hacer, la bandera que hay que poner, prohibiciones que hay que observar, en fin, la conducta social y moral a seguir. De cada letra primaria u oddun meyi, se obtienen 200 x 240 combinaciones secundarias y 4.096 terciarias. Como se observa, es un sistema muy complejo y el iniciado necesita tener una gran memoria e inteligencia para poder interpretarlas.

En África, esta enseñanza dura siete años. Aquí en Cuba, el futuro babalawo deberá aprenderlo por su cuenta. Orientado por los babalawos en la ceremonia de iniciación de 7 días, ampliará sus conocimientos y sabrá cómo emplearlos. La dedicación por entero al estudio y la investigación harán de él un gran olúo.


    Nota

    (1) Utilizar directamente el fundamento de Orúnla en la consulta.




Tomado de: NATALIA BOLÍVAR ARÓSTEGUI — VALENTINA PORRAS POTTS, Orisha Ayé. Unidad mítica del Caribe al Brasil, Guadalajara (España), Ediciones Pontón, pp. 231-233


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