Cuba

Una identità in movimento

Dos patakies de Obbatalá

Karina Somonte Rodríguez



Se dice en esta historia, que Obbatalá había sido enviado por Olofi para que pusiera paz en la tierra y confirmara los dominios de cada uno de los Santos que estaban en ella.

Al llegar a la tierra, Obbatalá se encontró que el Rey Olokun era muy severo, al extremo que no perdonaba cada y castigaba severamente a todo aquel que desobedecía sus órdenes, o cometía cualquier equivocación.

Obbatalá llamó a Olokun, para que este modificara su proceder, pero él no le hacía caso y continuaba imponiendo severos castigos, hasta que al fin Obbatalá viendo que Olokun no se detenía, lo encadenó en su palacio de las profundidades del mar.

Por eso, a este Santo hay que respetarlo mucho y no se puede jugar con él, ya que castiga con mucha severidad y solamente rogándole a Obatalá se es posible alcanzar clemencia con él.


Oú Odede, (la flor de algodón), tiene el envidiable privilegio de ser capa y manto de Obbatalá, de envolverlo perennemente, de vivir pegado al ORISHANLA. Este honor, provocó una envidia terrible en los Eiyé (los pájaros), los cuales se entrevistaron con el sol y la luna para calumniar al pobre algodón.

A uno le pidieron que lo quemase con fuego, y a la otra, que lo secase con su frialdad.

Mas triunfó la inocencia del cándido Oú Odede, que a punto de perecer hizo ebbó y los pájaros quedaron ante Obbatalá como intrigantes, perversos y despreciables.

Obbatalá dispuso entonces, que cuando éstos atacasen al algodón, se hincaran los ojos con sus capullos, que Babá "Arubo" le había dotado de espinas pequeñas para su defensa.


Cuba. Una identità in movimento

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