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Cuba |
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Una identità in movimento | ||
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Flora Fong: el paisaje como un estado de alma
Isván Manuel Cano Hidalgo
Grande, esto es, que Progresa. La isla emerge de las aguas envuelta en palmeras que el "Aire Fresco" acaricia y hasta embiste con furia. Es la isla de la artista. La isla de los manglares, de los plátanos, de los gallos y los amaneceres. La isla que casi en su justo medio parió a la mujer que pinta el trópico desde la filosofía que le legaron sus ancestros.
Los inicios y un poco más
Flora Fong llega al mundo en una ciudad tocada por el encanto seductor de las leyendas y un ángel propio que invita a descubrirla: Camagüey. Es aquí que inicia sus estudios de pintura hasta llegar al nivel medio en la Escuela Provincial de Artes Plásticas.
El año 1966 marcaría la separación de su ciudad natal y a la vez la continuación de su superación artística en la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán, en la Ciudad de la Habana.
Cuatro años más tarde se gradúa y comienza entonces una larga carrera pedagógica en la Academia de Artes Plásticas de San Alejandro.
Flora ha manifestado que al pintar expresa lo que siente y es precisamente esa forma de creación la que transmitió a sus estudiantes durante 19 años, en los que ayudó a formar artistas en la reconocida y emblemática institución.
No sólo ha cultivado la pintura y el dibujo, sino que también ha incursionado en la cerámica, el diseño de tejidos en telas, el vitral y en la confección de papalotes con técnicas orientales. Además ha realizado ilustraciones para diferentes publicaciones nacionales y extranjeras.[1]
En su recuerdo: Camagüey
Retorno, es el movimiento del Tao.[2]
El regreso a Camagüey no es sólo físico, también se regresa con la memoria. Los recuerdos, la añoranza provocan el reencuentro y surgen alerones, ventanales, bicicletas, vitrales bajo una noche estrellada.
La ciudad que la vio nacer, la recibe siempre con orgullo.
Con ese orgullo de madre que aunque su hija esté lejos se regocija con su éxito, con saberse partícipe del talento y el virtuosismo que emanan en los lienzos de su Flora.
Así en 1999 el Gobierno de su querida tierra de los tinajones le otorga la distinción "Hija Ilustre" de la Ciudad de Camagüey y poco después el Sectorial Provincial de la Cultura, la honra con el reconocimiento "Espejo de Paciencia", máxima distinción que entrega esa institución en el territorio agramontino.[3]
El paisaje es un estado de alma
Todas las Cosas se apoyan en el Yin y las circunda el Yang.[4]
Como una "Ventana al Nuevo Día" emerge Flora Fong, con una sonrisa dibujada debajo de los ojos rasgados por su legado oriental.
De las aguas emerge la isla, de ese principio femenino que establece una estrecha relación con su contraparte y configura un ciclo, una armonía entre los opuestos. Flora personaliza la simbología oriental y nos lega un mensaje caribeño de espiritualidad, de esa abundancia exuberante que caracteriza lo tropical, sólo posible por lo fecundo de su naturaleza.
El Licenciado Pável Alejandro Barrios Sosa, especialista del Centro Provincial de las Artes Plásticas en Camagüey, resume lo que la artista representa.
"Flora patentiza una obra de elevado contenido cultural, es dueña de un ruralismo espiritual, de un paisaje sensitivo o paisaje latente que no aparece sólo como vivencia o recuerdo sino como imagen inmediata, aunque develada embellecida, del concepto. La búsqueda de la esencia, del alma y del trasfondo de las cosas amplifica sensaciones de una realidad aludida, enarbola el hálito espectral de su continencia y de la convivencia de imagen topográfica identitaria y traducción cultural de tal imagen. Es recurrente en la historia del Arte cubano la incesante búsqueda de lo peculiar, de lo nacional personalizado. Flora representa esa insularidad transculturada, esa mixtura cultural-artística asentada en la apreciación y representación de sus pertenencias, imagen de sus estados de alma".
Flora confiesa con sonrisa cómplice que no puede vivir fuera de su Patria, porque es fuente de inspiración la Isla que emerge de las aguas, la isla donde los amaneceres traen las musas para pintar el alma de un trópico cautivador.
[1] Últimas Exposiciones Personales
[2] Tao te King, Lao Tse.
[3] Flora Fong es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (AIAP). Ha recibido otros importantes reconocimientos como las Distinciones por la Cultura Nacional, en 1988, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, y la 23 de Agosto, de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en 1989. En el 2002, el Instituto Superior de Arte (ISA) le entregó el Diploma al "Mérito Artístico".
[4] Tao te King, Lao Tse.
Cuba. Una identità in movimento
Que Progresa, esto es, que llega lejos.
Que llega lejos, esto es, que Retorna.
(Tao te King, Lao Tse).
Notas
1990
1992
1993
1995
1997
1998
2001
Exposiciones Colectivas
1990
1991
Premios y Menciones
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
1974
1975
1976
1977
1980
1988
1990
Colecciones
Colecciones particulares
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