Cuba

Una identità in movimento


Intervención del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Perez Roque, en el Debate Interactivo de la Reunión Ministerial del Buró de Coordinacion del Movimiento de Paises no Alineados

Felipe Perez Roque


    Malasia, 29 de mayo de 2006

Estimados colegas:

Aprovecho la ocasión para reiterar nuestras condolencias a la delegación de Indonesia por el intenso terremoto que ha causado miles de victimas en ese país.

Quisiera, en primer lugar, rendir tributo al magnífico trabajo que ha desarrollado Malasia en la Presidencia del Movimiento, cuyo desempeño y compromiso servirá de ejemplo a nuestra labor futura.

Han quedado atrás los momentos en que algunos se cuestionaron la existencia y validez del Movimiento de Países No Alineados ante la nueva coyuntura internacional que se impuso en la convulsa situación de la década de 1990. Nadie tiene dudas hoy de la vigencia de sus principios fundacionales y de su importancia como foro de concertación política de los países del Sur.

Sin embargo, pasada una década de aquella etapa, nuestro Movimiento tiene por delante nuevos retos. Cuba está dispuesta a enfrentarlos durante el período en que desempeñe su Presidencia, a partir de la celebración de la XIV Conferencia Cumbre, que tendrá lugar en La Habana en septiembre próximo.

Permítanme ahora compartir algunas reflexiones sobre los desafíos que tenemos por delante:

    Primero: El Movimiento enfrenta en la actualidad una situación paradójica. La que debería constituir nuestra principal fortaleza, una amplia membresía, en ocasiones se convierte de hecho en el principal obstáculo para nuestra efectividad. Contar con la mayoría absoluta y casi los dos tercios de la membresía de Naciones Unidas, debería convertirnos en una fuerza arrolladora dentro de esa Organización y en el escenario internacional global. Sin embargo, en no pocas ocasiones, y debido a diferencias internas o la imposición de intereses nacionales, nos enfrascamos en discusiones que sólo nos arrastran a la desunión y al resquebrajamiento de nuestras posiciones. Ello ocurre casi siempre en temas o coyunturas de máxima prioridad para el Tercer Mundo. En ese momento, somos fácil presa de la fuerza brutal de las presiones que ejercen los países más poderosos que, así, terminan imponiendo su voluntad.

    Segundo: El escenario internacional actual difiere mucho del que prevalecía en etapas anteriores. La existencia de una única superpotencia, que pretende imponer su hegemonismo a nivel internacional e intervenir a su antojo en un mundo unipolar refuerza, sin embargo, la necesidad de contar con un Movimiento cada vez más cohesionado, que reafirme sus principios fundacionales y al mismo tiempo los actualice. No podemos permitir, por ejemplo, que el Movimiento de Países No Alineados permanezca inactivo mientras se cometen actos unilaterales y violatorios del Derecho Internacional y la Carta de la ONU, incluso contra países miembros del Movimiento. La cohesión, la unidad y la solidaridad deben ser los cimientos fundamentales de nuestro accionar colectivo.

    Tercero: Somos una amalgama heterogénea de ideologías, religiones, culturas, niveles de desarrollo, experiencias históricas e intereses nacionales específicos. Esta diversidad innegable, lejos de ser un obstáculo que nos impida la concertación, debe convertirse en un estímulo para construir la unidad que nos permita enfrentar mejor los desafíos del convulso e injusto mundo de hoy. El hecho de que todos y cada uno de nosotros atraviese por circunstancias diversas en sus procesos de desarrollo y en el ejercicio de sus relaciones internacionales nos debe proporcionar la riqueza que facilite nuestra capacidad de reacción ante cualquier fenómeno. Asimismo, los riesgos, amenazas y dificultades que enfrentamos son similares y tienen orígenes comunes. Por tanto, le corresponde al Movimiento convertir esa diversidad en la fuerza que nos aporte creatividad, solidaridad y cohesión en defensa de nuestros intereses colectivos. Debemos pensar siempre que lo que no nos afecta hoy, pero afecta a otro miembro del Movimiento, mañana podría afectarnos a nosotros. En la consecución de este objetivo, resulta imperativo que retomemos la aplicación del consenso para la toma de decisiones en el marco del Movimiento, tal y como fuera refrendado en el Documento de Cartagena sobre Metodología. El consenso ha tenido y tiene un papel fundamental para mantener la solidaridad y la unidad de los países no alineados, significa acuerdo considerable y entraña un amplio, participativo y transparente proceso de consultas para alcanzarlo, pero no exige ni implica la unanimidad. En ocasiones, la búsqueda de la unanimidad nos ha llevado a la parálisis.

    Cuarto: La necesidad de consolidar una agenda que defina acciones concretas a realizar de conjunto, para enfrentar con éxito nuestras prioridades más urgentes. El proyecto de Declaracion Final que ha presentado Malasia para esta reunión constituye un buen ejemplo. Nuestras reuniones, así como los documentos acordados en ellas, deben estar encaminados a identificar metas y acciones concretas que permitan atender nuestros intereses y necesidades comunes.

    Quinto: Los países miembros sufrimos en ocasiones la falta de sentido de pertenencia al Movimiento. La defensa unida y solidaria de nuestros intereses compartidos, la participación activa de todos en las deliberaciones sobre temas de crucial importancia para los países del Sur y la identificación de acciones concretas para materializar nuestras aspiraciones, deben contribuir a enfrentar este reto. La idea de pertenencia al MNOAL, no debe ni puede estar reñida con la participación de sus miembros en otros bloques u organizaciones regionales o subregionales o en agrupaciones como el Grupo de los 77. Por el contrario, todo mecanismo de concertación y toda forma de integración genuina entre nuestras naciones, contribuirá a fortalecer nuestro papel a nivel internacional, de la misma manera que favorecerá nuestro desarrollo económico y social. Debemos lograr un mismo nivel de compromiso con el Movimiento que con las otras organizaciones regionales o subregionales a las que muchos de nosotros pertenecemos. Ahora bien, una vez identificados los principales retos y desafíos, ¿qué se puede hacer para enfrentarlos? ¿Qué se propone hacer Cuba desde la Presidencia del Movimiento?

En el Documento Final de la XIII Conferencia Cumbre, celebrada exitosamente aquí en Malasia en febrero de 2003, los Jefes de Estado y Gobierno de nuestros países

    "... reafirmaron que la solidaridad entre sus miembros es esencial para el Movimiento".

En esta línea, Cuba apuesta por la unidad de acción y la solidaridad entre todos los miembros del Movimiento como la única alternativa para superar los enormes desafíos que tenemos por delante. Cuba presentará a la XIV Conferencia Cumbre un proyecto de Declaración Política, que identifique de manera clara las prioridades, principios, metas y objetivos comunes de los países que integran el Movimiento en las condiciones actuales, a la vez que reafirme los principios de Bandung y los preceptos básicos aún vigentes, que dieron origen al Movimiento de Países No Alineados.

Cuba presentará también un Documento de Metodología del Movimiento, que retome y actualice los Acuerdos del Comité Ministerial de Metodología del Movimiento en relación con sus principios de funcionamiento y las prerrogativas de sus mecanismos ejecutivos. El principal objetivo de este Documento es sistematizar lo alcanzado, proporcionar ejecutividad, así como dar mayor claridad, efectividad y viabilidad a la aplicación de los acuerdos y decisiones que adopten los países no alineados en sus principales reuniones de concertación. Cuba pondrá a consideración de la Cumbre, con vistas a su adopción, un Plan de Acción del Movimiento que incluya acciones e iniciativas concretas que serían aplicadas por los países no alineados, sobre la base de las decisiones y posiciones de principios adoptadas en las reuniones de alto nivel. Este documento representará el programa de los tres años de la Presidencia cubana, aunque deberá actualizarse y enriquecerse en la misma medida en que evolucionen los acontecimientos internacionales y surjan nuevos temas o situaciones de interés para los países no alineados.

En aras de potenciar la solidaridad y el intercambio mutuamente ventajoso entre sus miembros, Cuba presentará también un Documento sobre Cooperación, que refuerce la importancia y validez de la cooperación Sur-Sur entre los países no alineados.

Cuba continuará apoyando los pasos concretos dados por la Presidencia malasia en la activación del Movimiento en otras sedes multilaterales, además de Nueva York, lo cual contribuirá a nuestra unidad, coherencia, presencia y efectivo accionar en los foros internacionales en que se aborden cuestiones de interés para los Países del Sur.

Distinguidos colegas:
Nuestro éxito no será jamás el resultado del empeño de un país aislado. Para el cumplimiento de estos objetivos y la materialización del propósito estratégico de preservar, revitalizar y fortalecer el Movimiento de Países No Alineados, necesitaremos el apoyo enérgico, concreto y decidido de todos los Estados miembros. Cuba hará su máximo esfuerzo, lo puedo asegurar desde ahora, y espera el concurso de todos ustedes.

Muchas gracias.




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(31 de mayo de 2006)


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