Cuando a las 5 y 15 de la madrugada del 28 de mayo de 1957 el fuego del fusil del Comandante en Jefe Fidel Castro inició el combate de El Uvero, los disparos rebeldes trazaban un nuevo rumbo a los acontecimientos, a menos de seis meses de reiniciada la lucha armada contra la tiranía batistiana.
Luego del desembarco del Granma el 2 de diciembre de 1956 por Los Cayuelos, cercano a playa de Las Coloradas, municipio de Niquero, el grupo expedicionario tuvo su bautismo de fuego en Alegría de Pío, el día 5. La sorpresa se convirtió en derrota, y esta en dispersión. Pero 13 días después, en la Sierra Maestra, se reunían de nuevo Fidel, Raúl, Almeida, Camilo, el Che y otro grupo de combatientes para continuar la lucha.
El 17 de enero de 1957 tendría lugar el combate de La Plata, primera victoria del naciente Ejército Rebelde frente a las fuerzas de la tiranía, para demostrar ante el mundo la permanencia de Fidel en la Sierra Maestra, la capacidad guerrillera para tomar cuarteles y armas al enemigo, y la disposición de combatir hasta el triunfo final.
En marzo de ese mismo año, un grupo de 50 revolucionarios enviados por Frank País García, constituiría el primer refuerzo llegado a las montañas. Ellos, unidos a los expedicionarios del Granma y a los obreros y campesinos sumados a la gesta libertadora, ponían a la guerrilla en mejores condiciones para emprender acciones de mayor envergadura.
Al conocer la jefatura rebelde que se había producido por la costa Norte de Oriente el desembarco del Corynthia, con un grupo de revolucionarios, Fidel decide atacar el cuartel de El Uvero, con el objetivo de entretener a las fuerzas de la dictadura y disminuir la presión sobre los expedicionarios.
Unos 16 kilómetros de distancia y ocho horas de camino vencieron los combatientes la noche del 27 de mayo para llegar hasta el cuartel de El Uvero. En su relato sobre este enfrentamiento, uno de sus protagonistas, el Comandante Ernesto Che Guevara, señala en unos 80 los atacantes rebeldes y 53 los soldados defensores de la guarnición.
Sobre el heroísmo individual y colectivo de los revolucionarios y la trascendencia histórica de la acción, afirmaría el máximo jefe del Ejército Rebelde:
"Nuestros hombres tomaron por asalto cada posición, avanzando sobre las balas y combatiendo largamente. Todo lo que se diga sobre la valentía con que lucharon, no acertaría a describir el heroísmo de nuestros combatientes (...) El capitán Almeida dirigió un avance casi suicida con su pelotón. Sin tanto derroche de valor no hubiese sido posible la victoria".
Raúl Castro, por su parte, afirmaría luego que Almeida fue el alma del combate y el Che Guevara comenzó a destacarse allí como un guerrillero impetuoso.
"(...) El encuentro de El Uvero nos dio categoría de tropa experimentada".
El Guerrillero Heroico lo definió como el momento en que la guerrilla ganó su mayoría de edad. El Che afirmó también que a partir de ahí se incrementó la moral, así como la decisión y esperanzas de triunfo de los rebeldes.
De los 53 integrantes de la fuerza enemiga, 46 fueron bajas, entre ellos 11 muertos, 19 heridos y 16 prisioneros, según consta en el relato que hiciera el Comandante en Jefe a Frank País sobre esta acción.
Por la parte rebelde cayeron heroicamente los tenientes Emiliano Díaz Fontain y Julio Díaz González; también Gustavo Adolfo Moll, Francisco Soto Hernández, Anselmo Vega, Eligio Mendoza y Rigoberto Cilleros. Heridos resultaron el capitán Juan Almeida Bosque, el teniente Félix Pena, además de Miguel A. Manals, Mario Maceo, Manuel Acuña, Enrique Escalona, Mario Leal y Hermes Leyva.
Hoy, al conmemorarse el aniversario 47 del histórico combate se confirma que las armas rebeldes, más que contra un cuartel enemigo y sus ocupantes, dispararon contra el injusto sistema social que sumía al pueblo cubano en la opresión, el abandono y la desesperanza.
Así, en El Uvero, al decir de Raúl, la insurrección se cubrió de gloria, en los nuevos campos de batalla la Revolución y el pueblo heroico que la sostiene sabrán también cubrirse de gloria.
Fuente: Granma Diario
http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/comentarios/nacional-13.htm