Teniendo presente este pensamiento estratégico de Fidel y de la Revolución Cubana, una vez producido el triunfo del primero de Enero de 1959, se promulgaron las leyes y se iniciaron programas para resolver los graves problemas que se presentaban en los campos de la educación y la salud pública, como parte de procesos transformadores que debían transcurrir y potenciarse paralelamente.
En 1961 se inició la compaña para la alfabetización de 1 032 849 personas que no sabían leer ni escribir y culminó exitosamente el 22 de diciembre de ese mismo año con la Declaración de Cuba como Primer Territorio Libre de Analfabetismo de América.
En igual sentido transformador se actuó en todo el sistema educacional y, en especial, se proyectó la transformación de la enseñanza universitaria mediante la Ley de la Reforma de la Enseñanza Superior promulgada el 10 de Enero de 1962, cuyos principios y aspectos esenciales han mantenido su vigencia hasta el día de hoy.
Dicha ley estableció la creación de la Escuela de Medicina de Santiago en febrero de 1962 y de la Escuela de Estomatología en agosto de 1963, constituyéndose así la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Oriente integrada por esas dos escuelas. En 1967se produjo la primera graduación de Ciencias Médicas en Santiago de Cuba, con 51 egresados, 32 de Medicina y 19 de Estomatología.
En 1976 se creó el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba (Universidad Médica) como institución docente independiente de la Universidad de Oriente, adscripta al Ministerio de Salud Pública, como parte de una nueva política estratégica con la organización y la creación del Ministerio de Educación Superior en el país.
Las instituciones médicas en la actualidad, integradas por cuatro Institutos de Ciencias Médicas (Ciudad de La Habana, Las Villas, Camagüey y Santiago de Cuba), que junto a las otras facultades de Ciencias Médicas en las restantes provincias suman 22 facultades han formados más de 78 000 médicos y han brindado su colaboración a 100 países del mundo durante los años de Revolución. Hoy en día esa cooperación abarca a 78 naciones.
Debe destacarse en ese papel fundador de la Revolución Cubana, la creación de la Escuela Latinoamericana que ya ha graduado miles de médicos procedentes de los países subdesarrollados.
El Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba ha contribuido en la región oriental a materializar los objetivos propuestos de formación de recursos humanos de salud para Cuba y el mundo.
Hasta la fecha el Instituto ha graduado a 45 089 profesionales de la salud, que comprenden 19 778 médicos, 3 455 estomatólogos, 7 825 licenciados en enfermería y 1 317 técnicos.
La formación de profesionales y técnicos procedentes de unos 80 países de varios continentes, asciende a 2 049 profesionales y técnicos.
Hoy la matrícula de la Universidad Médica de Santiago de Cuba es de 25 560 estudiantes, de los cuales 1 250 proceden de 49 países.
La institución cuenta con 5 Facultades, 2 Facultades de Medicina, 1 en Estomatología, 1 de Licenciatura de Enfermería y 1 de Tecnología de la Salud. Formando parte de la Facultad de Medicina No. 2 se encuentra la Facultad Caribeña, que forma a estudiantes del Caribe y de otros países de África.
Además, actualmente este Instituto desarrolla el nuevo modelo pedagógico implantado en el país para la formación del personal médico, proceso conocido como universalización de la enseñanza universitaria, y en el cual prácticamente todo el país se ha convertido en una universidad de nuevo tipo. La docencia ha sido descentralizada a todos los municipios del país y los policlínicos docentes integrales han asumido la formación completa de los futuros profesionales, mediante una integración armónica de la atención primaria y secundaria de salud.
La formación de los estudiantes actuales está a cargo de 4 675 profesores, para una relación de 1 por cada 6 estudiantes.
Al cabo de cincuenta años del triunfo de la Revolución, el espíritu fundador de la Revolución Cubana en el campo de la salud pública, muestra resultados que ni los más imaginativos soñadores de sus iniciadores pudieron concebir. Sin embargo, ahí está la obra fecunda al servicio no sólo de Cuba sino también al servicio de la humanidad necesitada.
Esta fue la respuesta de Cuba ante el reto que representó el hecho de que de 6 286 médicos que existían el país en 1958, sólo quedaban 3960 en 1962. El éxodo hasta esa fecha de 2 326, continuó elevándose, como parte de la política de los Estados Unidos para privar a Cuba del personal técnico calificado para atender a los enfermos. Y, efectivamente, logró llevarse a prácticamente la mitad de los profesionales de la salud.
Pero como dijo Fidel en 1962, en el acto de la fundación del Instituto de Ciencias Básicas y PreClínicas Victoria de Girón en Ciudad de La Habana,