Todavía queda mucho por sacar a la luz pública sobre el terrible holocausto de la esclavitud moderna, que ha sido uno de los pilares del desarrollo del capitalismo europeo y americano, a la vez que representa una rémora profunda de la actual desventaja socioeconómica de los descendientes de africanos en este lado del Atlántico, junto con las graves secuelas que ha traído para África el impacto de la trata esclavista trasatlántica.
En el caso de Cuba, el libro de la Dra. Gloria García, La esclavitud desde la esclavitud (México 1996 y La Habana 2003) constituye una oportuna contribución que permite adentrarnos en nuevos intersticios que van mucho más allá de las interpretaciones generalizadoras, aunque necesarias, sobre los orígenes, evolución, desarrollo, crisis y decadencia del sistema esclavista en la Isla. Uso el calificativo de oportuna porque esta es una obra que engrana perfectamente con el proyecto internacional La Ruta del Esclavo, pues uno de sus diversos propósitos consiste en aportar valoraciones novedosas que contribuyan tanto al conocimiento más profundo y abarcador sobre el tema, como a motivar su vinculación con la enseñanza sistematizada y a nuevas investigaciones. Esta obra ha sido acreedora del Premio Catauro Cubano que otorga la Fundación Fernando Ortiz precisamente en el 2004, declarado por la UNESCO como Año Internacional de la conmemoración de la lucha contra la esclavitud y su abolición.
Aunque en el contexto de las ciencias sociales y humanísticas cubanas no hace falta "romper el silencio" sobre el tema de la esclavitud moderna, como en otros países de Europa, si hace falta "reavivar constantemente la memoria" porque la amnesia histórica es el peor de los síndromes contra la identidad cultural.
La obra cuenta con un enjundioso prólogo del Dr. Salvador E. Morales Pérez donde valora y ubica el presente texto dentro de una tradición historiográfica y antropológica cubana sobre el tema, a la vez que reflexiona sobre su alcance internacional.
En su Estudio introductorio la autora subraya la significación de contar
"... sin mediaciones distorsionadas, [con] la voz de los esclavos".
Las múltiples cartas de reclamaciones efectuadas por los esclavos hacen posible constatar la lucha por sus derechos civiles como formas peculiares de resistencia. En este sentido, las fuentes epistolares que conserva el Archivo Nacional de Cuba, abarcan desde el apogeo del sistema esclavista en 1820 hasta el fin del patronato en 1886, aunque también se conocen pocas cartas"... de los últimos años del siglo XVIII y primeras décadas del siguiente".
El análisis de contenido de esta valiosa documentación hace posible delimitar múltiples aristas sobre las posibilidades de coartación en un contexto social muy hostil, la evolución de la legalidad colonial respecto de los esclavos, el papel de los funcionarios del estado para facilitar o no las reclamaciones efectuadas, las declaraciones de los procesos judiciales y otros aspectos relacionados con el drama mismo del status de ser esclavo o esclava.
El núcleo principal del estudio parte de la plantación, su cualidad comunal, la estructura informal, la familia y las relaciones de parentesco, los nexos de la plantación con su entorno y cierra con las características de la esclavitud en las áreas urbanas y las rebeldías esclavas.
La autora adjunta un importante conjunto de documentos y testimonios que abarca desde cuestiones de orden general sobre el Código Negro de 1789 y el estado de opinión de los dueños de ingenios en La Habana en 1790, hasta diversos extractos de procesos judiciales contra esclavos africanos y sus descendientes criollos que revelan en primera persona aspectos íntimos del modo de vida, la familia, el matrimonio, los hijos y el esfuerzo denodado por liberar a familiares de diversos grados de consanguinidad y de afinidad. En el ámbito de la plantación saltan a la vista los conflictos entre esclavos y mayorales, así como las relaciones de solidaridad entre los propios esclavos.
De interés muy especial son los documentos sobre el impacto de la coartación en las nuevas relaciones laborales de los ex-esclavos, la permanente violencia de los amos y el constante afán por obtener la libertad, sea de manera personal o colectiva, bien mediante las leyes o por el cimarronaje.
En esta obra se revela otra arista necesaria, y es su inmediata aplicación a la enseñanza, pues aunque el tema de la educación en ciencia y en arte es una cuestión global, conocemos perfectamente que no siempre la enseñanza marcha al ritmo de los nuevos conocimientos científicos ni artísticos, sino a su saga y en este sentido resulta impostergable incorporar los resultados de la presente investigación a planes y programas, no sólo mediante el esfuerzo personal de la propia autora, como hemos podido realizar en varias ocasiones con estudiantes de otros países que visitan Cuba, sino en la enseñanza general y especializada.
Esta obra no es solo una invitación a la lectura y a la reflexión para preservar y desarrollar lo alcanzado hasta hoy, sino una sana provocación para continuar en este empeño, nos muestra el papel de la historia como instrumento de conocimiento y acción.