Un simposio sobre la situación del dengue en Las Américas y en Cuba, que incluye el desarrollo de vacunas contra esa enfermedad, centra la segunda jornada de la Convención Internacional de Salud.
La ofensiva de la Isla ante la epidemia de dengue del año 2001-2002 y el programa de control nacional serán también parte de los intercambios del foro que reúne a más de mil delegados de 34 naciones y representantes de cuatro organismos mundiales.
Dedicada al abordaje de los nuevos retos de la salud en el siglo XXI con el fin de incrementar la calidad de vida, la Convención dedicó sus primeras sesiones al análisis del papel de la vivienda y su entorno en la sanidad humana.
En este sentido, George Alleyne, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) opinó que de vez en cuando el mundo olvida que las condiciones del lugar de residencia también significan salud.
Existe la tendencia de ver la vivienda y su ambiente como el sitio donde se pueden transmitir vectores y no como una fuente necesaria de bienestar espiritual y físico, precisó el máximo representante de la OPS.
Tras insistir en que los problemas de vivienda no solo afectan a los países pobres sino también al Primer Mundo, Alleyne recordó que las moradas insalubres originan dengue, paludismo, infecciones respiratorias agudas y alergias.
Asimismo, dijo, son fuentes de accidentes domésticos y hasta de violencia familiar que contribuyen a la susceptibilidad de sus habitantes.
En el contexto de la primera jornada de la Convención Internacional de Salud, el director de la OPS lanzó la convocatoria para el Curso Virtual sobre el control de vectores, reservorios y agentes en la vivienda y el peridomicilio.
El curso se desarrollará durante 14 semanas a partir de septiembre próximo, y forma parte de las actividades por el centenario de la OPS.
En cuanto al SIDA, otra de las principales temáticas del foro, se conoció que se mantiene como la principal causa de muerte en el Caribe, donde las mujeres son las más afectadas.
Para el director regional de UNICEF, Per Engebak, los prejuicios, la disparidad en la distribución de la riqueza, la pobreza y la cultura de violencia en contra de la mujer constituyen factores de riesgo en el área.
Asimismo señaló al desplazamiento de la población hacia otras regiones dentro de un país y hacia otros, la falta de acceso a la información vital y servicios de salud entre los motivos desencadenantes de la pandemia.
El área del Caribe, con una incidencia del 2.2 por ciento a finales del año 2001, es superada solamente por África subsahariana con 8.4 por ciento, lo que la convierte en la segunda región más afectada en el mundo, acotó el directivo.
Agregó que un total de 420 mil personas viven con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida en el Caribe, equivalente al total de la población de Surinam.
Por su parte, América Latina exhibe un estancamiento en la frecuencia de casos de este virus en los últimos años, y se estima que a finales de 2001 habían 1.4 millones de personas viviendo con el mal.
Según Engebak, la mayor causa de muerte en adultos entre 25 y 44 años de edad en el Caribe es resultado de la incidencia de casos de SIDA. (PL)
Fuente: http://www.tiempo21.islagrande.cu/"