Cuba

Una identità in movimento


¡"Cuba, territorio libre de América"!

Héctor Delgado


Hasta hoy ningún pueblo ni país ni gobierno tiene el estómago suficiente para soportar la náusea para encabezar la condena contra el pueblo, Revolución y gobierno autónomo de la República de Cuba, por presuntas violaciones a los Derechos Humanos. La voz del amo exige un texto vergonzante durante los debates y votación de la 61 Sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, Suiza.

La votación está prevista para el 22 de abril. Pero todos los cabildeos apuntan a su adelanto para mañana, con la finalidad de dar un albazo.

El gran violador de los Derechos Humanos en el Siglo XXI, colofón de la bajeza genocida del bloqueo contra Cuba iniciada hace 45 años, es la plutocracia gobernante de Estados Unidos.

Aplastar al pueblo cubano, aun con la amenaza terrorista de invadirla, es una de las atrocidades que están dispuestos a cometer. Fracasados los mercenarios — traidores a su Patria — que invadieron Bahía de Cochinos a poco de iniciado el triunfo de la Revolución Cubana, no cejan en su empeño. Para ello se han valido de la humillación a otros gobiernos de América Latina, haciéndoles leer lo que les escriben desde el Departamento de Estado o las agencias de espionaje. Hoy, en manos del más "excelso" desestabilizador de pueblos por donde ha pasado: John Dimitri Negroponte.

Los pueblos del mundo en autoprotección están protestando con los medios a su alcance. La defensa moral y ética frente a esas amenazas, está en el poder de la palabra. Decenas de organizaciones civiles en todo el mundo, han hecho llegar a sus ministerios de Relaciones Exteriores — tal es el caso de la SRE, donde Luis Ernesto Derbez debe hacer pie de casa, dejar el candil de la calle que carga —, para que conozcan de viva voz qué piensa la gente. Y de ésta, la grandeza de su inteligencia colectiva.

A las decenas de Premios Nobel que ya lo han hecho, queda ahora la palabra exacta del hombre común:

"Agredir al pueblo de Cuba, es una agresión contra México".

No fatiga repetirlo. Estados Unidos, menos que nunca en este momento en que están persiguiendo a mexicanos que cruzan la frontera — mediante la represiva y nazifascista campaña denominada Minuteman —, tiene una brizna de autoridad moral y ética.

Tampoco. Si recordamos la sevicia con la que torturan a presos en Guantánamo, de Afganistán e Irak. Peor, con las huellas indelebles de lo que les han hecho a los árabes iraquíes en las mazmorras de la cárcel de Abu Ghraib, escenas (junto con lo asqueante de los ingleses), que pintan de cuerpo entero a los psicópatas enfermos mentales de su soldadesca infame que goza — ¿con esas grotescas imágenes sexuales de genitalidad? — toqueteando a pobres hombres atados y cubiertos del rostro, para que ni instintivamente puedan siquiera autoprotegerse en medio de su desnudez.

Y así pretenden que los respeten los árabes humillados y ofendidos, a quienes — ni a sus hijos y esposas — jamás se les borrará la ofensa más profunda a su religión islámica, torturando su mente, mediante la incisiva violación a sus creencias, usos y costumbres.

Seguramente el temor que causa su arsenal nuclear y la cobardía que muestran esos soldados estadunidenses, que están despojando contra todo derecho humano de su riqueza petrolera a Irak, es que hace que infrinjan las leyes del Derecho Internacional, y, pretendan sumir a la ONU en el agravio de que al no respetarla, ésta desaparezca.

Por ello, también se han recrudecido los ataques contra la ONU a través de demeritar la personalidad de Kofi Annan. Los supuestos hechos de corrupción de algunos funcionarios burocráticos de la organización, con la finalidad de agorzomarlo, y, presionarlo para que dimita. Kofi Annan ya no les resulta grato ni útil. Para la política genocida, justo en los linderos de la antipolítica de la plutocracia petrolizada y cibernética que encabeza el clan Bush/Cheney/Rumsfeld/Rice, la ONU estorba. El Derecho Internacional les apesta. El multilateralismo también.

¿Qué hacer? Los pueblos tienen el derecho inalienable de su dignidad. Firmeza. Memoria histórica. En el exacto símil que grita el personaje de La Cucaracha, cuando López Tarso en su caracterización de asistente de La Doña:

"Jefa, ya no tenemos balas".

Ésta lo mira desde la altivez de su belleza y voz inquietante:

"Échales mentadas que también les duelen".

En otro tiempo Benito Juárez, 20 años después exactamente, luego que EU había despojado a México de más de la mitad de su territorio, julio de 1867, pronunció su llamamiento a la Nación, con la segunda declaración de Independencia:

"El respeto al Derecho ajeno es la paz".





Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes (11 de abril de 2005)


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