Allí está, entre el mar y las montañas, legendaria, rebelde, heroica, hospitalaria; cuando el sol se pone en el occidente la rodea el misterio; más, es alegre, romántica, trovadoresca y cálida; iluminada desde la mañana por un sol ardiente.
Los que no la conocen, repiten lo que dijo Federico García Lorca en su poema: "Iré a Santiago". Quieren conocer la ciudad de los Maceo, la ciudad de Frank: La Capital Cultural del Caribe.
Ella los espera en el centro de su anfiteatro natural ampliado por montañas, ella en constante vigilia, honra a José Martí, y a los que pelearon en el 68, en el 95, en la década del 20, del 30, y a los que cayeron en el Moncada. Dicen que por sus calles, por donde se escuchan los pregones y los trovadores, se sienten los pasos de los héroes; así lo dijo el poeta Manuel Navarro Luna en sus versos:
Es Santiago de Cuba
No os asombréis de nada
Por allí anda la madre de los Héroes
Por allí anda Mariana
Estaréis sordos si no sentid sus pasos
si no escuchad su tremenda palabra.
Este año, en su 490 aniversario, la ciudad celebra también el 160 cumpleaños del más grande de sus hijos: el Mayor General Antonio de la Caridad Maceo Grajales.
Sí, nació en Santiago. ¡Dónde la escultura ecuestre del artista cubano Alberto Lescay esculpida en bronce!, ¡dónde el machete alzado ordena, señalando el camino en defensa de la Patria y de la independencia!
Mucho se ha polemizado sobre el lugar de nacimiento de Antonio. El historiador Joel Mourlot explica en su escrito sobre los orígenes de la familia Maceo, dice que son irrebatibles los argumentos que demuestran que nació en Santiago de Cuba, los cuales relaciona:
La partida bautismal; tres afirmaciones del propio Antonio Maceo llamando a Santiago, su ciudad natal; dos declaraciones notariales de Dominga Maceo Grajales y la viuda de Tomás Maceo Grajales, quienes aseguraron que Mariana afirmó que Antonio había nacido en la casa de Providencia baja no. 16, en esta ciudad y que ella siempre iba a parir a esa casa; y una carta de quien fuera su ayudante y amigo íntimo general Lacreite Mourlot a María Cabrales en la que pedía permiso para trasladar los restos de su querido jefe
"... a Santiago de Cuba, lugar de su nacimiento".[1]
La casa natal de Antonio, testimonio de las vidas ejemplares de los Maceo Grajales, es fragua. La familia compartió su estancia residencial en otra vivienda situada en Majaguabo. Pero Antonio de la Caridad, nació en la ciudad de Santiago de Cuba.
Los acuciosos investigadores e historiadores santiagueros, prueban documentalmente la permanencia de la familia Maceo Grajales en la ciudad. Asimismo hallaron los datos y documentos referidos a la propiedad de la vivienda.
La Dra. Nidia Sarabia afirma en su libro Historia de una familia mambisa que el 14 de junio de 1845, nació el primer hijo de Marcos Maceo y Mariana Grajales en Santiago.
"La teoría más confirmada, dice la historiadora, es que Antonio nació en la misma casa de la calle Providencia y que en el parto atendió a Mariana una recogedora nombrada Benigna Linares. Apenas con dos meses y medio de nacido Antonio, Marcos y Mariana lo bautizaron en la iglesia de Santo Tomás Apóstol. El padre declaró que era natural de Santiago de Cuba, así como la madre. Ofició en el bautismo el cura dominicano, José M. Miura".[2]
La Dra. Olga Portuondo, en su investigación MARCOS MACEO, EL SANTIAGUERO, escribe que al empadronarse en 1841 el octavo barrio de la ciudad, habitado por gentes muy humildes, la casa no. 16 de Providencia baja se registraba como un bohío ocupado por la señora Agapita Silva. Afirma que en 1854, esta vivienda aparece inscrita en el padrón general de fincas urbanas de Santiago de Cuba como propiedad del francés monsieur Lambert. Y que al embargársele los bienes a Marcos Maceo, por infidencia, la inquilina Caridad Guzmán alegaba que hacía 19 meses que no sabía a quien pagar la renta.[3]
En la declaratoria de herederos de los Maceo hecha en 1907, se indica muy claramente, que la casa había sido adquirida por Mariana Grajales sólo unos veinte años atrás. Afirmó.
Por otro lado, las historiadoras, María Elena Orozco Melgar, Lidia Sánchez Fujishiro y María Teresa Fleitas Monnar, en su tema: SANTIAGO DE CUBA: LA CIUDAD DE ANTONIO MACEO, expresan:
"La familia Maceo Grajales adquirió una casa en el extremo noroeste de la calle Providencia baja No 16, ubicada en el séptimo cuartel del primer barrio del distrito Norte, la vivienda se encontraba en la periferia, en lo que fue partido de Santo Tomás, donde existía una numerosa población de negros y mulatos libres muy solidarios entre sí".
"La calle Providencia formaba parte de la red comercial organizada alrededor de la función portuaria, en íntima relación con el barrio de la Marina y con las calles Santo Tomás, Gallo, Rosario y Factoría, entre otras…"
"La nueva organización administrativa de 1856, dividió la ciudad en dos distritos y amplió los barrios al número de nueve. La casa de Providencia no. 16 siguió en el humilde primer barrio norte del segundo distrito, llamado El Provisional, cuya denominación sugiere la forma de urbanización".
"La niñez de Antonio Maceo se comparte entre la finca de su padre en Guaninicum de Lleonart y este barrio, algo distante del centro pero próximo al mar. Vivían en esta zona muchas familias francesas y blancas venidas al menos, como puede precisarse por los censos de la época y por novelas como “Vía Crucis” de Emilio Bacardí".[4]
En su tema la Dra. Portuondo anota que la partida de bautismo original de Antonio Maceo se halla en el Libro de Pardos no. 17, f. 126; p. 212 de la Parroquia de Santo Tomás, aunque lleva el apellido de su padre, es inscrito como hijo natural de Mariana, quien contrae matrimonio con Marcos Maceo en 1851.
El Dr. Eduardo Torres–Cuevas, en su libro ANTONIO MACEO, LAS IDEAS QUE SOSTIENEN EL ARMA, afirma que el 14 de junio de 1845 nace en la ciudad de Santiago de Cuba, Antonio Maceo y Grajales. Agrega:
"Cada vez que iba a nacer un nuevo hijo, Mariana se trasladaba a su casa (en esta ciudad) buscando la cercanía de familiares y de auxilio en caso necesario... "[5]
Nidia Sarabia para comprobar esta tesis cita el libro de Gonzalo Cabrales Epistolario de Héroes en el que se publica una carta de Antonio Maceo, en la cual él ratifica lo que afirman los historiadores. Dice:
"Al día siguiente entramos a Santiago de Cuba, y en el muelle, volvió a aumentarse mi tristeza, a tal extremo, que para no darla a conocer a mis adversarios, me privo del placer de ver a millares de mis amigos, ocultándome en el camarote, porque sentía en mi interior correr a torrentes lágrimas de sangre, que desprendían de mi alma al contemplar de cerca las ruinas de MI PUEBLO NATAL".[6]
Notas
- Joel Mourlot. Sierra Maestra. 7 de diciembre de 1996.
- Nidia Sarabia. Ob. Cit. p. 40-41.
- Visión Múltiple de Antonio Maceo. p. 24.
- Ídem p. 60-61.
- Eduardo Torres- Cuevas. Ob. Cit. p. 15.
- Nidia Sarabia. Ob. Cit. p 43.
Fuente: CUBARTE
12 de Junio, 2005
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes (14 de junio de 2005)
