La fascinación del cerdo
Un puerco se quedó mirando a un cocuyo que pasó sobre su chiquero alumbrando el fango.
Ansioso, le siguió un largo tramo, viéndole, fascinado, la luz verdeazulosa. Pero el cocuyo se perdió de su vista.
De vuelta a su fangal, se decía el puerco tristemente:
— Qué extraño bocado he perdido.
Asamblea mundial de pájaros
Las aves se reunieron para hacer una Ley general por la paz, que a todos protegiera.
Fue una gran asamblea. Vinieron pájaros de todas la zonas del mundo. Aun las aves que habitaban en solitarios peñascos, en las regiones polares, acudieron.
En medio de la primera sesión se levantó la paloma rabiche y dijo:
— Proyecto de ley: el gavilán no podrá comerse a mis hijos.
Se levantó el gavilán y dijo:
— Esa ley destruye a mi raza. ¿Con qué nos sostendremos si no de la fragante carne de la paloma?
Se levantó la mariposa y dijo:
— Proyecto de ley: que el pitirre no coma más mariposas.
Se levantó el pitirre y respondió:
— Amo las flores y cuando veo una mariposa volando pienso en una flor con alas, y me tiro y la ensarto, y la devoro. Y como saben a flor, nunca me entero que como mariposas.
Se levantó el aura tiñosa y dijo:
— Proyecto de ley: que el pitirre no me pique más la cabeza.
Se levantó el pitirre y replicó.
— Soy un fanático de la belleza. La horrible cabeza del aura excita mi ataque puro contra la fealdad.
Se levantó la paloma rabiche y dijo:
Y el halcón que la miraba se dijo:
— El amor es una rica pechuga...
La ciguapa, presidenta de la asamblea, callaba.
Se levantó el zunzún y dijo:
— Hagamos la ley justa como la hace el hombre.
Se levantó la bijirita y dijo:
— El hombre hace la ley que le conviene y nos mata.
Se levantó la gallina y dijo:
— Proyecto de ley: que la lechuza no robe y mate a mis pollitos.
Se levantó la lechuza y dijo:
— ¿Y con qué alimento a mis pichones?
La ciguapa dio dos golpes con una varilla de guamá en una güira seca, para llamar al orden y dijo:
— Se suspende la asamblea hasta el año próximo. Los temas son profundos y tenemos que estudiar las soluciones adecuadas.
Y las aves se esparcieron por toda la tierra.
La ciguapa en su nido, se dijo:
— La labor es grande. Si se quiere la paz entre las aves, hay que cambiar sus estilos de vida. Todas quieren la paz, porque en general no hay ave que no esté amenazada por otra. Hay que lograrla...
Y calló porque vio la sombra del gavilán cruzar sobre el ateje donde estaba su nido.