Zona II. Costa de Oro
Esta zona, mucho más pequeña que la anterior, abarca los actuales territorios costeros y parte del interior de Costa de Marfil, Ghana y Burkina Faso, en los que se asientan varios etnos muy involucrados en el tráfico de esclavos desde sus inicios. Esta zona, la anterior y la que sigue se relacionan durante el tráfico de esclavos y las denominaciones cruzadas son un vivo ejemplo de ello.
De acuerdo con las denominaciones estudiadas, la que predomina en la zona permite identificar a los esclavos mina y en escasa frecuencia aparecen referidos como gangá y lucumí. Por el contexto de las fuentes también aparecen esclavos de los etnos bonna y ga.
II.1. Mina
Con la denominación metaétnica mina, referida al conocido topónimo de San Jorge Elmina, fundado por los portugueses en 1482, proceden esclavos achanti, fanti, gwa y mina, propiamente dichos.
En el territorio costero de Ghana se construyó una red de fuertes y castillos dedicados a la defensa militar y al control del comercio de oro y esclavos. Esta red pasó con relativa frecuencia de manos portuguesas al dominio de alemanes, daneses, holandeses e ingleses interesados en obtener grandes beneficios en el negocio de la trata.
II.1.a.
Los achanti (conocidos también como asante, asanti o ashanti),[1] aparecieron en Cuba con las denominaciones de achanti (ashante, ashantte), mina achanti (mina-ashante, mina ashanté), oro (oró) y también como lucumí achanti (lucumí chanté). Esta variedad de trascripción y ubicación como mina o lucumí, más al este, también se debe a la dinámica del tráfico y a varios referentes lingüísticos: español, inglés, francés, según los comerciantes.[2]
En relación con los achanti, también aparece en Cuba la denominación de coromando (NOVOA, 1998: 29), fácilmente identificable con coromantee (coromanti), referidos al fuerte Koromantin de la antigua Costa del Oro (ADDERLY, 1999). Esta denominación fue muy empleada entre los esclavos de Jamaica y Suriname durante los siglos XVII-XVIII y es posible que en el caso encontrado, bien procediera directamente del área del actual Ghana o a través de la reventa desde el Caribe.
Los achanti también aparecen frecuentemente en Colombia y en parte del Caribe insular anglohablante (FRIEDEMANN, 1993: 53).
II.1.b.
Los fanti (fante),[3] se conocieron en Cuba como fanti (fantee), mina fanti (mina-fantí) y además como lucumí fanti.
La presencia de los dos grupos anteriores (achanti y fanti) también se reporta en Colombia (asante y fandi) como resultado de estudios lingüísticos.
En cuanto a los orígenes de la población caribeña del archipiélago de San Andrés y Providencia, su proceso histórico-cultural básico a partir del dominio esclavista inglés, en la Costa de Oro, hace parte de la órbita de otras islas, especialmente Jamaica, con transcursos similares. Los estudios lingüísticos han permitido señalar el predomino étnico Fanti-Ashanti, particularmente visible en la lengua criolla que así mismo comparte con Jamaica, islas Caymán y otros territorios insulares del Caribe (FRIEDEMANN, 1993: 54).
II.1.c.
Los gwa (agwa, akwa, aqia o mbato)[4] aparecen referidos como guagua, guasi,[5] mina guagui y quaqua.
La denominación étnica guagui también se reporta en Colombia, en la región del litoral Pacífico (FRIEDEMANN, 1993: 52).
II.1.d.
Los mina (también conocidos como popo o popó),[6] si bien no aparecen en otras importantes compilaciones de etnónimos africanos, se les considera habitantes primarios del litoral de Togo y Benin, son hablantes de una variante dialectal del ewé y por ello se les ha considerado como ewé desde el punto de vista étnico, sin embargo su etnogénesis es el resultado de procesos migratorios de los ga (gan) y los fanti de Ghana. En Cuba aparecen africanos mina con el mismo etnónimo y con los de ganga mina o popo, lucumí mina, mina popó (mina popó costa de oro), mina musona y lucumí popo, popó (popo).
II.§. Otros componentes étnicos
II.§.a.
De esta zona aparece otro pueblo como los bonna (bonda),[7] que se registra en Cuba con la denominación de bondó (bondo) y lucumí bona.
II.§.b.
En relación con los ga (gan),[8] aparecen con la denominación de igá.
Aunque este grupo es poco conocido y reportado, aparece en Colombia con las denominaciones de coto y ocara, vinculado con las lenguas gá-adangme (FRIEDEMANN, 1993: 53).
La zona II incluye una denominación metaétnica (mina), abarca treintaidos denominaciones étnicas válidas para clasificar seis etnónimos.
Zona III. Costa de los esclavos (Ensenada de Benin)
La Costa de los Esclavos fue el nombre utilizado durante los siglos XVIII y XIX para la parte de la costa correspondiente al golfo de Guinea o Ensenada de Benin, en África occidental, entre la desembocadura del río Níger al este y del río Volta al oeste. Esta franja costera se extiende entre los actuales territorios de Nigeria, Benín, Togo y el este de Ghana. Esta zona fue el centro del comercio holandés e inglés de esclavos, que eran capturados en el interior por jefes africanos y conducidos a los mercados de la costa, hasta la abolición de la esclavitud en Europa a principios del siglo XIX, pero que después continuó intensivamente de manera clandestina.
Según las denominaciones genéricas o metaétnicas que hemos estudiado en Cuba, las más comunes por orden alfabético son: arará, carabalí y lucumí. Estas denominaciones pueden repetirse en un mismo etnónimo, todo depende del trasiego humano durante el comercio de esclavos, de la distancia entre los lugares de captura y los respectivos puertos de embarque, incluso en este caso aparece una denominación recogida como gangá, que pertenecería a la Zona I, pero territorialmente se corresponde con la III. De manera que las denominaciones genéricas no pueden representar camisas de fuerza para la identificación y clasificación, sino solamente instrumentos operacionales para orientar la ubicación relativa.
III.1. Arará
Con la denominación metaétnica arará (arada, arara o arrara) y sus variantes de transcripción derivadas del topónimo Alladá, entraron principalmente esclavos fon y mahi.
Esta denominación genérica es muy conocida en América y las reportan constantemente casi todas las fuentes referidas desde el punto de vista comparativo. DEIVE subraya que: "Los arará suministraron grandes contingentes de esclavos a la colonia francesa de Santo Domingo" (1996: 96) y reporta las denominaciones de ardrá y ardá. ACOSTA SAIGNES se apoya en Fernando Ortiz para identificar la presencia arará en Venezuela (1978: 99-100). NINA S. DE FRIEDEMANN relaciona a los arará en Colombia solo con la lengua ewé y no con la fon (1993: 53), quizá debido al punto de vista de Aguirre Beltrán al respecto: "Debemos sin embargo hacer notar que los dahomeyanos de Abomey se encontraban claramente diferenciados con el nombre de Fon y Labat nos informa que no entraron como arará. Quiere esto decir que como ararás entraron dahomeyanos no fons, es decir, las tribus conquistadas y absorbidas por Abomey" (DEIVE cit. AGUIRRE, 1996: 96).
En el caso de Cuba lo anterior es sumamente discutible pues las investigaciones más recientes demuestran fuertes remanentes lingüísticos fon entre los grupos históricamente organizados en cabildos e identificados como arará. Tampoco podemos olvidar que muchos pueblos africanos vendían como esclavos a una parte de su propio grupo en pugna o en condición social inferior.
III.1.a.
El pueblo fon, también conocido por agadja, djedji, fo, fogni, fongbe o fonn,[9] es identificable en Cuba por diversas denominaciones étnicas tales como arará (arada, arara, arrara), arará abopá, arará agicon (arará agicón), arará cuatro ojos, arará cuévano (arará cuevano), arará dajomé (arará dajome), cuevano y dahome (dahomé, dajomé). Con menor frecuencia aparece la de lucumí arará y terranova.[10]
En el caso de la denominación terranova, un conocido autor como AGUIRRE BELTRÁN lo asocia con un topónimo portugués ya referido desde el siglo XVI como Terranova o Tierranoba, pues aparece en México como Terra Nova o Novas y se asocia con Porto Novo al sur del antiguo Dahomey, territorio fon. Por su parte MEFALLE "afirma que los esclavos Novo o Terra Nova eran reembarcados desde São Tomé hacia América y formaban parte de la llamada casta de São Tomé, de probable origen dahomeyano" (LÓPEZ, 1985: 57). En Santo Domingo también aparecen como tierranova y junto con su posible identificación con las cercanía de Whydah, DEIVE cita a LARRAZÁBAL quien refiere a los lucumí o terranovo como "negros que pasaban en la trata por la isla de Santo Tomé" (1996: 100). Esto genera la duda de si pudieran haber sido también yoruba, pero cabe responder que no necesaria ni exclusivamente, pues la isla fue un amplio centro múltiple de reconcentración y venta de esclavos. Por su parte, el detallado estudio de Nicolas NGOU-MWE demuestra el predominio de esclavos de origen bantú transportados a través de São Tomé en los primeros decenios del siglo XVI (2001: 65-83).
III.1.b.
Los mahi (manhi o magi)[11] se asientan al norte de los fon y en Cuba pueden ser identificados por las denominaciones de arará magino (arará magico, arará mágico), arará sabalú (arará sabalu) y magin (mahín).
Este etnónimo no es muy común en otras fuentes consultadas y sólo aparece en República Dominicana como mihi, que DEIVE considera una "corruptela por mahi" (1996: 99), pero no los distingue de los fon.
III.2. Carabalí
Los principales componentes étnicos conocidos con la denominación metaétnica carabalí, referente a los puertos de embarque situados en el Calabar, todos fluviales como Nuevo Calabar, Bonny y Viejo Calabar, región de la parte sudoriental de Nigeria, son los ekoi, ibibio, ibo e ijaw (ijo), aunque como ya se ha explicado, existen otros grupos, que veremos más adelante, en los que con menor frecuencia se reporta esta denominación.
El término carabalí es ampliamente conocido por su significación comercial en el área de las Américas y el Caribe, aparece en todas las fuentes comparativas consultadas, aunque siempre se añaden pequeñas variantes de trascripción como carabi en la República Dominicana (DEIVE, 1996: 97).
III.2.a.
Los ekoi, también referidos como eafen, ejagham, iyako o yako,[12] aparecen registrados en Cuba con las denominaciones étnicas de abasi efo, acocuá, atam, atamo, atana, átana, atava, bacoco efo, berun, carabalí atán, carabalí hatan (carabalí hatam), enlleguelle efo, enllemilla, hatán (atan, hatan), carabalí berún (carabalí berun), carabalí nezeve, guman efo uñon, junto con las de arará nezeve (arará nejeve, arará nezéve) y lucumí ekubí. Muchas de estas denominaciones aluden a variaciones de topónimos locales y formas dialectales.
III.2.b.
Los ibibio, también denominados agbishera,[13] fueron referidos con múltiples denominaciones étnicas tales como: bibí (bibi), brícamo (brican, brique, brisamo, brucan, brucamo), brucame, carabalí bibí (carabalí bibi), carabalí bogre, carabalí brícamo (carabalí bricamo, carabalí brícano, carabalí bricom), carabalí bricma, carabalí efi (carabalí efí), carabalí elugo (carabalí eluyo), carabalí epá, carabalí ezza, carabalí ibi, carabalí viví (carabalí vibí), efí, efi cunacua, efi nquebuton, eforisun, elugo, epa (epá), lucumí epá (lucumí epó), lucumí epons, muñanga efo, orumbo (orumbó), oubries, usagara y vivi (viví).
Por ejemplo, el penúltimo término usagara, que también aparece entre los abakuá como usagaré, es un topónimo derivado de "usagere... usak edet... parte de la Península Bakassi",[14] lo que reitera el peso de los topónimos sobre las denominaciones étnicas y los etnónimos.
III.2.c.
Los ibo (igbo)[15] son referidos ampliamente con las denominaciones étnicas de ábalo, ábaya, abaya, biafara (biafra), briche (brich), brisuela (brizuela), carabalí abalo, carabalí abaya (abaja, ábaya), carabalí acocuá, carabalí agro, carabalí briche (briché, brichi), carabalí ibo (ibó), carabalí isicuato, carabalí isique, carabalí isuama (isuamba, juama, juamba suama, suamo), carabalí isuama aballa ocuite, carabalí isuama apapá, carabalí isuama bogre abate singlaba, carabalí isuama ibi isuama isiegue, carabalí isuama oquella, carabalí isueche, carabalí isueque, carabalí izuana, carabalí oquella, carabalí orú (carabalí oru, carabalí orumbo), carabalí osese, carabalí ososo, carabalí ososo omuna, carabalí rey, carabalí ugri, eboe, ebro, ibo (ibó, ybo, inbo), isieque, musuama (suama), suama (isuama) y viafara (biafara). Con menor frecuencia también aparecen registrados como: lucumí abaya, lucumí aro y lucumí ibo aro. En este caso vuelven a predominar los topónimos locales.
Términos como biafra, biafara, biafata, biafada y braffata aparecen además en República Dominicana, pero DEIVE no los relaciona con los ibo, sino que trata de distinguir entre biafara y biafra como comunidades diferentes. Siguiendo a AGUIRRE BELTRÁN, los primeros los ubica en la antigua Guinea portuguesa (Guinea Bissau), muy distante del Calabar y los segundos con una supuesta "tribu bantú no identificada por completo" (1996:97). No obstante reconoce la abundancia de esta procedencia en Santo Domingo.
III.2.d.
Los ijo (también conocidos por idjo, ijaw o ije)[16] son referidos con las denominaciones de bras, braz, bruc (bruca, bruco, brucu), brucame, brucamo, carabalí bras y cule.
III.3. Lucumí
Los diversos componentes étnicos conocidos con la denominación metaétnica lucumí, referido a un antiguo topónimo que señalan múltiples fuentes como Ulkumi o Ulkami condujeron a una falsa generalización de homologar esta denominación con la supuesta omnipresencia yoruba (Ortiz, 1906: 24). Sin embargo, estudios posteriores han demostrado que esta denominación fue una de tantas del tráfico esclavista no identificable de modo mecánico con una etnia sino con un amplio diapasón de pueblos involucrados en el lucrativo negocio.
Entre los principales pueblos que entraron con esta denominación tenemos a los bariba, bini, bolo, chamba, gbari, hausá, mosi, nupe y yoruba propiamente dichos, además de los ya señalados con anterioridad. De modo que este término ha sido extremadamente abarcador y no se presta a simplificaciones debido a que incluyó a todos los capturados, vinieran desde donde vinieran, para ser esclavizados y vendidos en la tristemente célebre Costa de los Esclavos.
La denominación genérica de lucumí también aparece con variantes en otros países vecinos. En República Dominicana se reportan los términos lucuní, lucumo y lucumí, aunque nuevamente se limita a identificarlos con los yoruba (DEIVE, 1996: 98). En Colombia también el término lucumí se equipara con los yoruba (FRIEDEMANN, 1993: 53). En Venezuela se reporta el término lucumino en 1730, pero no se incluye en clasificación alguna (ACOSTA SAINES, 1978: 98).
III.3.a.
Los bariba (también conocidos como barba, bargu, batonun, borgara o borgu)[17] aparecen identificados en Cuba como lucumí barba, lucumí baríba y lucumí barubá.
Con idéntica denominación también se reporta en Venezuela (ACOSTA SAIGNES, 1978: 100). En República Dominicana aparece como barva (DEIVE, 1996: 96).
III.3.b.
Los bini (también conocidos como benim, edo u oviedo)[18] pueden ser identificados en Cuba por las denominaciones de benín, hedo, lucumí beni, lucumí benin, lucumí biní, lucumí ouori y en menor frecuencia como carabalí benin.
III.3.c.
Los bolo (lupolo),[19] según el nomenclador consultado, no se corresponden con el área III, sino con la IV y lejos de enturbiar la clasificación la enriquece, debido a que muestra la retransportación de esclavos de un sitio a otro y la determinación de la denominación genérica según el último puerto de embarque antes de partir hacia América. Este etnos se asienta en Angola y se encuentra muy relacionado con los mbundu, que como veremos, se dedicaron fuertemente al tráfico de esclavos. En Cuba aparece excepcionalmente como lucumí bolo.
III.3.d.
Los chamba (también conocidos como chamba-daka, daka, dima, dingi, samba, tchamba o tsamba)[20] aparecen identificados como lucumí chamba, lucumí machamba y machagua; o sea, con variantes del etnónimo.
Los chamba son reportados en Colombia y ubicados hacia el interior de África Occidental (FRIEDEMANN, 1993: 53). En República Dominicana aparecen como chambá, ubicados al norte de los ashanti y se caracterizaban "en los mercados esclavistas por sus sajaduras o cicatrizaciones en el mentón y los carrilos" (DEIVE cit. MURDOCK, 1996: 97).
III.3.e.
Los gbari (también referidos como agbari, gbali, goali, gwali o gwari)[21] aparecen referidos como lucumí guari.
III.3.f.
Los hausá (también referidos como afuno, hausawa o haussa)[22] fueron referidos con las denominaciones siguientes: abusa, ansá, apa (apá, apas), apapá (apapa), apapá chiquito, apapa umone, assua, ausá, aussa, hausa, lucumí aguzá (lucumí aguza), lucumí apapá (lucumí apapá chiquito), lucumí ausá, lucumí jausá, lucumí ketza (lucumí keza) y uri apapa. También aparecen como carabalí apapá.
III.3.g.
Los mosi (mole, mose o mossi)[23] aparecen en Cuba con las denominaciones de lucumí mosé y lucumí mossi.
III.3.h.
Los nupe (también conocidos por abawa, agabi, nupechizi o nupesizi)[24] pueden ser identificados en Cuba con las siguientes denominaciones: lucumí aratako (lucumí aratakua), lucumí nifé, lucumí tacua (lucumí takua, lucumí takuá, lucumí takwa, lucumí tapa, lucumí tapkua, lucumí tapo) y tacua (tacuá). Con menor frecuencia aparecen las denominaciones de carabalí tacua, gangá tacua, gangá tacúa y gangá tacuá.
III.3.i.
Los yoruba (denominados también ana, anago y nagó en Benin)[25] constituyen un grupo de pueblos que comparten una lengua común y un amplio conjunto de tradiciones culturales. En Cuba el mayor número de denominaciones se corresponde con esta pertenencia étnica. Así tenemos: cacanda (acanda, cacando, cacanga), carabalí yecha, egguaddo (egbado), ejibo, eyó, iecha, feé (fee, fée), ijave, lucumí (ucumí), lucumí adó, lucumí aguerefé, lucumí ainá, lucumí akotó, lucumí aku (lucumí akuleku), lucumí alelú, lucumí amaroniki, lucumí aná ayashé odina, lucumí anagó (lucumí anagonou, lucumí anagunú), lucumí ará iyaé, lucumí arafé, lucumí arailú, lucumí aralorí, lucumí aralú, lucumí arufá, lucumí aya die, lucumí ayabadó, lucumí ayasé (lucumí ayasí), lucumí ayones, lucumí bragurá, lucumí cacanda, lucumí chaga (lucumí chaggá), lucumí efuché, lucumí efún, lucumí egbá (lucumí egguá, lucumí egguaddo, lucumí eguado, lucumí egwá, lucumí egwalubo), lucumí ejibo (lucumí eyibó), lucumí eki (lucumí ekiti, lucumí ekitin), lucumí engüei (lucumí enguey), lucumí eyó, lucumí ezza, lucumí fee (lucumí fée, lucumí ifé), lucumí feodán, lucumí grefé (lucumí grife, lucumí grifé), lucumí ibadá (lucumí ibadán), lucumí iecha (lucumí ichesa, lucumí ijesa, lucumí irecha, lucumí iyecha, lucumí iyesá, lucumí iyesha, lucumí yecha, lucumí yesá), lucumí ijave (lucumí ijaye), lucumí ilorin, lucumí isagá (lucumí ishagá, lucumí issaga), lucumí iyebú, lucumí iyesa moddú, lucumí juda, lucumí kete (lucumí ketu), lucumí ki, lucumí komoré (lucumí komorén), lucumí koso, lucumí laguí, lucumí lara, lucumí llainá, lucumí mají, lucumí mosokue, lucumí nego, lucumí oba, lucumí obio kutá, lucumí odó, lucumí okó manigbó, lucumí oná ayaché odina, lucumí ot (lucumí otá, lucumí otan), lucumí oti, lucumí oyó (lucumí ayo, lucumí elló, lucumí eyó, lucumí oyonisi), lucumí oyó ameko, lucumí oyó ayilodá, lucumí oyó boro, lucumí sagá (lucumí shaga), lucumí yanés, lucumí yebú, lucumí yobá, lucumí yogo de ota, lucumí zezá, nagot, negó, ocán (ocon), otambo y tan.
La mayoría se refiere a la denominación metaétnica lucumí, un caso aparece como carabalí y el resto son denominaciones simples relacionadas con los topónimos locales de procedencia.
En otros lugares como Venezuela y especialmente en Brasil, la denominación dominante es nagó y nago (ACOSTA SAIGNES, 1978: 103).
III.§. Otros componentes étnicos
De esta amplia zona también aparecen otras denominaciones poco frecuentes registradas en fuentes de archivo de las etnias jaba, koko, maya y mbum.
III.§.a.
Los jaba (djaba, dsaham o ham)[26] se reportan en Cuba como jaba y jamba; o sea, dos variantes del etnónimo.
III.§.b.
Los koko (bakogo, bakoko, bassa-bakoko o kogo)[27] aparecen muy temprano en Cuba con la denominación de cocoli, una variante del etnónimo terminada en el sufijo (li) que significa territorio.
III.§.c.
Los maya[28] se corresponde con el etnónimo de dos pueblos. Uno asentado en Burkina Faso y relacionado con los sanu, mucho más al norte, y otro en Nigeria, muy vinculado con los bura, que habitan el estado nororiental de Bornu. Por el contexto espacial consideramos que se refiere a este último etnos, pues se encuentra en el área histórica de captura de esclavos por los fulbé y los hausá. En Cuba se reportan como mayalonco. También se refiere al etnónimo con otro sufijo que designa su pertenencia.
III.§.d.
Los mbum (bum o mbo)[29] se relacionan con la denominación bumbo.
Sin lugar a dudas, esta fue la zona más intensa en relación con la diversidad de denominaciones étnicas de africanos en Cuba. A partir de tres denominaciones metaétnicas (arará, carabalí y lucumí), identificamos trescientas cincuenta y tres denominaciones étnicas, entre las que hemos podido clasificar diecinueve etnónimos.
Parte I — Parte II — Parte III
Este texto es una síntesis del capítulo V del libro Africanía y etnicidad en Cuba (los componentes étnicos africanos y sus múltiples denominaciones) del propio autor
Notas
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 143, MORRISON. Op. cit.: 252 y VALDÉS. Op. cit.: 122.
- Sobre la influencia achanti en determinadas manifestaciones culturales de Cuba véase: J. GUANCHE y M. LÓPEZ DÍAZ. "Serpientes y cocodrilos alados en la herrería colonial del siglo XVIII en Cuba: un caso de transculturación hispánico-africana", en América Negra, 1997: 55-87.
- Véase HRBEK. Op. cit.: 153, MORRISON. Op. cit.: 252 y VALDÉS. Op. cit.: 122.
- Véase HRBEK. Op. cit.: 156.
- En uno de sus trabajos, LÓPEZ VALDÉS, 1986(a): 49, clasifica esta denominación como del grupo wassa (wasa), debido a la relativa semejanza del término, pero este grupo se asienta hacia Sudán y la República Centroafricana, lugares menos frecuentes en el comercio de esclavos respecto de la zona costera.
- Véanse "Mina", en Encarta Africana, 1999 y MORRISON. Op. cit.: 228.
- Véase HRBEK. Op. cit.: 148.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 154, MORRISON. Op. cit.: 252 y VALDÉS. Op. cit.: 122.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 153, HEATH. 1999 y MORRISON. Op. cit.: 228.
- Sobre la tradición oral y musical ewé-fon en Cuba véanse a M. E. VINUESA GONZÁLEZ, 1988 e H. BRICE SOGBOSSI, 1998.
- Véanse BRUK. Op. cit.: 564; HRBEK. Op. cit.: 153; LÓPEZ. Op. cit.: 62 y MORRISON. Op. cit.: 228.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 152, MORRISON. Op. cit.: 311, VALDÉS. Op. cit.: 123 y YOUNG. 1999.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 157, MORRISON. Op. cit.: 311, VALDÉS. Op. cit.: 123 y PAULME. Op. cit.: 98.
- OROK EDEM, efikhablante, comunicación personal por vía electrónica, lunes, 18 de marzo de 2002, 13:03 horas.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 157, MORRISON. Op. cit.: 311 y VALDÉS. Op. cit.: 123.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 157, MORRISON. Op. cit.: 311 y VALDÉS. Op. cit.: 123.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 146 y MORRISON. Op. cit.: 228.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 147, MORRISON. Op. cit.: 311 y VALDÉS. Op. cit.: 122.
- Véase HRBEK. Op. cit.: 148.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 150, Encarta Africana, 1999 y MORRISON. Op. cit.: 193 y 311.
- Véanse BRUK. Op. cit.: 638, HRBEK. Op. cit.: 150 y MORRISON. Op. cit.: 311.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 156, MORRISON. Op. cit.: 311 y VALDÉS. Op. cit.: 103.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 171, MORRISON. Op. cit.: 373 y VALDÉS. Op. cit.: 104.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 175, MORRISON. Op. cit.: 311 y VALDÉS. Op. cit.: 105.
- Véanse HRBEK. Op. cit.: 185, MORRISON. Op. cit.: 311, SOUMONNI. Op. cit.: 19 y VALDÉS. Op. cit.: 123.
- Véase HRBEK, 1984: 158.
- Véanse HRBEK, 1984: 162, MORRISON. Op. cit.: 193 y PAULME, 1974: 106.
- Véase HRBEK, 1984: 170.
- Véanse HRBEK, 1984:170 y MORRISON. Op. cit.: 193.