Muchos de los embriones empleados en estos experimentos pudieran ser los existentes en bancos de laboratorios de fertilización in vitro, pues solo una parte de las muestras eran colocados en las mujeres, el sobrante se congela.
Actualmente en Australia existen más de 80 mil embriones congelados, mientras en España y Francia se dice localizar 40 mil y 30 mil, respectivamente.
Precisamente, hacia Australia y otros países, se piensa se hayan traslado algunos científicos norteamericanos para realizar sus experimentos, pues las autoridades estadounidenses han prohibido su práctica en el territorio nacional.
En el mundo existen más de 500 centros de fertilización in vitro, y el tema de la clonación es ya un problema que la humanidad enfrentará en un futuro no lejano. Asumirlo con ética y sentido humanista es la única vía de explotar sus potencialidades en función del bienestar del hombre. Hacerlo de otro modo, solo conllevará a la autodestrucción de la especie humana.
Por eso, la comunidad científica cubana analiza los beneficios y consecuencias de esta tecnología, que trae aparejados nuevos conflictos sociales en las esferas: moral, ética, filosófica, religiosa, legal y jurídica.
Para Daniel Piedra, funcionario de la Academia de Ciencias de la Isla y secretario del Comité Nacional de Bioética, resulta necesario que la comunidad cubana llegue a un consenso en torno a la temática, pero sobre las bases de un análisis profundo.
Y es que cerrar los ojos ante una realidad casi palpable, significa negar el desarrollo del conocimiento y de las ciencias genéticas, cuyos primeros antecedentes datan de 1866, cuando Medel sienta las bases de su desarrollo con la formulación de las leyes de la hibridación.
"Casi un siglo después, se descubre que el material genético de una bacteria podía alterar la descendencia de otra. Luego, en 1958, comienza la carrera por descifrar el código genético y en el 69 se aisla por primera vez un gen", relata Piedra.
A esto le sucedió la síntesis de un gen de un aminoácido, el aislamiento de una enzima y el descubrimiento de la enzima que permite "empatar" los genes. También, la recreación de una molécula de AND artificial, la clonación de Dolly, el completamiento de la composición del genoma humano, y reciente anuncio del nacimiento de Eva (la primera niña clonada).
"Estar de espaldas a estos acontecimientos es negar las perspectivas de nuevas formas de enfrentar los padecimientos humanos", asegura el experto cubano.