¡Libertad inmediata para nuestros Cincos Héroes! Desde la Casa Museo de Abel y Haydée Santamaría, Monumento Nacional salió el clamor en la tarde del pasado 27 de septiembre.
En un acto sencillo y fervoroso, matizado con natural solemnidad, en el que no podía faltar la presencia de los Moncadistas, se celebró el 45 aniversario de los CDR.
Se hicieron presentes las palabras de Haydée Santamaría, que fueron comentadas y leídas por la especialista, María Aguilera, texto de una carta dedicada a su madre desde la prisión.
Palabras emotivas de Haydée. que después de aquel injusto juicio, dejó de creer en los jueces, en el derecho, en los abogados, en los magistrados y empezó a creer en los hombres.
Dirigido a los hombres y mujeres nobles de la Patria natal del General de Brigada de nuestro Ejército Libertador Henry Reeve fue el mensaje que leyó el Combatiente del Moncada, compañero Pedro Trigo.
Palabras contra al injusto encarcelamiento en los Estados Unidos de los cinco cubanos, luchadores antiterroristas. Señaló la urgencia para que se exija a las autoridades norteamericanas la libertad inmediata de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, cuyas sentencias fueron revocadas en Atlanta y declarado nulo el juicio celebrado en la ciudad de Miami.
Afirmó que estos cinco jóvenes cubanos son herederos de la histórica Generación del Centenario que estuvo dispuesta a todo, incluso a dar la vida por lograr una sociedad más justa,
"... por eso hoy, los que vivimos para continuar defendiendo la obra de la Revolución, juramos no descansar ni un minuto hasta lograr la verdadera y única justicia en este caso".
El apartamento de 25 y 0 estuvo lleno de vida, como quería Haydée que siempre estuviera: los compañeros de la Librería Centenario del Apóstol, y los cederistas de la cuadra.
Wilber Sánchez López leyó un poema dedicado a la Heroína, y fueron homenajeadas varias cederistas destacadas, entre ellas Andrea Iznaga.
Afuera llovía torrencialmente. Terminó la actividad; mientras esperábamos, recordamos las palabras de Haydée cuando habló del Moncada y de este apartamento que ella recordaba siempre, lleno de vida, de hombres y que le resultaba difícil volver, nada más porque le torturaba pensar que ahí no hubiera vida, quería verlo lleno de estudiantes, de hombres y mujeres.
Por eso nos alegramos cuando reconocimos que a pesar de la lluvia, había vida, y como afirmó ella:
"... no podemos nunca pensar que no hay vida donde hubo tanta vida".[1]
Nota
- Haydée habla del Moncada. Casa de las Américas. 2005.
Fuente: CUBARTE
30 de Septiembre, 2005
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes (2 de Octubre, 2005)
