Los aires de cambios que se respiran en el continente americano se expanden desde el Rió Bravo a la Patagonia, con el enfrentamiento de los pueblos a las recetas de corte neoliberal.
En esa concertación de unidad popular, los hombres y mujeres pobres denuncian en cuanto foro o manifestación les es posible el Tratado de Libre Comercio, más conocido por el ALCA.
La República de Venezuela y su máximo líder el presidente Hugo Rafael Chavez Frías, quien inspirado en el pensamiento de los próceres latinoamericanos convoco al proceso de cooperación que ha traído consigo la "Alternativa Bolivariana para las Américas".
Presente en él, se halla Ernesto Che Guevara, cuyo ideario es fuente en la búsqueda de la justicia social, un ejemplo está en su mensaje a los pueblos de Asia, Africa y América Latina, reunidos en la Conferencia Tricontinental de 1966 cuando señalaba:
"América constituye un conjunto más o menos homogéneo y en la casi totalidad de su territorio los capitales monopolistas norteamericanos mantienen una primacía absoluta. Los gobiernos títeres o, en el mejor de los casos, débiles y medrosos no pueden oponerse a las órdenes del amo yanqui".
De estas palabras del Guerrillero Heroico se deduce la idea de lo que es el ALCA, el cual responde a los intereses del capital transnacional y persigue la liberalización absoluta del comercio de bienes, servicios e inversiones.
La noción neoliberal de acceso a los mercados se limita a poner medidas para reducir el arancel y eliminar las trabas al comercio y a la inversión. El libre comercio entendido en estos términos solo beneficia a los países de mayor grado de industrialización y desarrollo.
En su intervención ante la Conferencia Interamericana celebrada en Uruguay, en MIL 961 el Che, denunciaba la entrega de dinero por parte de los mecanismos financieros internacionales para supuestas construcciones de carreteras, caminos y alcantarillados, y denunciaba así mismo que poco se invertía en el desarrollo industrial de esas naciones pobres
Y llamaba a que esos pueblos crecieran, para que fueran consumidores de sus propios productos y no fuentes de recursos materiales de los monopolios norteamericanos.
En aquella sesión Ernesto Che Guevara, en representación de Cuba, proponía el estudio de planes racionales de desarrollo y la coordinación de asistencia técnica y financiera de todos los países industrializados, sin distinciones ideológicas, ni geográficas de ninguna especie.
En su exposición el Guerrillero Heroico exigía que se respetará las garantías de los intereses de los países más débiles; la proscripción de los actos de agresión económica de unos contra otros; y la protección a los empresarios latinoamericanos contra la competencia de los monopolios extranjeros.
Además de la reducción de los aranceles norteamericanos para productos industriales de los países de Américas Latinas integrados y la iniciación de reformas tributarias, que no incidieran sobre las masas trabajadoras.
Esas ideas, junto a la de muchos otros importantes pensadores están contempladas en la propuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas.
Reflejadas en el énfasis que ella pone en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, y en la creación de mecanismos para crear ventajas cooperativas entre las naciones que permitan compensar de alguna forma las asimetrías existentes entre los países del hemisferio.
La propuesta del ALBA se suma al despertar de la conciencia que se expresa en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y el Caribe.
Por eso, hoy más que nunca, es preciso relanzar la unidad latinoamericana y caribeña, sumándose a la lucha de los movimientos sociales de las organizaciones y campañas nacionales que se multiplican y articulan a lo largo y ancho de todo el continente contra el ALCA.
Es en definitiva, la presencia viva del Che, cabalgando por todo el continente, junto a Bolívar, Hidalgo, Sandino, Martí y Fidel, redimiendo a los pobres y desvalidos, que por más de 500 años han sido explotados por los colonizadores europeos y por el Imperio yanqui, el más genocida que ha conocido la humanidad.
Página enviada por Jorge Navarro Torres
(7 de octubre del 2006)