La décima de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, sintetizó el ambiente de la velada donde la Fundación Fernando Ortiz distinguió con su Premio Internacional la labor creadora de Celina González.
En compañía de importantes personalidades de la vida artística y literaria del país, Miguel Barnet, presidente de la Fundación, destacó la dedicación de la Reina del Punto cubano a la música tradicional cubana, especialmente a la guajira, y los largos años en los que ha interpretado con excelencia composiciones suyas y de autores cubanos sobresaliendo por su sello único.
También se resaltó la entrega de Celina a la formación de intérpretes de distintas generaciones, la huella de su desempeño profesional en nuestro pueblo y los importantes reconocimientos que ha recibido, entre los que sobresalen los premios EGREM y el Premio Picasso, otorgado por la UNESCO.
La Doctora María Teresa Linares la consideró cubanísima desde que comenzó a cantar en la cadena Suaritos, formando parte del más tarde famoso dúo de Celina y Reutilio.
La musicóloga insistió en el aporte de la artista en la formación de una imagen nueva de la música campesina.
"Es una flor muy cubana que tenemos que cuidar, amar y atender siempre", concluyó.
Celina compartió con colegas de toda una vida y se le escuchó interpretar su popular Que viva Changó. El Premio Internacional Fernando Ortiz consiste en un adyá de Obbatalá — Dios yoruba del pensamiento y la paz — confeccionado por los orfebres José Rafart y Mario Fregel.
En ocasiones anteriores lo han recibido figuras académicas que han investigado la cultura popular cubana.
Celina es la primera artista que ostenta este reconocimiento.
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