A 75 años de su desaparición física, la acción de Julio Antonio Mella forja sólidos lazos de amistad entre el pueblo italiano y el cubano.

Cuando tenía veinticinco años, era admirado por miles de personas de nuestro continente y de otros pueblos del mundo, no solamente por sus ideas revolucionarias y su actividad creadora, también por su oratoria, su estilo periodístico, su prosa directa con metáforas inesperadas, contrastando con el profundo enfoque político de su discurso. En sus escritos trataba la historia de Cuba, de América, la historia universal, la literatura, la música, la mitología griega y romana, el deporte, la ciencia, la política, la economía y la vida de los héroes. El por sí mismo era la imagen de la cultura integral. Su caballerosidad, su elegancia en el vestir; y su aspecto físico dado por la continua y variada práctica del deporte, lo situaban ante sus contemporáneos como un joven excepcional.

A los 21 años, tenía una visión amplia de los acontecimientos mundiales que le permitieron fundamentar con propiedad la denuncia que hizo al Gobierno Cubano por su complicidad con el fascismo de Benito Mussolini, y poner al descubierto la afrenta que significaba la visita a Cuba de la nave fascista "Italia". ¿Cómo pudo calificar tan certeramente a Machado como Mussolini Tropical? Indudablemente que Mella era un conocedor de los métodos represivos implantados en Italia, e imitados por Machado.

Conocía de las torturas y los asesinatos contra los más honestos hombres como el diputado Giacomo Matteotti que en 1924 cuando iba a realizar acusaciones contra los elementos del gobierno que malversaban los fondos, lo desaparecieron. Desde Cuba, Mella condenó el crimen. Años después formó parte del Comité Pro Sacco y Vanzetti en México, en la batalla que se libraba por su excarcelación, allí también protestó por el asesinato del joven comunista Gastone Sozzi ocurrido en la ciudad de Perugia, Italia, en 1928. Gastone había nacido en el mes de marzo, igual que Julio Antonio, pero el día 8 y en el mismo año de 1903. Estas acciones del joven cubano fueron conocidas por los amigos de Perugia que no demoraron en organizar el acto de recordación que merecían aquellos que como Sozzi fueron asesinados durante el fascismo.

Mella decía: "Hasta después de muertos somos útiles", y actualmente sus palabras son recordadas en diferentes ciudades de Italia.

Los italianos, ya se reunieron en Perugia, recorrieron los sitios donde fue torturado y asesinado Gastone; recordaron los días tristes y dolorosos de su desaparición y muerte. Mujeres, hombres, ancianos y niños del pueblo acudieron para rendirle homenaje; y depositaron flores rojas y frescas en aquel sitio que fue celda del martirio. Estuvo presente su hijo Sergio. Intervinieron en el acto principal los profesores de la Universidad de Perugia Maurizio Ridolfi y Roberto Abbondanza; los exsenadores Raffaele Rossi y Sergio Flamigni; y por Cuba, el historiador Froilán González.

En Italia, junto a la historia real de sus hombres y mujeres, forjando sólidos lazos de amistad con el pueblo, Mella es admirado y querido por jóvenes que como Alessandro Pagani, estudia su vida, y su obra con vehemencia y pasión. Y Perugia es historia que no debe ser olvidada, como tampoco Sozzi, ni Matteotti, ni los cientos de miles de mártires del fascismo, para no dar paso a la ignorancia, para preservar la cultura y la paz.

Fuente: Cubarte