Cuba

Una identità in movimento


Cantores de piedra

Eliécer Fernández Diéguez


Veinte decimistas disfrutan al formar parte de una antología titulada "Luz y Carne de Universo Sibanicuense", porque así se han encaminado hacia a una leyenda local que sale del lenguaje oral para entrar en el escrito, sin faltar desde allí el respeto que merece el concepto definido como mito, y coincidiendo con aquella idea de Vico en el lejano 1725 que afirmaba que era, o había sido en un comienzo, una vera narratio.

Al parecer conocen los poetas repentistas que hoy presentamos, muy bien, aquello que decía Domingo del Monte:

    "La condición del poeta sobre la tierra es la de cantar, expresión metafórica que quiere decir tanto como comunicar a los demás ideas y efectos que, aún cuando sean los mismo que pudieran nacer en el entendimiento de cualquier otro, sólo a él es concebido revertirlo en una novedad indefinible; sólo él puede infundirles con el poder creador de su ingenio aquel encanto y vida, aquella aureola de luz y de gracia que rodea toda producción digna de llamarse poética; y que constituye la más decisiva y triunfante prueba de que la mente humana es un rayo, una emanación inmediata de la mente de Dios"[1].

Una dama siempre atrae la atención de los auténticos caballeros, esa es una máxima importante, por eso es agradable hablar en primer término de Elba María Adán Téllez[2], que nació el 2 de Noviembre de 1952 en Camagüey; en cuna espiritual de trovadores campesinos, por esa razón más que suficiente, es poetisa y cultiva el género de la décima por vocación desde la adolescencia, con varios reconocimientos de organismos e instituciones estatales por sus composiciones de contenido patriótico y humorístico; aunque trabaja como cajera pagadora de la Empresa Pecuaria Triángulo 2 de Sibanicú.

El que expone estas ideas tuvo la magnífica oportunidad de preparar esa antología de veinte decimistas del territorio en cuestión, copiar improvisaciones y dictados de los poetas repentistas a quienes pretendemos mostrar a los lectores con el loable propósito de promover sus vidas y obras más allá del lugar donde un día, y gracias a "Luz de Carne y Universo…" se convirtieron en mitos vivientes para muchos; así les presento esta sencilla muestra de la poetisa referida:

    PAISAJE CUBANO
    Me gusta oír el sinsonte
    a la hora más temprana
    cuando alumbra la mañana
    con los encantos del monte.
    Es más bello el horizonte
    si tengo el hondo placer
    de ver el amanecer
    recorriendo los caminos
    y a todos los campesinos
    en su importante quehacer.

    Si atravieso un claro río
    me encanta ver su cascada
    la palma que entusiasmada
    se mueve con dulce brío.
    Y a un Toro feroz, bravío
    atravesando un potrero,
    un paisaje mañanero
    que refleja cubanía,
    por eso esta tierra mía
    yo la defiendo y la quiero.

Después del disfrute de las décimas de Elba María, tendremos el gusto de ir conociendo a los repentistas masculinos; encabeza la nómina un poeta que es insigne no sólo para Sibanicú, sino, incluso de toda la Provincia Agramontina y que también se acerca a los predios nacionales: Eliseo Saavedra Carabeo, este hijo adoptivo de la cultura local que había nacido en San Antonio de los Baños, provincia Habana el 14 de junio de 1911. Su niñez y su juventud transcurrieron en aquellos predios, donde tuvo estrecha amistad con el repentista cubano Ángel Valiente y con otros destacados juglares; fue en la década del cuarenta cuando se traslada a Camagüey y mediados de los cincuenta fija su residencia en "El Tamarindo" de este municipio.

Fue Sibanicú para este poeta el amado lugar donde desarrolló un largo historial como decimista popular junto a Pedro Lugo "Negro Congo" muy reconocido por su habilidad para el repentismo. Compartió su arte con Manuel Estrada Manresa "El Espiritista", Jesús Sánchez Nápoles, Rolando Conde, Aurelio Mederos y Gabriel Llanes Estrada. Junto a Llanes y Mederos fundó el conjunto Peñas de Sibanicú, las noches campesinas, el taller "Cucalambé" y su boletín "Páginas". En 1971 obtuvo el segundo lugar compartido con Yayo Celestino Fuentes en el Festival Nacional Cucalambeano y se presentó además en los teatros García Lorca y Martí de La Habana como repentista alcanzando categoría de destacado. Por esas razones es que podemos decir que la obra del sibanicuense Eliseo Saavedra está insertada en una trayectoria histórica que vas más allá de lo aldeano para disfrutar un lugar en lo provincial y en lo nacional.

Fundamentalmente improvisaba y las décimas suyas que se conocen como escritas fueron realmente improvisadas dictándolas a sus hijos u otras personas mientras las hilvanaba.

Esa personal manera de improvisar se fraguó a lo largo de su vida y en la duración activa de poeta que evoluciona. Por ello Eliseo vive años decisivos como creador artístico, en una constante selección y búsqueda de vías que le hacen dominar el oficio, fue para el caso sibanicuense el abridor de caminos que seguirán los demás. Toda su obra, en mi vida de creador y a la vez de estudioso de los temas de la décima improvisada o escrita, me permiten romper un devenir polémico conmigo y con su labor, es la siguiente una pequeña muestra que pusieron en mis manos sus albaceas, ahora se las traslado aquí, en síntesis[3]:

    MI CASA

    I
    Ayer fui a la casa mía
    la vi por dentro y por fuera
    y por no ser lo que era
    me sentí el alma sombría
    la encontré oscura, vacía
    en una quietud que aflige
    y yo como el que se rige
    por un recuerdo pensé
    si ella me habló, no lo sé
    yo si sé lo que le dije.

    II
    Llegué a mi viejo bohío
    que tanta sombra me dio
    y que tanto me cuidó
    del agua, del sol y el frío
    también oscuro y vacío
    en ruinoso desnivel
    y en el duro instante aquel
    lo vi como un gran amigo:
    yo no sé si hablo conmigo
    pero yo si hablé con él.

    III
    El patio lo recorrí
    si que un ave me siguiera
    ni una vaca, o una ternera
    porque no estaban allí
    y como el recuerdo en mí
    se dio con vivos destellos
    los animales aquellos...
    en mi mente se agruparon
    ellos conmigo no hablaron,
    pero yo si hablé con ellos.

    IV
    Miré el pozo, llegué allí
    y el agua en su transparencia
    se adueñó de mi presencia
    porque en el agua me vi.
    No se por que presentí
    que si el agua se movía
    era porque me decía
    cosas que yo no escuché,
    pero yo sí confesé
    la tristeza que tenía

    V
    Miré la vieja arboleda,
    al viejo cañaveral,
    en ruinas mi platanal
    de lo que muy poco queda.
    Vi del arado la rueda,
    por donde quiera un zapato
    la rastra y el garabato
    la vara , el yugo, la grada...
    si hablaron, no escuché nada,
    yo sí estuve hablando un rato.

    VI
    Me dio gran tristeza ver
    mi mata de salvadera
    como la viuda que espera
    al que no podrá volver.
    A su sombra vi crecer
    a Eliseo y a María[4]
    y el ganado que tenía
    debajo de ella se echó:
    de su pena no me habló,
    yo si le hablé de la mía.

    VII
    El campo que fue sembrado
    solo malezas tenía
    y en su quietud parecía
    un huérfano abandonado.
    El trillo por mí creado
    me enseñó muy pocas huellas
    miré las plantas aquellas
    que me dieron tanto abrigo
    no sé si hablaron conmigo
    pero yo sí hablé con ellos.

    VIII
    El recuerdo entre las manos
    me dejó ver a mi madre
    y vi el rostro de mi padre
    venir de puntos lejanos.
    Mis hijos y mis hermanos
    por un instante creí
    que se acercaban a mi
    pero como no lo hicieron
    no me hablaron ni me vieron,
    yo si hablé porque los vi.

    IX
    La tarde empezó a caer
    y fue triste mi regreso
    porque estaba como preso
    tras las rejas del ayer.
    Conseguí retroceder
    y cuando me despedí
    en ningún instante oí
    alguna conversación,
    yo si hablé bastante con
    todas las cosas que vi.

    X
    Miré la palma callada
    que tanto me oyó cantar
    y que me vio trabajar
    con la camisa mojada.
    El verdor de su mirada
    supo de mis cicatrices
    y de mis ratos felices,
    y creo que en esa palma
    quedó parte de mi alma
    sepultada en sus raíces.

Le sigue en el tiempo otro repentista: Orfilio Viamontes Rodríguez, continuador de la ruta de Eliseo, el que carga sus alforjas de versos, primero en años aprendices desde que nació en Camagüey en 1927 hasta hoy que vive en "Los Leones", un barrio rural cercano a la carretera central, en el consejo popular La Norma; es jubilado, cultiva el repentismo, la décima escrita y es miembro de los talleres literario " Vísperas de un centenario" de Siboney, donde existe una sección de Literatura Oral[5], y del municipal Cucalambé. Ha obtenido diferentes premios y reconocimientos en su municipio y provincia. Publicó una plaquet de décimas del taller literario Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, de Jimaguayú, en un momento clave para el desarrollo de sus obras, donde tuvo una destacada labor y se convirtió en deudor de la décima escrita de la que nadie cuestiona su originalidad y limpieza. Fue miembro del taller literario provincial de décima José Martí del que guarda muy gratos recuerdos y se lamenta que ya no exista donde como decía Julio Cid pueden andar "silenciosos sus fantasmas" de creadores amigos y los suyos propios. Como este decimista posee la gracia creativa de hacer obras para cantar y obras para leer por sus amigos, para darlo a conocer presentamos esta:

    JUGUETE TRAIDOR
    Saeta fue mi niñez
    que cruzó sendas estrechas;
    mi juguete, tiraflechas
    que tuve más de una vez.
    Hoy ese recuerdo es
    filo y dolor infinito
    mil veces un pajarito
    vino conmigo a jugar
    y lo quise castigar
    sin tener ningún delito.

    Cazaba las mariposas,
    mataba los tomeguines,
    entraba en bellos jardines
    y destrozaba las rosas.
    Las palomas, las tojosas,
    el arriero y el gorrión
    y mi juguete en acción
    preparaba a la carrera
    pues el tiraflechas era
    mi única diversión.

    Papá un día se enteró
    de aquellos crímenes míos:
    una lluvia de judíos
    ante él, me descubrió.
    Enfadado me llamó
    con carácter muy extraño:
    Mira hijo te regaño
    y te quiero aconsejar:
    no disfrutes al matar
    a quien nunca te haga daño
    .

    La flecha que antes usé,
    después del consejo sano
    jamás la cogí en mi mano
    ni otro pájaro maté.
    Siempre del viejo escuché
    su palabra orientadora
    y por eso sin demora
    boté el juguete traidor,
    y me volví defensor
    de la fauna y de la flora.

Cantor a la tierra donde vivió, de una manera muy especial es Pilar Agüero Oliva (Aldo), un hombre que hacía décimas con una facilidad incalculable y las memorizaba una a una; eso pude constatar en los instantes que compartimos para hacer el libro del que hemos estado aludiendo en estas páginas, nació en Sibanicú, 12 de octubre de 1941; y 64 años después ha dejado de estar físicamente, para permanecer espiritualmente por una obra que lo identifica y lo eterniza; una obra que anda por ahí en los recuerdos de gente que lo siguió en vida y lo venera después de muerto como una utopía connotada en versos cuando fue un cantor a las cañas, los surcos, el central donde trabajó y se jubiló un día. (Así puede seguir germinando como decía Oscar Wilde "Progresar es realizar utopías". Por eso, pensamos, fue que obtuvo en su quehacer artístico de improvisador los siguientes premios: Sibanicú, 1984; Primer premio provincial en décimas, Céspedes 2001 y Mención en el concurso Musas de Azúcar, 2001.

    NIÑEZ
    Yo fui un niño campesino,
    harapiento y sin zapatos,
    escribiendo garabatos
    en el fango del camino.
    El hambre fue un remolino
    que mi interior envolvía
    y mientras la burguesía
    hablaba de democracia
    el buitre de la desgracia
    de cerca me perseguía.

Comenzó improvisando décimas Regino Garriga Corrales el cual nació en Siboney el 7 de septiembre de 1944; ahora puede escribirlas con buena calidad. Es Licenciado en Ciencias Sociales desde 1984, y ha sabido levantar con el tiempo y el trabajo un edificio conceptual estético de creador y amante de la poesía, la narración y la investigación. Miembro del taller literario Vísperas de un Centenario, de Siboney y de El Cucalambé, del municipio Sibanicú. Ha obtenido los siguientes premios y menciones: Premio provincial en concurso de décimas por el 150 aniversario de la fundación del ingenio El Oriente, 1994. Segundo premio municipal en concurso de décimas por el 1º. de mayo, 1994. Segundo lugar municipal en concurso de poesía por la semana de la Cultura, Sibanicú 1993. Premio municipal décimas por el 1º. de mayo1997. Premio municipal en Encuentro Debate Municipal de Talleres Literarios en poesía infantil, 1996 y 1997. Premio de décimas en concurso Musas de Azúcar, Siboney 2001. Tiene listo para publicar el libro de décimas Luna. Ahora podemos disfrutar de esta décima de su creación, muy tradicional y campesina:

    PATRIA, NATURALEZA Y POESÍA
    No reniego de lo mío,
    de nuestro verde caimán
    si el frondoso framboyán
    le da más frescura al río.
    Del valle, del lomerío,
    del tocororo, la palma
    mas cuando rompe la calma
    al susurrar mi sinsonte
    una bandurria en el monte
    alegra toda mi alma.

Hijo del Improvisador Pedro Adán y hermano de Elba, Ernesto Juan Adán Téllez se presenta como un rimador que domina la décima y la alimenta de creatividad y recursos literarios frescos y sugerentes; nació en Siboney el 12 de julio de 1948 allí soñó primero y alcanzó después una gran afición, cuasi sobrenatural por la poesía guajira. Allí pudo manifestar ese don espontáneo, ese único juez competente de sus aciertos o extravíos, en la poesía y por ser un verdadero bardo[6]. Es Licenciado en Educación desde 1985; poeta, narrador e investigador y trabaja como director de la Escuela de Superación del MINAZ en Siboney y sus principales premios literarios han sido: Premio Provincial de Décima Mural en Camagüey y mención en concurso nacional Cucalambé. Varios reconocimientos en Encuentros de Talleres Literarios; tercer lugar provincial en Encuentro de la Décima, municipio Céspedes 2001 y tercer premio décima en el concurso nacional "Frank País" del Sindicato de Educación aunque puede pasar como un artista injustamente olvidado, es admirado mucho en su terruño.

Su décima mulata es un orgullo de su creación porque además de haber recorrido el mundo al ser musicalizada es leída en barrios, escuelas, centros de trabajos por muchos que lo admiran y la respetan.

    MULATA
    Cuando se dice mulata
    se dice negro y gallego
    mulata es leña en el fuego,
    fuego al fondo de la lata.
    Cuerpo que se desbarata
    en una conga que arrolla
    rumbera que desarrolla
    paso rítmico y chispeante
    ají, comino y picante
    en una mesa criolla.

Gabriel Llanes Estrada, heredero de los indios de río piedra porque nació en Sibanicú el 24 de marzo de 1951. En 1963 fundó el Conjunto Juventud. A finales de ese mismo año, siendo miembro de las Patrullas Juveniles de la AJR a solicitud del Teniente Ángel Antonio Rodríguez fundó un nuevo grupo al que le puso por nombre el del anterior (Conjunto Juventud), este grupo con algunos cambios, pasó a ser atendido más tarde por la UJC y fue su grupo insigne en el municipio, para apoyar las actividades pioneriles y juveniles, hasta 1967. En 1968, fundó los conjuntos: Modelo[7], Los de Repentes, Los Únicos, y a Los Montuneros de Sibanicú, como activista de cultura. En 1969 integró el conjunto Estrellas de Siboney. El 27 de marzo de 1971 celebró el primer Festival de Bloque en el departamento La Matilde, del Central Siboney y allí debutó como repentista junto a Eliseo Saavedra, Jesús Sánchez, Rolando Conde, Aurelio Mederos y Manuel Estrada, por iniciativa del entonces Delegado Regional de Cultura Benito Estrada Fernández. En abril de 1971 fundó el conjunto campesino Peñas de Sibanicú, y fue designado jefe de la Brigada Artística XI Aniversario de los CDR, que realizaba actividades en toda la provincia. Con Peñas Sibanicú, participó y obtuvo premio en varios festivales provinciales y nacionales. En el propio año 1971 fundó Las Noches Campesinas en Sibanicú, las cuales se extendieron con este nombre por todo el país, por lo cual se le invitaba de forma permanente, al tercer lunes de cada mes al teatro Martí en la ciudad de La Habana, donde se le reconocía en cada presentación como el creador de las mismas. A finales de 1971 fundó el taller literario Cucalambé, y su boletín mensual Páginas, junto a Heúsder Hernández. En 1972, fue ganador del festival provincial cucalambeano, y así el derecho a participar en el Festival Nacional, en el cual obtuvo premio en el concurso escrito en el nivel "A". Su presentación de forma oficial en el la jornada cucalambeana fue en este año, pues de manera fortuita lo hizo en la de 1967, pero solo como espectador, invitado por Santos Hernández[8]. Ese mismo año logró el primer lugar en el torneo nacional de improvisadores celebrado en Jagüey Grande, Matanzas. En 1973 obtuvo los siguientes resultados: Destacado Primer Encuentro Nacional de Sanidad Vegetal, Primer Premio en el Concurso El Cucalambé, Destacado en Décima Mural Nacional, Mención en el Concurso Nacional de Historia 17 de mayo, Tercer lugar en Torneo de improvisadores Habana 73, Premio Festival Nacional de las FAR y además, en este año fue seleccionado como el mejor aficionado integral de la provincia y se le designó Presidente de Honor de la Vuelta Cultural a Cuba, donde participaron diversas agrupaciones del país, y el grupo Espartacus de la RDA.

A partir de ese momento ha alcanzado los siguientes resultados: 1974: Premio en el Festival Nacional EJT y Festival Nacional de las FAR; Mención en el Concurso de Historia 17 de mayo, Mención en el Concurso Cucalambé escrito y tercer lugar como improvisador; así como Premio Décima Mural y su obra fue expuesta en Laos, Cambodia, Vietnam y en la URSS.

1975: Premio en el Festival Nacional del EJT y Festival Nacional de las FAR, Mención en el Concurso de Historia 17 de mayo, Mención en el Concurso Cucalambé, Primera Mención del concurso 26 de julio, al presentar el libro "Con la décima a cuestas". Durante los años del 1973 al 1975 se publicaron constantemente obras suyas en la Revista ANAP. Periódico Granma Campesino, Periódico El Mayor y la Revista Verde Olivo. Durante estos años ocupó cargos de responsabilidad en la cultura tales como: Delegado Municipal de Cultura en Sibanicú, Frente Campesino Cultura Regional y Primer Oficial de Cultura del EJT en Camagüey, desde donde le fue posible fundar la Primera Escuela de Arte del EJT y atender en cada Unidad o División un grupo cultural creado con esos fines.

1977: Premio en el Concurso Nacional de Historia 17 de mayo.

En 1978 se estrena en Camagüey la obra de teatro Cuba, de la que es autor, recibió además, el Primer premio en el Concurso de pie forzado de la Semana Cucalambeana en Las Tunas y comienza a trabajar como poeta profesional en el municipal de cultura de Camagüey, con el conjunto Guajiro Camagüeyano. En abril de 1980, fue evaluado y alcanza la letra B y al ser reevaluado en 1982 alcanza la A, que se le aplicó en 1985. En 1984 funda el movimiento Amigos de la Décima y reanimó las tardes campesinas de la casa Joaquín de Agüero, la casa natal de El Mayor, y la noche campesina de la Casa de Cultura Ignacio Agramonte , que se trasladó más tarde para la Casa de la Trova Patricio Ballagas, donde aún se mantiene. Es fundador del Taller Literario Waldo Delgado Era y autor de más de 20 piezas musicales, que forman parte del repertorio de grupos de la provincia y de otros territorios como Granma y Las Tunas. Cursó la Escuela Ñico López del PCC en un curso para escritores y artistas, fue Vanguardia Nacional del CJM los años 1990, 91 y 92.

Participó en el Primer Festival Iberoamericano de la Décima Habana 91. Ha sido jurado en concursos nacionales y provinciales. Presidió el jurado del evento de improvisadores Pablo Luis Álvarez Wicho de la Casa Naborí en Limonar Matanzas y el concurso de jóvenes improvisadores de la misma institución, así como en el Justo Vega y el Ermeides Pompa Tamayo de Las Tunas todos desde 1997 hasta el 2002. Fundador de la APITOC (Asociación de poetas improvisadores del territorio Oriental de Cuba) en la cual dirigió los encuentros nacionales celebrados en 1994 y 1996. Organizó y presidió el Festival Nacional "Amorosa Guajira" de Camagüey en el 2000, fue invitado especial al Festival de La Martha Elena en Veracruz, México e invitado a la Parranda del Milenio celebrada en Cienfuegos Diciembre de ese mismo año, ha trabajado en múltiples programas de la radio y la TV provincial y nacional. Entre otros, se le han entregado los siguientes reconocimientos en cultura: Por veinte años contribuyendo al desarrollo del Movimiento de Artistas Aficionados, Sello 25 Aniversario de la ANAP, Vanguardia Nacional del SNTC, Medalla Raúl Gómez García, Placa conmemorativa por la Jornada Nacional Cucalambeana, Distinción Viajera Peninsular.

En junio del 2001 se publicó su libro "Con la décima a cuestas", teniendo el honor de ser prologado por Jesús Orta Ruiz El Indio Naborí.

Es Miembro de la UNEAC y Personalidad de la Cultura.

    DÉCIMAS ECO-LÓGICAS

    I
    Oigo los ecos del río
    que bañaba mi niñez
    donde jugaba a ser pez
    bajo líquido albedrío.
    Larga cinta que al bajío
    caía con elegancia
    campestre. ¡Con qué arrogancia
    cantó mi voz campesina
    a la natural piscina
    olímpica de mi infancia!

    II
    Tenía la credencial
    de: Playa Dulce, y cercana
    al pueblo. ¡Tan soberana
    como nuestro litoral!.
    En su lente horizontal
    se fotografiaba el cielo.
    - Cuentan que con mucho celo
    sin saber del medio ambiente
    protegieron su corriente
    los abuelos de mi abuelo-.

    III
    Con el desarrollo urbano,
    la fábrica y el hotel
    la otrora elegancia de él
    es pestilente pantano.
    En su cauce limpio, sano
    y envidia de los cristales
    los desechos residuales
    sustituyeron las eses
    de las colas de los peces,
    pero por heces fecales.

    IV
    Varios siglos al servicio
    gratuito de nuestro entorno
    y hoy se revuelca el bochorno
    sobre su propio resquicio.
    Ojalá mentes con juicio
    sepan medir la importancia
    de rescatar su elegancia
    y su líquida cortina
    se convierta en la piscina
    olímpica de otra infancia.

Para cerrar nuestras sencillas reflexiones, lo haremos con un profesor de Biología de la Escuela Secundaria Básica Víctor Díaz Oroquieta, primero, y de la ESBEC Juan Fidel Sifontes de Sibanicú; es él Ángel Rivero Troya[9] que nació en Camagüey en 1956, es Miembro del taller literario El Cucalambé, de Sibanicú y ha participado en encuentros municipales de literatura y municipales de décimas. Es improvisador y vive en la comunidad Patricio Lumumba, del municipio Sibanicú.

    MI VOCACIÓN
    Corre la imaginación
    por un surco literario
    y el sol del vocabulario
    me ilumina la expresión.
    Se fulgura con la acción
    el arte de improvisar
    cuando me pongo a soñar
    con las palmas y las rosas
    en mundo de nuevas cosas
    es lo que quiero rimar.

    He sido floricultor
    de la décima guajira
    y entre coco, palma y güira
    he cantado lo mejor.
    Mis manos de agricultor
    se ciñen al canto libre
    para que en el pecho vibre
    el fuego de mi tonada
    se refleje enamorada
    en canción de gran calibre.

Estas ideas no la hemos encaminado a analizar la totalidad de los autores y obras del texto "Luz y Carne de universo Sibanicuense", sino a honrar como quería Martí que se hiciera con los bardos populares en sus cálidas palabras a "Los poetas de la guerra"[10] para que no se queden perdidas en las hojas de un libro:

    "De la tierra, y de lo más escondido y hondo de ella, lo recogeremos todo, y lo pondremos donde se reconozca y se reverencie; porque es sagrado, sea cosa o persona (...)".

El robusto recitador, sentado como estaba, decía como de lejos, o como de arriba, o como si estuviese en pie. Las mujeres, calladas de pronto, acercaron sus sillas, y oían fluir los versos. El respeto llenaba aquella sombra.

    "¿Por qué, dijo uno, no publicaremos todo eso, antes de que se pierda; antes de que caigan tal vez los hombres que lo recuerdan todavía?" [11].

Hemos, entonces, reflexionado hasta aquí, honrando con el corazón a quienes ponen el suyo con alas tiernas en sus versos, repentistas de una patria chica camagüeyana que tiene nombre indígena: Sibanicú, que se traduce poéticamente como querían aquellos aborígenes "río piedra".




    Notas de referencias

    1. Domingo del Monte: "La poesía en el siglo XIX", En Cúpulas Número 10, Año III, Publicación trimestral, Octubre, Noviembre y Diciembre 1998, p 46
    2. Privilegio que en libro citado disfrutan además las decimistas Zelmy Collazo, Martha Álvarez, Aurelia Carballo y Yordanka Fernández.
    3. Más de cinco libros mecanografiados poseen sus hijos, esperando que en algún momento sean publicados.
    4. Sus dos hijos menores.
    5. Hoy es un taller para repentistas que lleva el nombre de Pilar Agüero Oliva.
    6. Ver eso que nos decía Domingo del Monte en la obra citada, donde agrega: "El poeta Nace: el talento poeta es un don gratuito del cielo, que se puede pulir, perfeccionar, más no formar…"
    7. Decimista reconocido, Profesor Universitario y actual Presidente de la sección de literatura de la UNEAC de Camagüey.
    8. Destacado repetiste y poeta camagüeyano.
    9. Como se puede observar nos faltan otros decimistas aquí de los que fueron incluidos en el libro "Luz y Carne de Universo Sibanicuense", que tiene un total de 140 cuartillas y otras muchas obras de: Haroldo Gómez González, Edilfonso Fernández Diéguez, Yury Adolfo Rodríguez Camero, Domingo Peña González, Diusmel Machado Estrada, Yuri Viamontes Garrido y Eliécer Fernández Diéguez compilador de ese libro y autor de este trabajo.
    10. Prologo al libro "Los poetas de la guerra", publicado en Patria, Nueva Cork, 1893, En OC, tomo 5, p 227 - 235.
    11. José Martí. OC, tomo 5 p. 227.



      Eliécer  Fernández Diéguez. Foto: Lázaro David Najarro PujolELIÉCER FERNÁNDEZ DIÉGUEZ (Camagüey, 1961)
      Poeta, narrador, investigador, ensayista y profesor universitario. Licenciado en Ciencias Políticas.
      Miembro de la UNHIC, La Sociedad Cultural José Martí, La Fundación Nicolás Guillén, Los Talleres Literarios Zuly Jaspe Fondín, Nicolás Guillén.
      Preside el Elisa Belén Boza Batista y el de Crítica y Ensayo "Alejo Carpentier" y el Proyecto Sociocultural "Hombres de Azúcar y Pólvora" con trabajo comunitario, docencia, investigaciones y revistas literarias como "Taller Segunda Época", "Letras dulces" y "Tinajón Virtual" para miembros de Talleres Literarios de Universalización y comunitarios
      Se desempeña como Subdirector de la SUM Camagüey para Extensión Universitaria y Sedes en Prisiones.
      Ha impartido Cursos, cursos de postgrados y Talleres de Literatura, posee más de 100 premios y menciones en concursos literarios y eventos científicos, ha publicado más de 50.
      Está concluyendo la "Maestría en Cultura" y tiene aprobado el tema de Doctorado "Diccionario de la Literatura Camagüeyana".





Página enviada por Eliécer Fernández Diéguez
(6 de marzo de 2007)


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