Su dedicación y amor a la vega y su total integración al medio criollo pronto le granjearon la estimación y el afecto de los cubanos, a tal punto que nunca lo consideraron como un extranjero.
Las casas que construían eran similares a las existentes en la campiña cubana hechas con maderas, hojas de palma y piso de tierra; criaba cerdos, vacas y sembraba viandas y frutos menores para su sustento; trabajaban todo el año de día y de noche con una voluntad que admiraban los campesinos del patio; casi todos los jóvenes canarios se casaron con cubanas; manifestaban un respeto singular por el himno y la bandera de Cuba, por sus costumbres y tradiciones.
El florecimiento de la agricultura y de la cosecha tabacalera en muchas zonas cubanas se debe en gran parte a manos canarias.
Llegaron a con una técnica muy peculiar de labrar la tierra y muchos instrumentos y medios los hicieron en suelo cubano a la usanza en Islas Canarias, y han perdurado hasta nuestros días: el
tipo de arado y de yugo para los bueyes, la guataca cabicorta para pegarse más al surco, el pico, la carreta tirada por bueyes, el taburete, el machete y el molino de granos.
El canario, un pueblo de una vasta cultura, ha dejado también en Cuba profundas huellas en la música, la danza, el lenguaje y el arte culinario.
El punto guajiro fue trasplantado a Cuba en el siglo XVII por los isleños que habían asimilado elementos de la música andaluza.
Del léxico canario provienen las palabras vejigo, íbamos, veníamos, guagua, muchacho, muchacha... y de su gastronomía los garbanzos, el mojo, la papa, el gofio, la sopa de perejil, la lisa, las habas...
He investigado en juzgados y tribunales y no he encontrado isleños delincuentes, borrachines, homosexuales o acusados de algún delito infamante, aunque pudo haber alguna oveja negra...
"Siempre honesto, callado pero con un gran humor natural, muy ahorrativo...", nos dice el escritor espirituano Tomás Álvarez de los Ríos, autor de dos novelas acerca de la presencia isleña en la
provincia.
De la valoración global sobre las raíces del pueblo de Islas Canarias en suelo cubano no es excepcional la mujer.
Muchas contrajeron matrimonio con cubanos formando estables familias. Se distinguió siempre como fuerte, laboriosa, amante de la casa y dotada de gran habilidad para las labores manuales como bordados y tejidos.
Nada más hermoso que el permanente homenaje de admiración, respeto y cariño que los cubanos tributan a la isleña Leonor Pérez Cabrera, madre del Héroe Nacional José Martí.
Son muchos los testimonios de su amor por Cuba. En las guerras independentistas cubanas hubo canarios alzados combatiendo junto a los mambises, sobre todo en el período 1895-98.
Comenzaban como sencillos soldados. Cinco conquistaron con el machete las estrellas de general, entre ellos Mateo Vega Alemán, Jacinto Hernández Valle, Manuel Suárez Delgado y Julián Santana.
En estos seis siglos de historia común no solo se destaca su laboriosidad, sino el desarrollo de una sólida intelectualidad manifestada en periodistas, artistas, profesores...
Para el investigador Jesús Guanche Pérez,
"... uno de los principales sustentos de origen hispano en la formación de la nación cubana es precisamente el origen canario".
Por su parte, el presidente de la Comunidad Autónoma de las Islas Canarias, Román Rodríguez Rodríguez, subrayó en visita a Cuba que esta Isla está muy vinculada a la suya, pues a los largo de cientos de años compartimos valores, criterios, pasiones, cultura y lengua común.
En la actualidad existen en suelo cubano 1 800 canarios y 600 000 descendientes, 40 mil de ellos agrupados en la Asociación Leonor Pérez.
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