En nuestro país es muy popular el refrán "si no tiene de congo tiene de carabalí", clara alusión a las fuertes raíces africanas de nuestro pueblo. Tanto el elemento negro como el español constituyen los dos pilares fundamentales de la nacionalidad cubana, sin despreciar en lo absoluto la sangre árabe, china... Por tanto, podemos aplicar este refrán a nuestra ascendencia ibérica, con un cambio: si no tiene de gallego tiene de canario.
Esta última presencia vibra en la sangre de muchos cubanos. Y es que quizás los habitantes de la Islas Canarias tengan mucho más en común con nosotros que los naturales de las regiones de la península.
Esta provincia autónoma de España desde 1406 es un archipiélago compuesto por siete islas: Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, ubicadas junto a la costa occidental de África a cuatro grados del Trópico de Cáncer. Sus características climatológicas se asemejan a las de nuestro archipiélago caribeño.
Es indeterminada la fecha del arribo de los primeros canarios a la mayor de las Antillas, mas su huella es significativa en el desarrollo de la cultura y la economía cubanas desde los primeros tiempos coloniales. Decisivas para el cultivo del tabaco fueron las técnicas introducidas por ellos en los siglos XVII y XVIII en los territorios de San Luis y San Juan y Martínez (pertenecientes a la hoy provincia de Pinar del Río), actual cuna del mejor tabaco del mundo.
De descendencia canaria son importantes figuras del arte y la política de Cuba: en primer lugar, nuestro José Martí (por parte de su madre Leonor Pérez), después tenemos a la poetisa Luisa Pérez de Zambrana, el pianista y compositor Ernesto Lecuona, Mariano Rodríguez, pintor y José Miguel Pérez, secretario fundador del Primer Partido Comunista de Cuba en 1925.
En estos momentos, la mayor cantidad de descendientes y de isleños natos podemos encontrarlos en la zona central del país, principalmente en la población de Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus.
