Cuba

Una identità in movimento


Los misterios de Los Buchillones. Las mayores evidencias sobre los taínos del Caribe duermen el sueño de los justos ante las montañas de Punta Alegre

Yoanne Mursulí Rodríguez Luis Raúl Vázquez Muñoz


La brisa no ha soplado en todo el día. Nelson Rodríguez Torda y Pedro Guerra observan los mangles de la costa. Nelson se decide, invita:

"Tome un chapín y recorra la playa".

Y se alisa el pelo duro de pescador.

"Hágalo, y los verá enterrados por montoncitos, con el cabezo afuera del fango. Hágalo y verá".

Uno se monta en el chapín, y pega la vista en el fondo, en busca de algo que parece increíble, y piensa por un momento que no es verdad.

"Esto es cuento, aquí no hay nada".

Murmura, y lo va a decir en voz alta, con burla, cuando sientes el grito:

"¡Mírelos ahí; ahí mismitico, carijo. Mírelos!"

El muchacho que impulsa el bote está inclinado sobre la popa. Tiene los ojos muy abiertos, como si tuviera fiebre, y apunta hacia el fondo del mar.

"Mírelos, mírelos".

Y aparecen. Primero dos, casi pegados. Luego uno, un poco más distante. Atrás, un poco en el medio, pero en diagonal, se ven los muñones de otro grupo. Otra cabeza se asoma ante la proa del chapín, y otra más y otra y otra; hasta que un misterio guardado por los siglos toma forma ante el visitante. Porque ahí están, bajo el manto de agua, los bohíos de la aldea taína de Los Buchillones.


En el centro estuvo la respuesta

La quinta expedición llegó a Punta Alegre bajo el imperio de las sospechas. En 1998, el equipo de arqueólogos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) había confirmado la presencia de edificaciones aborígenes, al encontrar restos de guano junto a las estructuras de madera de un bohío de planta circular.

Luego, en búsquedas posteriores, se hallaron los restos de viviendas, entrelazados en una zona compuesta por la costa, una franja de arena y una laguna. Ello originó otras preguntas: ¿cómo eran las construcciones fuera de la tierra, en el mar? ¿Existían?

"Ese era uno de nuestros objetivos: precisar el comportamiento constructivo en una zona cubierta por el mar".

Así explica el máster Roberto Valcárcel Rojas, especialista al frente de los trabajos de campo e investigador del Departamento Centro Oriental de Arqueología, en la provincia de Holguín.

Expresa el doctor Jorge Calvera, director de la expedición por la parte cubana:

"Por esa razón se construyó el dique circular a 17 metros de la playa".

"Allí se hizo una excavación a lo largo del terreno (horizontal) y, poco a poco, casi en el centro, nos dimos de cara con las estructuras. Ellas estaban ahí, esperando por nosotros".


Marcar el mapa

Exclama el doctor David Pendergast, de la Universidad de Londres y director del proyecto por la parte extranjera:

"Esto es impactante".

"No hay ningún lugar dentro de las Antillas en el que se haya podido rescatar las estructuras de una vivienda aborigen antes de la llegada de Colón. Lo único encontrado han sido huellas; pero ¿casas?, ¿con sus estructuras de madera?"

El esqueleto de Los BuchillonesPero hay más. Un grupo de aficionados a la espeleología reportó la presencia de un esqueleto aborigen, algo nunca antes registrado en el lugar. El cadáver estaba en tierra firme, a 700 metros del lugar donde se construyó el dique. El doctor Gabino de la Rosa Corzo, uno de los líderes de la investigación, comenta:

"Se encontraba en una posición fetal. El cráneo estaba dañado; pero lo que quedaba permitía ver la deformación artificial, que es uno de los símbolos taínos. El largo de los huesos se correspondía con los de ese grupo, hasta los dientes, que los tenía desgastados. Ahora le toca al laboratorio. Porque se debe precisar el sexo y la causa de su muerte".

Sin embargo, al doctor La Rosa le asaltan varias interrogantes. ¿Cuáles eran los hábitos alimenticios? ¿Qué enfermedades padecían, al juzgar unas manchas oscuras que se perciben en la osamenta?; y, sobre todo, ¿dónde está el cementerio?

"Porque el lugar en el que se encontró el esqueleto, no es la zona de enterramiento".

Entonces, ¿dónde guardaban a sus muertos?


El mundo de las incógnitas

Idolo de la fertilidad, localizado en Los BuchillonesEs un mundo de incertidumbres. En el área arqueológica, de 1.500 metros de largo, se han encontrado unas 1.600 piezas en los últimos siete años. Colgantes, cabezas talladas, ídolos de la fertilidad, hachas petaloides, fragmentos de burenes (vasijas), bandejas de madera torneadas, restos de canoas, toda una gama de objetos que ilustran cómo era el hombre que vivió en Los Buchillones.

"Algo parece estar claro — apunta Valcárcel —. Tenían una línea de construcción bien definida. No hacían las cosas al azar. Esto se comprueba en el terreno al ver las estructuras. Estaban bien armadas, con un orden lógico para sostener pesos; los postes que servían de base, por ejemplo, tenían una base casi plana y, al parecer, reforzados con un sistema de cuñas y pedazos cilíndricos. Ello denota un conocimiento del tipo de suelo y de madera a utilizar".

Pero las partes encontradas guardan varios secretos. Uno de ellos, conocer el tipo de vivienda que existía en el lugar. La polémica dentro del propio equipo se acrecienta al observar los troncos de madera de hasta 25 centímetros de diámetro. ¿Eran casas con base en la tierra, construidas sobre pilotes (palafitos) o una combinación de ambas (semipalafitos)?

Puntas de hachas de piedraPara el doctor Calvera la respuesta se esclarecerá a medida que se realice, entre otras indagaciones, un estudio geológico de la zona que esclarezca si lo que hoy está cubierto por el mar era suelo firme en aquella fecha.

"Ello nos permitirá tener indicios más claros sobre el diseño de la aldea — explica el profesor Calvera —. Si se conoce cómo eran las casas y el orden que tenían, se podrá entender la vida en el lugar y, de ahí, se tendrán más elementos para entender la sociedad taína. Por eso es importante indagar sobre las construcciones encontradas y las que puedan aparecer".

"Otra incógnita a descifrar es por qué un grupo taíno se asentó en la costa. No es común que lo hicieran, de acuerdo con lo que se conoce. En Cuba se han encontrado poblaciones taínas cerca de las playas en Chorrito (Camagüey), Potrero El Porvenir (Holguín) y Juraguá (Cienfuegos). ¿Por qué lo hicieron?"

"Esa pregunta nos lleva a los orígenes y supervivencia de Los Buchillones. Los registros del carbono 14 ubican el desarrollo de la aldea entre 1220 y 1685, y una etapa de auge en los siglos XV y XVI, de acuerdo con el volumen de piezas encontradas y su nivel de elaboración. Ahora, ¿cómo llegaron aquí?; y algo importante: ¿por qué sobrevivieron a la conquista?"

"Posiblemente, la aldea no era vista desde el mar por la presencia de una cadena de cayos. Pero hay algo: Los Buchillones parece que desaparecieron de momento en el XVII. Las estructuras están como empujadas; no tienen signos de haberse destruido con el tiempo al dejarlas abandonadas. ¿Qué originó el colapso? Se pueden hacer muchas conjeturas. Pero ese es uno de los misterios que se debe aclarar en Los Buchillones".





Fuente: Juventud Rebelde Digital
http://jr.co.cu/2004/enero-marzo/feb-29/misterios.html



DOMINGO, 29 de FEBRERO DEL 2004


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