Se le llamó "el poeta de la Guerra" porque su inspiración lírica encontró asuntos en la epopeya de la independencia. Lo cierto es que Bonifacio Byrne, nacido en Matanzas el 3 de marzo de 1861, de ascendencia irlandesa, varió sus impulsos poéticos iniciales, evidenciados en su libro "Excéntricas", de 1893, para cantar principalmente a los héroes y a los heroísmos de la Revolución, aunque la mayor parte de su verso continúa inédita.
Desde muy joven, Byrne mostró afición a la brega literaria, especialmente el periodismo, y así en 1889 fundaba con Santos Carballo, el periódico "La Mañana", de Matanzas, y luego "La juventud liberal" (1891) con Gumersindo Moreno.
Estallada la guerra de 1895, un amigo de Byrne, el matancero Domingo Mujica, fue condenado al fusilamiento por sus trajines separatistas, y el poeta escribiría sobre este hecho un soneto manuscrito que circularía de mano en mano, en que decía:
Murió de cara al mar aquel valiente
Bañado por la luz de la alborada...
Aunque la composición no llevaba su firma, toda la población conocía quién era su autor. Sabiéndose buscado por las autoridades coloniales, el poeta logró embarcar para Tampa en 1896. En aquella ciudad se ganó el sustento como lector de tabaquería, mientras escribía en periódicos revolucionarios como "Patria", "El Porvenir" y "El Expedicionario", voceros de la causa independentista cubana.
Byrne fundó también el Club Revolucionario de Tampa y escribió una serie de sonetos patrióticos dedicados a los grandes héroes de la gesta, que fueron agrupados bajo el título "Efigies", editado en Filadelfia en 1897.
Al finalizar la contienda regresa a Cuba en 1899, y desde la cubierta del buque que lo devolvía a la patria, al ver nuestra enseña nacional flotando al aire de la rada junto al pabellón norteamericano, concibió los cuartetos endecasílabos de rima alterna que conforman su emotivo poema "Mi Bandera", que refleja el sentimiento patriótico nacional ante la intervención yanqui. Ofrecemos un fragmento de esa composición:
Al volver de distante ribera
Con el alma enlutada y sombría
Afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡desde el buque la vi esta mañana
y no he visto una cosa más triste!
Con la fe de las almas austeras
Hoy sostengo con honda energía
Que no deben flotar dos banderas
Donde basta con una: ¡la mía!
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Si deshecha en menudos pedazos
Llega a ser mi bandera algún día
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!
Si no bastaran estos sonoros y sentidos versos para hacerlos memorables, están asociados al recuerdo de nuestro intrépido comandante Camilo Cienfuegos, quien recitó sus estrofas finales en su última aparición en público.
Byrne volvió a su ciudad natal y compiló en "Lira y espada" (1901) su obra del exilio. En 1909 fundó el periódico "El Yucayo" y colaboró en otras publicaciones matanceras y de la capital. Desempeñó algunos cargos oficiales durante los primeros años republicanos y, en 1914 dio a conocer su último volumen poético, "En medio del camino".
El consistorio de Matanzas lo declaró un año después, Hijo Eminente.
Hombre de letras, inquieto y fecundo, Byrne dejó fuera de edición una obra cuantiosa; participó con éxito en varios certámenes poéticos y todavía un año antes de morir era uno de los fundadores del grupo Índice. También cultivó el teatro y dejó en preparación la novela "Hijos y yernos" y un libro de cuentos "Letra menuda". Entre los muchos cuadernos poéticos que dejó inéditos se encuentra "Voces del mar", con temas inspirados en paisajes marinos.
Byrne falleció el 5 de julio de 1936.
http://www.nautica.cubasi.cu/fijas/bonifacio.htm
(Resumido de la revista MAR Y PESCA)
