Tres nuevas plantas para fabricar una vacuna terapéutica cubana contra el cáncer de pulmón se encuentran en fase de montaje y puesta en marcha en la Isla, lo que garantizará el desarrollo de los ensayos clínicos, y el inicio de pruebas similares de eficacia en Estados Unidos.

Dos plantas funcionarán en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología para producir los ingredientes activos de la vacuna EGF-P64k, y otra en el Centro de Inmunología Molecular (CIM) donde se procesará el producto final, fases que responden a los requisitos exigidos por la nación norteña para autorizar la experimentación de nuevos tratamientos en humanos.

Lo anterior forma parte del convenio suscrito a mediados del año pasado por el CIM con la empresa estadounidense CANCERVAX, una de los más prestigiosos centros de investigación de vacunas en el mundo.

Informa la doctora Gisela González, al frente del proyecto en el CIM, que allí se acometen dos líneas fundamentales: una para estimular el sistema inmunológico del paciente con vacunas que generen anticuerpos contra el mal, y otra referida a la aplicación de anticuerpos monoclonales que actúan directamente sobre el tumor e impiden su crecimiento.

Bajo la firma CIMAB, S.A. se comercializarán estos productos en el mundo, que en primer término se destinan de forma gratuita a la red asistencial y especializada del país, en función de elevar la calidad de vida del enfermo.

Hasta el momento se han producido seis vacunas contra distintos tipos de tumores malignos, cuatro de ellas se encuentran en ensayo clínico: la EGF-P64k y la NGcGM3 que se suministra contra tumores de mama, y otras dos están en fase de investigación preliminar.

Un de los compuestos vacunales se aplica para combatir tumores de piel, con ensayos clínicas en Argentina y España, dada la baja incidencia en Cuba de esta enfermedad, y una cuarta vacuna es la anti-idiotípica 1E10, en fase experimental en células tumorales pequeñas en pulmón.

En la línea de anticuerpos monoclonales terapéuticos se destaca el h-R3 para el tratamiento de tumores de cabeza y cuello, y una formulación contra el cáncer de colon y ovarios, ahora en estudios clínicos iniciales.

Las ventajas de estas terapias biológicas radican en su poca toxicidad, pues una vez aplicadas, no afectan a las células sanas, contrario a lo que sucede con los tratamientos tradicionales contra el cáncer, por lo que las hace mucho más tolerables por los pacientes.

Al cierre del 2004, más de 700 enfermos se beneficiaron en Cuba con los ensayos clínicos de los productos procesados por el CIM, un porcentaje de los cuales no solo sobrevivieron a tan terrible enfermedad, sino también elevaron su calidad de vida.

Publicado en www.cubaindustria.cu, 4 de Febrero 2005