Desde hace unos años, sin que apenas nos demos cuenta, la Biblioteca Nacional José Martí llena a toda capacidad terrenos vacíos, o a medio ocupar, en la más seria y diversa difusión del pensamiento. Su amplio diapasón se registra en la historia, la literatura, y la investigación humanista y bibliográfica, entre otros senderos. Esta labor merece un destaque especial ante el advenimiento del Día del Libro Cubano, que anualmente se festeja el 31 de marzo por ser la fecha en que el Gobierno Revolucionario, apenas tres meses después del triunfo sobre la dictadura, emitió la Ley 187 para la fundación de la Imprenta Nacional de Cuba.
La Revista, renovada y de más puntual entrega aunque no todo lo cercana a que se aspira, ha contribuido de manera dinámica a este otro triunfo de la cultura en nuestro país. El número 3-4, julio-diciembre del 2005, que ahora ve la luz, es un ejemplo de profundidad y diversidad temática. Este volumen revela un hecho singular, el de Juan de la Cosa: agente secreto, del autor Cesar García del Pino, uno de los investigadores cubanos más importantes. Un agente secreto en el descubrimiento de la insularidad de Cuba, quien fuera el dueño de la luego famosa nao Santa María, del viaje de Colón, a quien De la Cosa pusiera el nombre de su lugar de residencia en el lejano medioevo.
La relación de la obra de Roberto Fernández Retamar con la cultura griega, asumida como escuela imprescindible a partir de las clases universitarias del profesor Manuel Bisbé, es otro de los pequeños grandes ensayos de La Revista, del cual es autora Elina Miranda Cancela, profesora de la Universidad de La Habana. El acercamiento de la cultura clásica a la modernidad en la obra de Roberto se despeja con no pocos ejemplos en este trabajo titulado La "Ítaca" de Roberto Fernández Retamar.
Otro de los temas que anuncia la portada de esta entrega es el que asumió Vilma N. Ponce Súarez: Pensamiento crítico: una revista de su tiempo, sobre todo para los lectores más jóvenes que deben saber sobre el nacimiento, vida y desarrollo de una publicación periódica importante en la Revolución. Pero no queda aquí el contenido de La Revista de la biblioteca. Al menos hay que mencionar otros temas como el del "Umbral", espacio del director, Eliades Acosta Matos. Aborda dos cumpleaños, los 400 de Cervantes y los 100 de Juan Paul Sartre. Sobre la ruta cervantina hay más pistas, como Don Quijote y su reencuentro con la historia y El Quijote, otros caminos de libertad, de Leonor Amaro Cano y Miguel Romero, sus respectivos autores. Singular tema, el de Memoria del deporte universitario entre 1903-1907, de Carlos E. Reig Romero
"... con el furor y la efervescencia que provoca en La Habana el béisbol..."
No podía faltar en La Revista, la sección bibliográfica a cargo de Araceli García Carranza en este caso con Ficción cubano-americana en inglés: una bibliografía anotada.
Dejamos aquí el rico sumario para señalar, entre variados, dos hechos muy vivos que generó la Biblioteca Nacional en los últimos meses. El primero, excepcional: la presentación de la obra El arte de hurtar. Se trata de la primera traducción al español, en el mundo, que se ha hecho de este clásico barroco portugués del siglo XVII, cuya referencia inicial — según se expresó en el acto de presentación — data de 1652. A este libro se atribuyen varios posibles autores. Fue traducido por un eminente intelectual cubano, Virgilio López Lemus, también autor del enjundioso prólogo y las notas del volumen. Impreso por la editorial Pablo de la Torriente Brau, en una edición limitada a las bibliotecas — por el momento —, la inapreciable obra fue difundida por la BNJM.
Otro de los acontecimientos a señalar, ya ha sido comentado en estas páginas, pero vale la pena recordarlo como suceso histórico cultural de trascendencia para el conocimiento de nuestra identidad, el nacimiento de Ediciones Bachiller. El punto de partida fue la reedición, 45 años después, de la obra Cómo surgió la cultura nacional, de Walterio Carbonell, investigador de la Biblioteca, libro que el autor dedicó a un entrañable compañero a quien conoció en las aulas universitarias, Fidel Castro.
En breve, la institución recibirá una donación trascendental de cuatro obras fundamentales de Alejo Carpentier, editadas por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), de Venezuela, a través de la Fundación cubana que lleva el nombre del novelista, y su presidenta, Lilia Esteban, la entregará a la Biblioteca. Estas enriquecerán las posibilidades de lectura en la red bibliotecaria nacional.
Fuente: Granma Diario
http://www.granma.cubaweb.cu/2006/03/29/cultura/artic01.html
La Habana, miércoles 29 de marzo de 2006. Año 10 / Número 88