El Centro Pablo y los creadores cubanos agradecemos la presencia fiel de los diseñadores norteamericanos en las cinco ediciones de Compartiendo sueños, a pesar de las crecientes restricciones que el anterior gobierno de aquel país impuso a las relaciones entre nuestras naciones y culturas. También agradecemos las exposiciones organizadas en diversas ciudades norteamericanas en estos años que permitieron conocer y admirar la calidad del cartel cubano, un patrimonio activo de nuestra cultura que se encuentra en franco proceso de reanimación y crecimiento. Aquellas restricciones mencionadas impidieron que los creadores cubanos acompañaran las muestras de sus obras durante estos últimos años.
Por ello nos sentimos doblemente satisfechos de que Sharing Dreams / Compartiendo sueños haya propiciado un diálogo sincero y sostenido entre estos creadores gráficos de diversos orígenes que prefieren poner más atención a sus semejanzas que a sus posibles diferencias, ofreciéndonos un ejemplo ético y profesional de alta calidad humana en los tiempos que corren.
Los creadores cubanos han hecho suyo este espacio abierto en el Centro para el diseño gráfico con el concurso y la exposición Pablo y la guerra civil española, en el año 2006, y le han dado feliz continuidad en las muestras de carteles dedicadas a la poesía de Miguel Hernández, la nueva trova cubana y el cumpleaños 80 del Che. Para reflexionar y debatir sobre la historia del cartel y de la creación gráfica cubana, comenzarán desde la próxima semana los Jueves del diseño, coordinados por Héctor Villaverde con su Primer Ciclo: El diseño gráfico de los sesenta.
Aprovechamos este encuentro en el que participan diseñadores de diversas generaciones para reconocer el aliento y el apoyo recibidos de nuestro amigo, el ministro de cultura Abel Prieto, que ha seguido con atención el desarrollo de este proyecto desde su comienzo, cinco años atrás.
Decía el líder sandinista Carlos Fonseca Amador que a los amigos se les critica de frente y se les elogia por la espalda. Hoy tenemos que violar ese consejo seguramente sabio. Aunque Abel nos acompañe en esta tarde, queremos reconocer desde el Centro Pablo, en nombre de los artistas de diversas manifestaciones que enriquecen y desarrollan nuestros programas culturales, la imprescindible labor creadora que él realiza, desde la inteligencia y la sensibilidad, para dar cohesión y confianza a la comunidad de artistas y escritores cubanos alrededor del proyecto de vida por el que trabajamos y que defendemos.
El Centro Pablo participa, desde su modesta perspectiva, en ese proceso ofreciendo espacios de expresión y debate a jóvenes creadores de la nueva trova, el arte digital, el diseño gráfico y en la búsqueda y rescate de la memoria colectiva. Este Centro se siente satisfecho de los riesgos creadores asumidos y quiere ejercer, siempre, con espíritu libertario y responsabilidad creciente, el derecho y el deber de la crítica y la participación activa y comprometida con los valores esenciales que lo inspiran. Por eso estamos a favor de la imaginación y la belleza y de esa política cultural que Abel ha animado y defendido durante años que promueve la creatividad y la confianza en los creadores, y nos sentimos igualmente lejanos, ajenos, a las visiones burocráticas de los delimitadores de las primaveras de los que hablaba nuestro hermano el trovador y de los escandalitos que buscan, a cualquier precio, el espacio oportuno.
Bienvenidas y bienvenidos a esta muestra retrospectiva de Sharing Dreams / Compartiendo sueños que propuso en una de sus ediciones creadoras esta verdad que hoy desplegamos en un patio de la calle Muralla, en medio de la fiesta visual de esta Bienal, y que pudiera ser emblema de nuestros sueños planetarios: El amor lo conquista todo.
Página enviada por Centro Pablo de la Torriente Brau
(4 de abril de 2009)