Cuba

Una identità in movimento


Sharing Dreams 4: Los medios de producción han cambiado

Estrella Díaz


Henry Brimmer, de origen mexicano y desde hace varios años Profesor de Diseño Gráfico en la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, desanda por estos días las calles de La Habana.

Brimmer visita por primera vez Cuba para participar como delegado en Diseño/Cultura, el Congreso Mundial de ICOGRADA, organizado por el Comité Pro Grafica Cubana y el Consejo Nacional de las Artes Plásticas con el apoyo de diversas instituciones culturales cubanas y que se desarrolla entre el 20 y el 26 de octubre en el Palacio de Convenciones de La Habana Henry es uno de los ocho artistas que, por la parte norteamericana, propuso una obra al proyecto Sharing Dreams 4 / Compartiendo Sueños 4.

Ese proyecto que a modo de exposición se muestra en el Centro Hispanoamericano de Cultura hasta el próximo 30 de octubre y que auspicia desde hace cuatro años el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau — institución organizadora de los Salones y Coloquios Internacionales de Arte Digital de La Habana — , incluye obras de los también diseñadores estadounidenses Ana Llorente, Anna Boyiazis, Betsy Berger, Jesse Thomas, Karen Oh, Liliam Lee y Nicky Alden y de los cubanos Eduardo Marín, Eduardo Moltó, Héctor Villaverde, Kelly Núñez, Katia Hernández, Luis Noa, Pepe Menéndez y Rafael Morante.

En un aparte con esta reportera el académico norteamericano agradeció el estar en la Isla así como "la hospitalidad que nos han mostrado los colegas cubanos" y enfatizó que es muy importante la idea de armar esos puentes de comunicación entre ambos pueblos.

    "Si el Diseño es igual a Cultura, que es el tema de ICOGRADA, creo que es imprescindible pensar en estrechar lazos. Queremos ayudar a crear más conciencia sobre la importancia del diseño en la comunicación; lo que más nos interesa es trabajar en un proyecto común entre diseñadores norteamericanos y cubanos".


    — Deduzco de lo que dice que está haciendo un llamado hacia el diseño comunicacional, es decir, más allá del diseño en función de lo que se pueda vender y comprar…

    El diseño tiene muchos aspectos; el mundo es muy variado y hay gentes haciendo todo tipo de trabajo. Creo que la raíz, la fuerza del diseño está en la comunicación de los eventos de cultura, en los eventos políticos. Ese tipo de foro nos educa, nos informa, nos atrae y une a través del arte. No puedo llamarme artista: sólo soy un diseñador gráfico.

    — Estamos en el 2007 y la tecnología avanza por día. Desde su perspectiva de académico ¿cree que es posible un diseño pensado "para y desde" las nuevas tecnologías?

    Claro que sí. Tengo en mi casa un cajón lleno de herramientas "del pasado"; son instrumentos que, obviamente, ya no uso. Los adoro porque me recuerdan el trabajo manual, pero hoy en día todo ha cambiado: los medios de producción han cambiado.

    Los educadores no podemos (ni debemos) centrarnos en el pasado. Tenemos que forjar nuevas avenidas de comunicación y esas avenidas son electrónicas, no cabe duda.

    Personalmente creo que la computadora ha tomado una posición demasiado importante. A fin de cuentas, no es más que una herramienta y creo que por muchos años la máquina no podrá diseñar sola. Detrás o delante de ella, tiene que estar el hombre; seres humanos que informan a la computadora qué hacer.

    Mis clases son mixtas: no quiero que mis estudiantes olviden que tienen manos y solamente piensen que todo lo puede hacer, solamente, la computadora. Mis clases se caracterizan por tener un cincuenta por ciento de ejercicios manuales y lo hago, simplemente, para recordar, para hacer memoria y el otro para mantenerlos al tanto de cosas tan fascinantes como la tecnología.

    La tecnología tiene que convertirse en un método para forjar nuevas comunidades. Internet tiene que servir para establecer comunicación entre grupos, para compartir imágenes, ideas, trabajo y, también, crítica.

    Hoy en día puedes poner un trabajo en la Red e inmediatamente verlo trescientas personas de todo el mundo. Incluso pueden comentar y decir: ¡qué bueno eso! o ¡qué malo eso! Lo vital es discutir entre todos conceptos y opiniones. Creo que por ahí está el camino. Si se trata de comunicación no podemos dejar de ver la importancia de estar interconectados.

    — Usted ha tocado un tema medular: la computadora como medio de trabajo, pero ¿dónde queda la idea?

    La idea es absolutamente central, vital. Si no existe una buena idea no hay buen trabajo. El resultado puede ser muy bonito, pude atraernos por colores, pero si no hay una idea detrás de lo que uno está haciendo ahí es donde empezamos a revistar la polémica de que lo importante es la obra, el resultado, no el con qué está realizada. A lo largo de la historia hay muchos ejemplos de personas que utilizaban el pincel y no lo hacía bien. Todo se trata de la idea.

    — Usted cree, definitivamente, que lo importante en el diseño es el mensaje.

    Como educador quiero pensar que sí. No estaría haciendo el trabajo de formador de jóvenes si no estuviera convencido de que sí hay una función en las ideas y en los sueños. De eso se trata. La vida es acerca de visiones, de sueños y de propósitos que nos permiten crecer. Así es como la humanidad ha ido avanzando.

    — Háblenos de su propuesta de cartel para Sharing Dreams 4 / Compartiendo sueños 4

    La propuesta que envié a esta exposición fue un accidente. Estaba intentando hacer dos o tres variaciones sobre el tema y, de repente, me cansé… me daba la impresión de que lo realizado hasta el momento no conducía a ningún lugar.

    Empecé a trabajar con otras imágenes y, de repente, salió algo que empezó a hablarme. Es curioso porque si uno nunca ha pintado o realizado diseño se puede pensar que uno anda medio "zafado" (loco), pero en realidad hay un diálogo entre el artista, el diseñador y la obra.

    Estaba utilizando una herramienta que es muy difícil para mí, y dejé ir el mouse y, de pronto, apareció algo que me sorprendió y que me gustó. Realmente es algo muy clásico. Mi poster es, posiblemente, el más sencillo de todos y está arraigado en el principio de lo positivo y lo negativo.

    Son dos perfiles separados por un área de agua en algo que puede insinuar una jarra clásica que pudiera venir de Grecia o del Medio Oriente… son dos perfiles mirándose de frente y el texto que enlaza ambas imágenes se repite: Diseño es Cultura, Cultura es Diseño. Este texto forma el puente entre los dos perfiles.

    — ¿Primera visita a Cuba?

    Venir a La Habana ha sido un sueño de toda la vida; también es el ideal de muchos latinoamericanos. Estoy, sencillamente, impactado.







Página enviada por Centro Cultural "Pablo de la Torriente Brau"
(5 de noviembre del 2007)






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