Con la libertad de debate — y de las otras- que caracteriza a los encuentros en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, se desarrolló el miércoles 5 de noviembre la segunda y última jornada del taller "Dos maneras de hacer y de mirar", en el que se reflexionó sobre la casi una década de colaboración entre la institución con sede en La Habana y el instituto holandés HIVOS, con el énfasis puesto en el arte digital y la nueva trova.
En una sala Majadahonda repleta de jóvenes (y no tanto) trovadores, artistas digitales, periodistas, críticos, el director del Centro, el poeta y cineasta Víctor Casaus, recordó que estos diez años de colaboración intensa y fructífera fueron para aprender, enseñar y seguir aprendiendo; una etapa en la que se entregó, se recibió y se volvió a entregar.
Luego de mostrar, como en la jornada precedente, algunos de los spots elaborados por el Centro Pablo, la periodista y crítica Carina Pino Santos presentó su ponencia "Los salones de arte digital: balance y significación", en la que recordó que la institución comenzó, desde 1999, a promover este tipo de manera de hacer, cuando en el país era un arte desconocido.
Señaló que los Salones de Arte Digital han privilegiado a los jóvenes y fomentado el intercambio entre los creadores, al tiempo que destacó la realización de los "Sharing Dreams/Compartiendo Sueños", intercambio entre artistas digitales cubanos y norteamericanos, en el que sus participantes