Hicimos nacer este salón, hace diez años, anunciando que se trataba de una apuesta a favor de la imaginación y la belleza.
Apostamos, además, desde entonces, a favor de la inteligencia y los principios, a favor de la ética y la participación crítica; a favor de la presencia cada día más necesaria de los jóvenes en estas aventuras de la creación artística y en otras muchas esferas de la vida del país; y apostamos, al mismo tiempo, contra el bloqueo casi cincuentenario, contra la ignorancia, el oportunismo y la burocracia, madre de muchos males que entorpecen el trabajo creador y la gestión participativa.
Diez años después de nacidos estos salones de arte digital que abrieron espacios de expresión, difusión y debate a los artistas cubanos y acogieron la presencia siempre enriquecedora de creadores digitales de más de treinta países, confirmamos con alegría y orgullo que estas nuevas formas de creación artística llegaron para quedarse en el vasto panorama de la cultura cubana y que, juntos, hemos creado este sitio de creatividad, participación y resistencia cultural. Damos la gracias a esa comunidad de artistas que han hecho posibles y suyos estos salones de arte digital y a las amigas, los amigos y las instituciones fraternas que han apoyado este proyecto liberador/libertario desde su nacimiento.
El programa general de este X Salón muestra la vocación de intercambio y participación que anima también a muchos otros proyectos del Centro Pablo. El arte digital, arte ya de nuestros días, sugiere, propicia y exige esa difuminación de las fronteras, ese arrasamiento de los compartimentos estancos en los territorios de la creación artística y humana en general.
Por ello están aquí las imágenes de fotografía analógica y digital en las exposiciones del maestro Pedro Meyer y del joven artista español Juan Miguel Morales. Por ello se reunieron esos diez creadores -representantes de todas las generaciones del diseño gráfico cubano- para homenajear desde la imaginación y la belleza estos diez años de arte digital entre nosotros.
Por ello se exhibe esa síntesis formidable del grabado tradicional y las posibilidades de las nuevas tecnologías en la exposición sensual de Alicia Candiani y en las imágenes transgresoras de Luis Miguel Valdés y Frémez, pioneros del arte digital cubano, que pre-inauguraron ayer este X Salón.
Por ello repasamos desde la memoria, en las Ciertas visiones de esa exposición fotográfica de diseñadores norteamericanos participantes durante cinco años en el proyecto Sharing Dreams, esa experiencia de colaboración, respeto y amistad que tanto agradecemos.
Por ello una decena de artistas plásticos cubanos, convocados por el Taller La Siempre Habana y el Centro Pablo culminarán esta semana de fiesta de la creación y la amistad trabajando sobre las imágenes digitales creadas por el fotógrafo mexicano Juan San Juan. Arte sin fronteras se llama ese proyecto que sintetiza en su título una de las poéticas/políticas del Centro Pablo: acercar uniendo; discutir respetando; participar criticando; hacer imaginando; soñar haciendo.
Les invitamos a practicar, a ejercer y a arriesgar esos verbos mencionados y a disfrutar en las paredes y las pantallas de nuestros espacios expositivos, las maravillas que el talento, en alianza estratégica con las nuevas tecnologías, han reunido para nosotros en este X Salón y Coloquio de Arte Digital.
Página enviada por Centro Cultural "Pablo de la Torriente Brau"
(4 de noviembre de 2009)