"La madera, un componente básico de nuestras construcciones a través de los siglos, con aparición en todos los edificios junto a otros materiales, tiende a desaparecer".

Con esa tesis del arquitecto Nelson Melero, y recomendaciones a estudiar profundamente los valores de la arquitectura vernácula y un reclamo a su conservación, inició la sesión de Comunicaciones de la Segunda Jornada de Arquitectura Vernácula, en la Biblioteca Pública "Rubén Martínez Villena" del Centro Histórico de La Habana.

Auspiciado por la Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula, el encuentro acogió exposiciones defendidas por los arquitectos Noriel Santamaría y Enrique Alonso acerca de la defensa de la arquitectura en madera.

Explicaron el caso de Varadero, donde el diseño de las casas se adaptó a las condiciones paisajísticas y naturales del lugar, a pesar de que muchas llegaran como modelos prefabricados de Estados Unidos.

Alonso comentó, además, los ejemplos de Cayo Granma en la Bahía de Santiago de Cuba, otrora sitio de recreo de las familias de alto rango, y único caso declarado Patrimonio de la Humanidad en arquitectura de madera, y el de Baracoa, donde igualmente sobresale la adaptación de la arquitectura a su naturaleza.

Los participantes reafirmaron el concepto de lo vernáculo relacionado con el clima, la vegetación, la acción del hombre y la historia local, ya que sin obviar las complejidades que presenta el nuevo siglo, es imprescindible tener en cuenta el pasado de las construcciones.

La importancia de introducir el tema de la arquitectura vernácula en los sistemas de estudios de las universidades de Latinoamérica y el Caribe, fue expuesto por la arquitecta Virginia Flores de República Dominicana.

Fuente: Habana Radio

CUBARTE
Año 5 Número 12, 25 de Marzo del 2005