Cuba

Una identità in movimento


Presencia del trazado de las calles principeñas en las novelas del siglo XIX: Sab, Frasquito y Una feria de la caridad en 183... : Retrospectivas y perspectivas

Eliécer Fernández Diéguez


Ensayo preparado desde mi Tesis de Maestria en Cultura Latinoamericana: "Tratamiento del espacio Puerto Principe en tres novelas del siglo XIX"



Al estudiar los componentes de la estructura urbana del Puerto Príncipe decimonónico encontramos que a pesar de existir las famosas "Leyes de Indias" con sus cláusulas elaboradas allende los mares y su singularidad de ser para no cumplir[1] en su totalidad, no podemos menos que explicar una curiosidad y es que Puerto Príncipe de "Extraríos"[2] se parece, — por crecimiento desorganizado desde la periferia del "intraríos" (Tínima — Hatibonico) a la estructura urbana medieval que crecía "espontáneamente siguiendo las pautas que establecieron la necesidad de asentar nuevos pobladores, sus oficios, los límites impuestos por la muralla defensiva y los espacios necesarios para la circulación y las reuniones sociales".[3]

Y afirmamos, que se parece, porque esas vías también fueron estrechas, en sus inicios no pavimentadas y bastante irregulares — como se puede observar hoy —, y que también dieron a la Villa primero y a la Ciudad después las realidades visuales pintorescas; — más en la época de Sab, Frasquito y Una feria de la Caridad en 183... ;[4] ciudad presentadora de cerrazones debido a la perdida de alineación iniciada en las proximidades de la Plaza de Armas, que para la época de las novelas había dejado de ser, según aparece en "La gaceta de puerto Príncipe" y después en "El fanal" y pasaba, gracias a la opulencia y el orgullo principeño en Plaza de Recreo.[5]

Y con más precisión en "El análisis de contenido",[6] que se desglosa en: análisis de contenido e interpretación, las estrategias en el análisis de contenido y el sistema de texto; nos ha ayudado en esta investigación a precisar en las novelas determinadas normas o leyes que rigen el desarrollo y caracterización de los fenómenos estudiados,

Dichos códigos arquitectónicos y urbanísticos tienen una ampliación conceptual regulada — según se puede observar el problema y concretar las reflexiones —, por la teoría específica, en la cual se presenta el concepto código,[7] con las especificidades de disciplina científica, con expresión de nexos importantísimos entre los fenómenos propios y sus relaciones como sistema; que en el caso que nos ocupa está en las plazas con todos sus valores de significado, a saber: valor de significado social, funcional, tecnológico e ideológico expresivo que hemos encontrado en el análisis intertextual de sab, Frasquito y Una feria de la caridad en 183... , sin perder la perspectiva de esencia metodológica propuesto por Segre, Aruca y Cárdenas en la literatura consultada, los cuales no hablan de cinco códigos que funcionan en un sistema arquitectónico y urbano; los mismos han sido empleado en esta investigación para interrogarnos ¿ cómo están presentes, en ideas de la realidad otra, los códigos funcionales, técnicos constructivos, formas espacio ambientales y simbólico expresivos? Y preciso nuevamente "realidad otra" porque la literatura es el arte otro con relación a la arquitectura,[8] y no necesariamente, por esa misma razón, debe llevar explicaciones técnicas, sino a la presentación de plazas, plazuelas y parques como código urbanístico y de arquitectura que satisface otras necesidades, y que al leer las novelas con nuestras recomendaciones podrá facilitar en mayor o menor medida otro disfrute estético; análisis intertextual que ampliamos de manera considerativa acudiendo a contextos de la prensa de la época, fotos, dibujos, libros de viaje, análisis personal de las obras arquitectónicas y urbanísticas presentes en la realidad otra que nos brindan Betancourt, De Armas y La Avellaneda — que puede ser vista, además, como extratexto para cada obra —, sin descuidar la versión transtextual.[9]

El código simbólico-expresivo era otro[10] y donde la eliminación de las fachadas funciona como un pequeño caos y no como el gran caos medieval — donde está presente "el laberíntico entramado" a decir de Tamames; lo que nos sugiere una realidad de cambio en el trazado de las calles y la aparición en esos lugares de los famosos callejones camagüeyanos que permite darle ese calificativo a la ciudad, a parte de las demás, "Camagüey: ciudad de los callejones";[11] como queda demostrado en la nota a pie de página, desde la época en que transcurren las novelas está más que consolidada.

Repito, se parece a la ciudad medieval porque la oscuridad de las mismas las hizo un poco peligrosas para andar de noche como cuando se presenta el asalto a Carlos Alvear en la novela "Una feria de la Caridad en 183... ", donde nadie vio nada producto a la poca frecuencia de actividad nocturna. Y, es que esa apariencia con lo medieval está ocurriendo en un siglo donde existía el mundo, y también en Cuba, el desarrollo de las modernas civilizaciones urbanas, lo que es paradójico según se puede pensar.

Esta coincidencia o parecido podría haber sido mayor si hubiésemos tenido en Puerto Príncipe un Saint Michel[12] con loma y todo — loma o colina amurallada, o los núcleos iniciales monásticos y radiocéntricos de París o Moscú;[13] o mucho más cercano la ciudad de La Habana con sus hábitos semi-medievales en la correlación de intramuros y extramuros que la reafirmaría en sus misterios y leyendas[14]; porque dentro de aquellos muros de murallas estaba el viejo régimen feudal — para el caso de Francia y Rusia —, y fuera los burgueses, que habitaban los Burgos, y para todos los símbolos que analizamos son lugares físicos hacia donde se mueven las clases pudientes.[15]

Otro rumbo de caminos que entran a la ciudad, pero esta vez en dirección inversa, es cuando sorprenden a Frasquito, o como ocurre en la realidad otra de la novela que él se entrega después de la captura de Andrés Sánchez y pasaron por "la espaciosa vivienda de Najasa encontraron los viajeros, como esperaban, buen alojamiento",[16] y a Puerto Príncipe van "llegando... llegando cuando no picaba el sol todavía a la casa situada en la calle de la Candelaria esquina a la de Santa Ana.";[17] por la calle candelaria llegaron a "La plaza de la Merced"[18] y de allí fueron a la cárcel de Puerto Príncipe.[19]

Por todo lo que hemos visto es la Calle Candelaria de mucha importancia en la trama de la novela por eso cuando abrieron el postigo que daba a su espacio; bajaba "El ruido o era ocasionado por los pasos de una muchedumbre en dirección del barrio de la Caridad".[20]. La muchedumbre iba hacia la ejecución de Frasquito, iba hasta la plaza de armas; y tras de la muchedumbre su sobrina, que por "atracción magnética siguieron los pasos de gente misteriosa".[21]

En Sab, supondremos, un joven había seguido la dirección de la Calle La Reina,[22] que era considerada en esa época la principal calle de la ciudad por estar enlazada con las dos entradas y porque se extendía desde la plazuela del puente hasta la calle Ignacio Sánchez ( Actual Chicho Valdés) y continuar por lo que sería después el barrio de La Vigía hasta el camino de Cubitas,[23] que andaba paralelo a "los campos pintorescos que riega el Tínima".[24] Todo ello porque según hemos podido conocer:

    "... la difícil y demorada comunicación terrestre hace necesario usar la vía marítima, cuyo interés se impuso en 1550 — como un a de las salidas desde el centro poblacional a la costa norte frente al Canal Viejo de Las Bahamas — el originario Camino Real al Jigüey, un importante embarcadero abierto al comercio, distante catorce leguas de la población; que fuera desplazado oficialmente en 1756 por La Guanaja, puerto de mejores condiciones naturales y separado once leguas de la villa".[25].

Y ya:

    "En el siglo XIX el auge comercial debió saturar la antigua calle de los Mercaderes y enriquecer el eje de la Reina en dirección norte" y más adelante se agrega: "De modo que para la segunda mitad del siglo XIX el antiguo camino de la Guanaja estaba convertido en un importante eslabón dentro de la red comercial principeña, un espacio de suma concurrencia que no cesó de prestar servicios incluso, durante la guerra del 68".[26]

Entrando, por ese mismo camino los personajes de la novela Sab, y saliendo más de una vez hacia la finca Bella Vista o hacia el puerto La Guanaja.

Como mismo se habla de un camino en Sab, Gertrudis Gómez de Avellaneda solo habla de una calle, al parecer de la Calle de las Carreras o calle de San Juan donde ella nació y vivió una buena parte de su vida, calle que desde 1885 y en su honor, es nombrada como Avellaneda; esa calle, al parecer la suya tenía una casa, para el caso de la novela de los Otway "situada en una de las mejores calles de Puerto Príncipe".[27]

Después de estudiar estas tres novelas, adivinando casi el trazado de calles en el siglo XIX y anteriores, podemos llegar a la conclusión de que los elementos retrospectivos a tomar en cuenta para el trazado de las calles fueron antiguos asentamientos humanos (indígenas) como es el ejemplo de la Caridad, la aplicación parcial de las Leyes de Indias al conformar cada plaza y sus alrededores y los caminos que entraban o salían de la ciudad en diferentes direcciones: Cubitas, La Guanaja, Nuevitas, Najasa, santa Cruz del Sur, Santiago de Cuba o La Habana; y en cuanto al desarrollo perspectivo, es distinto, ya que hemos confirmado la evolución de cada una de las calles y por ello hemos podido puntualizar como se han transformado: Candelaria en Independencia, La Mayor en Cisneros, Las Carreras en Avellaneda, Santa Ana en General Gómez y Reina en República; tomando como idea, para concluir esta parte de la reflexión, en parafraseo: que, "esta lectura desde la literatura cobra una nueva connotación".[28]


CALLE CARMEN[29] (MARTÍN VARONA)

Lleva su nombre por una iglesia que bajo la advocación de la virgen del Carmen, comenzó a levantarse en 1732 y que fue demolida antes de construirse. Con una longitud aproximada de 350 metros corre desde Martí (San Diego) hasta General Gómez (Santa Ana). En esta calle radicaron el Hospital de Mujeres Nuestra Señora del carmen — hoy demolido — con su iglesia anexa — levantada donde estuvo la primera en el siglo XVIII —, la única de dos torres que hay en esta ciudad y concluida en 1825. Frente a la iglesia del Carmen se encuentra la plaza del mismo nombre.


CALLE REINA[30] (REPÚBLICA)

Considerada en la época colonial la principal calle de la ciudad, por estar enlazada con las dos entradas a la misma, y por el elevado número de establecimientos comerciales — pulpería, reparación de calzados, sastrería y otros —, que en 1857 sumaron 57. Se extiende desde plazuela del puente hasta la calle Ignacio Sánchez — Actualmente Chicho Valdés —, y cabe destacar que la construcción del ferrocarril central no afectó su curso, pues solo se demolieron las casas necesarias para poder materializar dicha obra, que cruza esa calle. "Para muchos historiadores la calle de La reina era un eje principal de la villa, por el hecho de enlazar el puente del río Hatibonico — que conduce a la jurisdicción Bayamo —, con el camino de La Guanaja".[31]


CALLE SAN JUAN".[32] (AVELLANEDA)

Antes se denominó Carreras, porque a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX tenían lugar carreras de caballos durante los festejos del San Juan en el mes de junio. Esta calle se extiende desde la Plaza de la Juventud, — antes Francisco o del Padre Trías —, hasta la línea férrea.

Se nombra así desde 1885.


LA VIGÍA

    "El surgimiento de una Iglesia, que se convertiría en importante centro en la vida de los habitantes, será el detonante para darle una jerarquía mayor a la zona".[33]

    "En[34] la medida que el templo cobraba fuerza transcurrido el siglo se fueron asentando personas en la cercanía y con ello se urbanizó el camino."[35]

Otra manera de analizar el desarrollo de las calles y su trazado hay que emplear para Frasquito y Sab, porque en estas novelas, en sus diéresis específicas no se habla como en la de José Ramón Betancourt de fundación y avance de un barrio, en ambas se habla de los caminos del norte y del sur que se unían en las calles de Puerto Príncipe y permitían el crecimiento de la ciudad por ellas, eso se puede ver en el movimiento de Esteban en la novela Frasquito de La Guanaja a Puerto Príncipe y de allí a Santa Cruz del Sur: de La Guanaja fue al ingenio La caridad, propiedad de Frasquito, de allí por el camino de Puerto príncipe se detuvo en la hacienda Caunau; y es en esta novela donde mejor se dibuja la relación con las instituciones encargadas del urbanismo y la arquitectura: "... siempre que tratáis de reedificar o erigir una casa, en vez de contar con la calle, con el país, andáis a pleito con el Síndico y con el Alarife, porque os pide una o dos pulgadas para la delineación, o porque no permite que os cojáis media vara del público [...].[36]

En el trazado de la Caridad el autor varía cuando: "Fernando llega frente al salón y una impresión de indecible dolor le obligó a detenerse junto a la ventana de la casa que daba a una de las calles laterales... ";[37] y con más detalles se plantea ese trazado del barrio cuando señala:

    "Paralelas a la calle principal de la Caridad hay dos que aún llama el pueblo indistintamente las de atrás a falta de otros nombres. Sentimos que no los tengan y que no se hallan hecho un plano perfecto de este barrio a fin de que a él se ajusten las nuevas fábricas, y en la posterioridad no tenga el derecho de decir lo que Carlos de nuestra antigua ciudad".

    "Acaso a la misma hora en que aquel expiraba, dirigiánse Fernando y Agustín en un carruaje por la calle principal, tomaron una de las transversales que salen a la sabana de los Marañones, y escogiendo uno de los muchos senderos en ellos abiertos, detuviéronse cerca del sencillo puente, bajo cuyo arco corre el arroyo de Santa Cruz ".[38]

Después de la misma acción de la novela, casi al dar los toques finales de la diégesis cuando plantea:

    "Apenas había acontecido esto, cuando entraron cinco hombres a la plaza de la Caridad: tres de ellos, montaban briosos caballos, y al pasar por frente de la casa de Morgan, esos cinco hombres cambiaron una mirada de inteligencia. Los tres que iban a caballo siguieron hasta uno de los ángulos de la plaza y desaparecieron por la calle que hoy se llama Sociedad patriótica: los otros dos se detuvieron en el portal de la casa de Morgan: uno de ellos se acercó con cautela al ojo de la llave y un instante después dio un fuerte golpe en la puerta".[39]

Hasta que se instaló en la fonda del Caballo Blanco situada en la calle de Las Carreras,[40] dicha calle nacía en la Plaza de San Francisco o del Padre Trías y llegaba hasta lo que sería después la línea del ferrocarril, dicha calle se nombraba de las carreras porque a fines del siglo XVIII y principios del XIX tenían allí lugar las carreras de caballos durante el desarrollo del San Juan, después pasa el personaje por la calle Candelaria y santa Ana, la calle candelaria comenzaba en la plazuela del puente, pasaba por la parte de atrás de la Iglesia La candelaria, por un costado de la Plaza de Armas y desembocaba a un costado de La Merced; transversal a ella está la calle Santa Ana que comenzaba en la Plaza del Carmen, bajaba hasta la calle de las carreras y allí moría; después de localizar la casa de Frasquito en

  • "En la calle de la Candelaria esquina a la de Santa Ana hay una gran casa.
  • La conozco — interrumpió el guía — la casa de don Frasquito Agüero".[41]

Se dirigieron al "Barrio la Caridad"[42] y de allí buscaron el camino de Santa Cruz hacia donde también iba creciendo la ciudad.

El trazado de las calles en la realidad de la novela se acerca al que siguen en la realidad de la ciudad que avanza en tamaño e historia, pero como imaginario principeño.


    Notas

      1. Cfr. Marcos Tamames Henderson: De la Plaza de Armas al Parque Agramonte: Iconografía, símbolos y significados. Camagüey, Editorial Ácana, 2004, p. 72.
      2. Cfr. Eliécer Fernández Diéguez: "Urbanismo, Arquitectura y sociedad principeña del siglo XIX en Sab, Frasquito y Una Feria de la Caridad en 183... " (Ensayo en Folleto en la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella) 2005 y http://www.archivocubano.org/eliecer_03.html
      3. Roberto Segre Prando et al: Arquitectura y urbanismo: de los orígenes al siglo XIX. Editorial Pueblo y Educación. La Habana 1987, p. 161.
      4. Novelas escogidas para ver el trazado de las calles principeñas. Ver: Eliécer Fernández Diéguez: "Tratamiento del espacio principeño en tres novelas del siglo XIX". (Tesis de Maestría 2004-2007) o los ensayos: "Urbanismo, Arquitectura y sociedad principeña del siglo XIX en Sab, Frasquito y Una Feria de la Caridad en 183... " (Ensayo en Folleto en la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella) 2005 y http://www.archivocubano.org/eliecer_03.html.
      5. Según nos aclara tamames en su obra "De la Plaza de Armas al Parque Agramonte", La Plaza de recreo se concebía no solo como un espacio para ser visto desde los ejes que la circundaban, sino también como mirador del movimiento que caracterizaba el paseo por las calles candelaria (Independencia), San Diego (Martí), Mayor (Cisneros), y el callejón creado entre el parque y la iglesia."
      6. Luís Álvarez Álvarez y Juan Francisco Ramos Rico: Circunvalar el arte, p. 130-150.
      7. Cfr. A Segre, Aruca y Cárdenas que plantean que "el concepto código puede asociarse a normas o leyes que establecen las relaciones entre las funciones del contenido de los diferentes elementos del sistema y su expresión formal externa. Puede definirse que código es el conjunto de normas de relación y repertorio de elementos que conforman un nivel específico dentro de un sistema analizado"
      8. Excepto Carpentier por su condición de novelista, historiador, arquitecto etc.
      9. Ibídem, p. 146-149.
      10. Cfr. Eliécer Fernández Diéguez: "Plazas, plazoletas y plazuelas principeñas presentes en las novelas del siglo XIX: Sab, Frasquito y Una feria de la Caridad en 183... " en http://www.archivocubano.org/archit/plazoletas.html.
      11. Cfr. "Callejones camagüeyanos". Camagüey, Adelante 1 de Abril de 1979; "El callejón de las González". Camagüey, Adelante 20 de Octubre de 1985; Gustavo Sed Nieves "Astillero o Aurelia del Castillo". (XXX) Camagüey, Adelante 28 de Noviembre de 1992; Gustavo Sed Nieves "Astillero o Aurelia del Castillo". (XXX) Camagüey, Adelante 28 de Noviembre de 1992; Gustavo Sed Nieves "Callejón de Las González o Tte. Coronel Luís Suárez". (LX) Camagüey, Adelante 17 de Julio de 1992; Gustavo Sed Nieves "Apodaca o Valdés Domínguez". (XXVI) Camagüey, Adelante 24 de Octubre de 1992; Gustavo Sed Nieves "Príncipe o Goyo Benítez". (X) Camagüey, Adelante 20 de Junio de 1992; Gustavo Sed Nieves "Callejón de Alegría o Capitán Víctor Pacheco". (LIV) Camagüey, Adelante 10 de Julio de 1993; Gustavo Sed Nieves "Callejón del Cuerno o Manuel de Quesada". (LXI) Camagüey, Adelante 14 de Agosto de 1993; Gustavo Sed Nieves "Jaime o Coronel Aguiar". (LXII) Camagüey, Adelante 20 de Marzo de 1993; Gustavo Sed Nieves "Callejón de La Merced o Ramón Virgilio Guerrero". (XXV) Camagüey, Adelante 17 de Octubre de 1992; Gustavo Sed Nieves "Los Callejones". (LVIII y final) Camagüey, Adelante 4 de Septiembre de 1993; Jorge Luís Peix Agüero "Callejones, callejuelas, callejas". Camagüey, Adelante 21 de Septiembre de 1996.
      12. Monasterio construido en Francia que se fue rodeando por zonas habitacionales prácticamente concéntricas que descendían de las laderas de la colina amurallada, y aislada de tierra firme por un brazo de agua poco profunda. Su silueta es la imagen clásica de las imágenes medievales de ese tipo.
      13. Cfr. Roberto Segre: "Tipos de ciudades y su condicionamiento específico", en Arquitectura y Urbanismo de los orígenes hasta el siglo XIX, p. 160.
      14. Nota completa en Santa María del Puerto Príncipe, un misterio... , p. 14.
      15. Sin olvidar lo que ocurre en "Dawng Tawn" (Centro ciudad) norteamericano y "Fabelas Brasileñas" (Periferia).
      16. Frasquito, p. 269
      17. Ibídem, p. 270.
      18. Ibídem, p. 272.
      19. Ibídem, p. 273.
      20. Ibídem, p. 290.
      21. Ibid.
      22. Cfr. Gustavo Sed Nieves: "Calle reina (República)", Camagüey, Periódico Adelante 9 de Mayo de 1992.
      23. Sab, p. 128.
      24. Ibíd.
      25. Elsa M. Cardoso: "Proceso decimonónico en la calle Reina", en Elda Cento (Compiladora) p. 156.
      26. Ibídem, p. 164-165.
      27. Ibídem, p. 169.
      28. Yadira Hernández: Op., Cit, p. 4
      29. Gustavo Sed Nieves: "Calle Carmen (Martín Varona)", Camagüey, Adelante del 10 de abril de 1993, p. 7.
      30. Gustavo Sed Nieves: "Calle Reina (República), Camagüey", Adelante del 9 de Mayo de 1992, p. 7.
      31. Elsa M. Cardoso: "Proceso decimonónico en la calle Reina", en Elda Cento (Compiladora) p. 159.
      32. Gustavo Sed Nieves: "San Juan (Avellaneda), Camagüey", Adelante del 25 de abril de 1992, p. 7.
      33. Gustavo Sed Nieves: "San Juan (Avellaneda), Camagüey", Adelante del 25 de abril de 1992, p. 7.
      34. Elsa M. Cardoso: "Proceso decimonónico en la calle Reina", en Elda Cento (Compiladora) p. 157.
      35. Ibídem, p. 157.
      36. José Ramón Betancourt: Una feria de la Caridad en 183... , La Habana, Editorial Letras Cubana, 1978, p. 22.
      37. Ibídem, p. 71.
      38. Ibídem, p. 92.
      39. Ibídem, p. 111.
      40. Cfr. Gustavo Sed Nieves: "San Juan (Avellaneda), Camagüey", Adelante del 25 de abril de 1992, p. 7.
      41. José de Armas y Céspedes: Frasquito. La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1976, p. 207.
      42. Ibídem, p. 208.






Página enviada por Eliécer Fernández Diéguez
(21 de noviembre del 2007)


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