La Revolución social en América. Primera graduación de la ELAM: un paso de avance Cultural, Científico y Solidario en la Historia de la Humanidad
Adys M. Cupull Reyes
"Y hasta que no se haga andar bien al indio, no comenzará a andar bien la América".[1]
Los pueblos de América han iniciado el camino para andar bien, El Imperio y sus voceros amenazan con la muerte. Les molesta el alcance humanista y renovador, independiente y digno que se gesta en América Latina. Los ideales de Simón Bolívar y José Martí han de continuar ganando batallas para que el peso de los indios, y desposeídos, no detenga la marcha firme de nuestro Continente hacia el desarrollo.
"VAMOS A SALVAR A LOS PUEBLOS", dijo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, excelentísimo Hugo Chávez Frías, al concluir la memorable estancia en Cuba, el 22 de de agosto.
"Un beso para Cuba, un abrazo Fidel, vamos a salvar a los pueblos, y el pueblo norteamericano tiene mucho que aportar en este objetivo".[2]
Cuba y Venezuela han comenzado, la heroica lucha contra la pobreza, la ignorancia y las enfermedades curables. No es una obra de "caridad", tampoco es obra de los "benefactores" llegados del Norte que por siglos han engañado a los pueblos. Es ésta una cruzada de amor e integración política, económica, social. No se esterilizará a la mujer indígena, no les van a quitar las tierras, ni sus minas, ni sus ríos, ni su petróleo, ni sus creencias, ni su identidad.
Ha comenzado la lucha unida por la REVOLUCIÓN SOCIAL EN AMÉRICA de la que dijo Julio Antonio Mella:
"... no es una utopía de locos o fanáticos, es luchar por el próximo paso de avance en la historia".[3]
La integración a través de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) es una realidad, para bien de los pueblos. Y la solidaridad de Cuba ha contribuido en los diferentes campos de las ciencias médicas, y sociales, el deporte, las artes, la educación a las transformaciones de nuestra región; y en otros remotos lugares del mundo. Con ese espíritu de solidaridad se fundó la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM.
Cuando el huracán Mitch azotó Centroamérica, se estimaba en´ más de 40 mil las víctimas. Urgía la ayuda hermana, amiga, compañera.
"Propusimos enviar una fuerza médica capaz de salvar cada año tantas vidas como las que había destruido el huracán. No vacilamos en hacerlo aunque estábamos todavía bajo los más duros embates del período especial. Ello era posible porque, aún en medio de aquella terrible prueba después del derrumbe del campo socialista y de la URSS, que nos privó de toda cooperación exterior, y cuando en el mundo se daba por perdida nuestra causa, la Revolución no cesó un instante de crear capital humano".
"Asociado a la idea de apoyar a Centroamérica con miles de médicos, nació de inmediato la Escuela Latinoamericana de Medicina, para sustituir progresivamente con médicos de esos países a los médicos cubanos que integraban aquella fuerza, cuando fueran finalizando su misión".
Explicó el Presidente de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz en el discurso pronunciado en el acto de graduación de la ELAM.
Fue luminosa, esa tarde y noche de la PRIMERA GRADUACIÓN DE LA ESCUELA LATINOAMERICANA DE MEDICINA, ocurrida en el teatro habanero Karl Marx. Allí estaban mil seiscientos diez médicos (1.610 ) formados en Cuba, procedentes de veintiocho nacionalidades de América Latina, el Caribe y Estados Unidos. Asistieron al acto mandatarios y altos funcionarios de países de América.
Los que vimos el acto de graduación observamos la felicidad en los jóvenes graduados, en sus padres y profesores; escuchamos su juramento revolucionario, internacionalista, sus emotivas palabras de agradecimiento, la convicción en las ideas de defender las vidas de los seres humanos, dar VIDA, salvar, y preservar la salud al hombre sin distinción alguna.
Un profundo mensaje humano, trasmitió el documental de la periodista Fabiola López, que abrió la velada cultural, fue una vívida expresión de la entrega a la "Misión Redentora" que ellos escogieron. Conmovidos hasta lo más íntimo, participantes del acto y televidentes se enjugaron las lágrimas de Victoria.
Sí, es la VICTORIA POR LA VIDA, que ese día 20 de agosto del 2005, marcó un significativo paso de avance Cultural, Científico y Solidario en la Historia de la Humanidad.
Notas
- José Martí. "La América", t. 8, p. 337.
- "Granma", 24 de agosto 2005, p. 1.
- Julio A. Mella. "Documentos y Artículos", p. 182.
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(27 de agosto de 2005)
