Cuba

Una identità in movimento

Fidel Castro habla ante más de un millón de Cubanos

Francisco Forteza



LA HABANA, 1 DE MAYO DEL 2004 (WORLD DATA SERVICE)

Cuando el presidente cubano, Fidel Castro, acusó nuevamente hoy ante más de un millón de compatriotas concentrados en la Plaza de la Revolución de esta capital a Estados Unidos de tratar de destruir a Cuba, la muchedumbre rompió en aplausos y gritó consignas contra Washington en lugar de guardar un temeroso silencio.

"Yo no tengo miedo", dijo Maydelin Hernández, de un pueblo cercano a Ciudad de La Habana, que vino a la plaza central habanera para celebrar el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, desde la noche de ayer, junto a sus hijas y su esposo.

Hernández, maestra de 34 años de edad, dijo que no cree en una invasión militar por parte de los norteamericanos

"... pero si lo hacen, aquí nadie se va a esconder. Yo no voy a esconderme".

En la Plaza de la Revolución se concentraron bloques de estudiantes, trabajadores de todos los sectores laborales, militares, y vecinos de esta ciudad, de localidades cercanas a esta capital y de ciudades aún más lejanas, que vinieron en autobuses y camiones durante la madrugada.

"Parece que esta concentración ha roto todos los récords", dijo el presidente cubano en un discurso en el cual fustigó "el sistema repugnante" que quiere expandir por todo el mundo Estados Unidos "y sus aliados" europeos.

Castro acusó a esos países de tratar mediante la

"... hipocresía, mentiras permanentes y cinismo"...

"... de mantener su podrido sistema de dominación internacional".

"El sistema capitalista, el sistema imperialista que se desarrolló de ese capitalismo, y sus formas actuales es lo más inconcebible y lo más irreconciliable con una noción honesta, sincera, objetiva de los derechos humanos".

Al tocar ampliamente la votación el mes pasado en Ginebra de una moción anticubana preparada por Washington para la Comisión de Derechos Humanos de ONU, el dirigente acusó al gobierno norteamericano y a la Unión Europea (UE) de confabularse contra Cuba.

Pero

"... cometieron el error de olvidar que en el extremo oriental de Cuba en un área ocupada por la fuerza, donde está instalada la Base Naval de Guantánamo — grosero ultraje a los derechos de un país pequeño — existía en ese mismo instante (durante la votación ginebrina) uno de los más grotescos casos de violación de derechos humanos que han tenido lugar en el mundo".

"Nunca fuimos consultados previamente. Simplemente se nos informó la decisión del gobierno de Estados Unidos de trasladar a los prisioneros a esa base", dijo Castro.

El presidente cubano definió esa instalación como

"... una horrorosa prisión donde se mantienen secuestrados ciudadanos de numerosos países del mundo, incluyendo aliados de Estados Unidos, sin juicio, sin defensa legal, sin garantía alguna de integridad física, sin ley procesal o penal y sin límite de tiempo".

"Lo han hecho en el trozo de tierra que ocupan ilegalmente en otro país, Cuba, que fue acusada en Ginebra por violaciones de derechos humanos", recordó.

El mandatario subrayó que

"... en Ginebra predomina el temor generalizado al feroz imperio. Represalias de todo tipo especialmente contra los países más vulnerables del tercer mundo. Votar en Ginebra contra una resolución elaborada por Estados Unidos, especialmente si va dirigida contra Cuba, un país que ha desafiado su arrogancia y prepotencia, se convierte en un acto suicida".

Al mencionar a los gobiernos que votaron contra Cuba en Ginebra, Fidel Castro puntualizó que

"... siete fueron de América Latina entre ellos cuatro que sufren gran pobreza social y económica, sumamente dependientes y con gobiernos obligados a la abyección total. Nadie los considera estados independientes. Son hasta ahora una simple ficción".

Señaló específicamente los casos de Perú, Chile, México y la Unión Europea (UE).

Del presidente peruano, dijo que solo tiene en su país un índice de apoyo del ocho por ciento. Sin mencionar el nombre del mandatario del Perú, Castro dijo que este

"... en realidad no dirige ni puede dirigir nada. De eso se encargan las transnacionales y los oligarcas hasta que la sociedad estalle, como ya empieza a ocurrir en más de un país".

En ese momento, el presidente de Cuba interrumpió su discurso para señalar que recordaba palabras de "nuestro hermano venezolano" ( orador precedente) y dio vivas a Venezuela, al proceso bolivariano y al presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien definió como brillante.

Al continuar, anunció que no iba a juzgar al gobierno de Chile, que votó contra Cuba en Ginebra. No obstante, expresó que

"... prefiero que Salvador Allende, que cayó combatiendo con un arma en la mano y que tienen un sitio de honor y gloria en este continente y los miles de chilenos desaparecidos, torturados y asesinados por designios de quien elaboró la moción para condenar a Cuba, donde jamás ocurrió uno solo de esos hechos o similares, y en nombre de ellos juzguen la conducta del presidente de Chile en Ginebra".

De México — cuyo gobierno también votó a favor de la moción anticubana — dijo que este constituye

"... un pueblo entrañable y hermano para todos los cubanos donde el congreso nacional solicitó a su presidente de abstenerse sobre la resolución cuyo apoyo demandó el presidente Bush".

"Duele que tanto prestigio ganado por su intachable política internacional emanada de una revolución verdadera y profunda hayan sido convertidos en cenizas", agregó.

Advirtió que

"... la solidaridad y el apoyo de América Latina hacia México y de México hacia América Latina son vitales".

Dijo que

"... más de la mitad del territorio de México le fue arrebatado por su vecino del norte y enorme riesgo amenaza al que resta".

"Prácticamente las fronteras de Estados Unidos con México no están ya en el Río Bravo del que hablaba José Martí. Estados Unidos está mucho más dentro de México. La frontera es solo la línea de muerte donde 500 mexicanos pierden la vida cada año. Tránsito para las mercancías y de muerte para los seres humanos", dijo.

Fidel Castro definió a la UE como

"... mafia aliada y subordinada a Washington que votó en bloque (contra Cuba) en Ginebra. Sucias e inmorales mociones contra Cuba no alcanzaron éxito hasta el derrumbe del campo socialista. Renegados y traidores se sumaron a la masa de la comunidad europea. Entonces lograron esos mezquinos pactos en la comisión de derechos humanos", denunció.

Pero el dirigente reservó sus más severas críticas contra el presidente norteamericano, George W. Bush y sus conductas.

"Quizá no sea justo llamar a Bush de Fuehrer. Quizá sea un genio", dijo irónicamente Castro al referirse tanto a las maniobras ordenadas por el presidente norteamericano para condenar a Cuba en la comisión de derechos humanos en Ginebra, como a las prácticas económicas nacionales y de ultramar de Washington bajo el mando del republicano.

"Está conduciendo a la Humanidad a una catástrofe. La Humanidad debe comprender que tendrá que combatir por su supervivencia".

Sobre el programa económico interno del gobierno de Bush, manifestó que los déficits

"... los paga el mundo. El dinero que se marchó no vuelve jamás y con ese dinero se arma hasta los dientes con los más sofisticados equipos bélicos, y llevan a cabo guerras de conquista".

No obstante, el jefe del estado y gobierno cubanos envió el mensaje a la Casa Blanca de que reaccione "con razones y políticas inteligentes" y no "lanzando bombas" ante ataques terroristas.

"El terrorismo no se resuelve matando terroristas por aquí y por allá ni personas inocentes sino poniendo fin al genocidio y aplicando una política de paz y de cooperación internacional".

Castro señaló además en su discurso a España donde "por obra casi exclusiva del pueblo español y especialmente de los jóvenes" han ocurrido situaciones favorables. Sin embargo, Castro dijo que "nadie se apropie" de éxitos que no le pertenecen.

El líder cubano dijo que en el país ibérico quedó frustrada la reelección del partido del derechista José María Aznar, después del atentado terrorista en Madrid en marzo pasado.

"El señor Anzar (así lo llama Bush, dijo Castro) comenzó a manipular y acusó a la ETA del atentado, cuando esa organización no tenía nada que ver con el hecho".

"El pueblo español, el que más se ha opuesto a la guerra en Iraq, descubrió la maniobra de Aznar, y castigó con su voto a aquella Celestina española (Aznar) que reclutó en Santo Domingo, Honduras, El Salvador y Nicaragua" soldados para Iraq "como carne de cañón".

Castro dijo que pese a que la gran mayoría de los medios de prensa en España no lo reflejó, la población se las arregló para comunicarse entre sí y ponerse de acuerdo para votar contra el partido de Aznar.

El presidente cubano pidió al nuevo gobierno español "promover y apoyar la retirada" de los soldados latinoamericanos que están en Iraq.

"A las metrópolis (ex colonialistas europeos) podemos darles algunas lecciones", subrayó.

Culpó a Europa de "dar limosnas" a los países en desarrollo.

"Que nadie se crea que nadie va a venir a darnos consejitos aquí a decirnos cómo debemos desarrollar nuestra democracia, porque este país tiene suficiente experiencia y éxitos".

No

"... necesita leccioncitas de democracia", recalcó.

Expresó que ningún país en el mundo

"... posee la democracia que posee el pueblo de Cuba".

Castro defendió el sistema cubano como pleno defensor de los derechos humanos. En ese sentido enumeró los éxitos sociales cubanos y la solidaridad que la Isla practica con el mundo, y especialmente con países en desarrollo.

"El odio contra Cuba nace de la inesperada resistencia con la que un pequeño país se enfrentó a esa potencia y a las potencias aliadas que dominan el mundo. La mera presencia de Cuba es una humillación para los que han impuesto el más repugnante sistema de explotación que ha existido jamás en el mundo", dijo.

El mandatario acusó a Estados Unidos de "fabricar mercenarios" contra Cuba y advirtió que la Isla se defenderá con las leyes y "también con las armas si fuera necesario".

"Eso mismo que hacen con Cuba lo están haciendo con Venezuela. Crean provocaciones, crean incidentes, matan y después culpan al gobierno venezolano en un caso realmente interesantísimo".

Dijo que

"... el instinto del pueblo venezolano lo mantiene firme y por eso es difícil de engañarlo".

Volviendo a su país, dijo que en Cuba se está haciendo una

"... nueva revolución, más allá de lo que hemos hecho hasta hoy".

"Lo que estamos haciendo va a transformar este país. Ya lo está transformando de forma impresionante", afirmó.

Las manifestaciones por el Primero de Mayo en Cuba también se realizaron en las principales ciudades de la Isla. Cálculos de la prensa local reflejaron que asistieron a esos actos alrededor de ocho millones de personas.

A la concentración de Ciudad de La Habana asistieron mil invitados extranjeros de 55 países.

RL/FFM



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